Presentando las buenas nuevas... mediante estudios bíblicos
1 En el pasado año de servicio en los Estados Unidos se condujeron cada mes más de 535.000 estudios bíblicos. Puede que la mitad de los 817.000 publicadores de este país hayan participado a cierto grado en esa obra gozosa. Por supuesto, si cerca de la mitad de los publicadores participaron en esa actividad, quiere decir que la otra mitad no participó. ¿Cómo pudieran más publicadores disfrutar de la satisfacción especial que resulta de enseñar la verdad a alguien?
2 Debido a que amamos a Dios y al prójimo, queremos compartir la verdad con otros. Pero necesitamos la ayuda de Jehová en nuestro ministerio. (1 Cor. 3:6, 7.) Por eso, ¿no sería apropiado dirigirnos a Jehová en oración y pedirle que nos ayude a comenzar un estudio bíblico? (1 Juan 5:14, 15.) Luego, tenemos que obrar en armonía con nuestra petición y participar en el ministerio al grado máximo que permitan nuestras circunstancias y ofrecer estudios bíblicos cuando se presente la oportunidad.
HAY MUCHAS OPORTUNIDADES
3 En años recientes hemos colocado millones de libros y folletos en manos de la gente del territorio. En los hogares de miles de personas que no son testigos de Jehová se pueden hallar libros como La verdad, Verdadera paz y Vivir para siempre. Eso presenta un inmenso campo de oportunidades para comenzar nuevos estudios bíblicos.
4 Cuando un amo de casa dice que ya conoce nuestra obra o que ya tiene alguna literatura, debemos decirle cuanto nos alegra eso. (Véase el libro Razonamiento, página 20.) Si tiene una publicación, podemos sugerirle bondadosamente que la busque y que nos permita mostrarle algunos rasgos interesantes que serían de beneficio para él y su familia. Si responde positivamente, podemos ofrecerle un estudio bíblico.
5 Una variación a lo antes mencionado sería el que tomáramos la iniciativa y preguntáramos si el amo de casa tiene alguna de nuestra literatura. Eso pudiera dar buenos resultados en territorios donde hayamos colocado mucha literatura. Después de una introducción amigable, podemos decir que debido a nuestras frecuentes visitas muchos de los vecinos tienen algunas de nuestras publicaciones. Estamos interesados en que las personas se beneficien de la información que se ha publicado. Entonces podemos preguntarle si tiene alguna de nuestra literatura. Si ese es el caso, bondadosamente pídale que la traiga y entonces muéstrele cómo estudiamos esa publicación. Una breve demostración puede resultar en un estudio bíblico. Si no tiene nuestras publicaciones, podemos presentarle la oferta actual o preguntarle directamente si su familia desearía tener un estudio gratuito de la Biblia.
USE DISCERNIMIENTO
6 Puesto que la gente está ocupada, sería sabio usar discernimiento y no quedarnos mucho tiempo. Quizás se pudieran limitar los primeros estudios a unos quince minutos de duración. Si el amo de casa sabe que no tomaremos mucho de su tiempo, puede que esté dispuesto a recibir visitas regulares de parte nuestra. Una vez que se haya establecido el estudio y el interés del amo de casa aumente, se puede pasar más tiempo en el estudio. Por supuesto, algunos querrán estudiar por más tiempo desde el mismo comienzo.
7 En el territorio hay personas mansas como ovejas que necesitan nuestra ayuda, y muchas de ellas tienen nuestra literatura. Sin duda, algunas suspiran y gimen por las cosas detestables que se hacen en la Tierra hoy. (Eze. 9:4.) Es nuestro privilegio no solo distribuir literatura acerca del Reino que remediará los ayes de la humanidad, sino también llevar la verdad a las personas sinceras mediante estudios bíblicos. (Mat. 28:19, 20.)