Senegal y países vecinos
Senegal es un país de contrastes. Está situado en el extremo occidental de la gran protuberancia que se proyecta desde África, y lo barren constantemente los vientos resecadores del desierto del Sáhara, al norte, y las frescas brisas oceánicas del Atlántico al oeste y el sur. Las amplias extenciones septentrionales de arena desértica se van transformando gradualmente en las húmedas regiones parecidas a selvas del distrito meridional. Pero los contrastes no terminan ahí. Se extienden también a la gente y sus orígenes, costumbres y religión.
Tribus nómadas del norte de Mauritania, aparentemente atraídas por las aguas vivificantes del enorme río Senegal, gradualmente se extendieron hacia el sur para aproximadamente el siglo once de la era común, trayendo consigo a estas regiones su lenguaje y costumbres árabes, así como la religión islámica o musulmana. Eran los beréberes, o zenagas, y este último término probablemente suministró la base para el nombre “Senegal.” Pero los descendientes de Cam, que también habían emigrado al continente africano, también se sintieron atraídos a esta tierra de contrastes. Tribus africanas del sur, atraídas por su clima más moderado y sus refrescantes brisas del océano, lentamente se fueron trasladando hacia el norte y se establecieron en los fértiles valles de los ríos Casamance y Gambia. Con ellos vinieron sus costumbres e idiomas y su religión animista. Por la fusión gradual de estos dos grupos étnicos diversificados que se encontraron en un país en el cual se conectan el caluroso desierto del norte y la caliente y húmeda selva del interior se estuvo colocando el fundamento para una nueva nación y un nuevo pueblo. Con el tiempo, esto llegaría a ser la República de Senegal.
Pero había otros ojos vueltos hacia esta tierra extraña, pero invitadora. Así fue que en 1455 llegaron los primeros europeos. Fue entonces que el explorador veneciano Ca Da Mosto (comisionado por el príncipe Enrique de Portugal) puso pie en el cabo rocoso que se proyecta hacia el Atlántico. En este lugar conocido ahora como Cabo Verde se halla actualmente la moderna ciudad capital de Dakar, la entrada al África occidental. Los europeos trajeron con ellos nuevas costumbres nuevos idiomas y, sí, una religión diferente, lo cual añadió a los contrastes que ya existían.
En el siglo dieciséis comenzó el tráfico de esclavos para suministrar mano de obra barata para las plantaciones de las Américas. Los holandeses se establecieron en la cercana isla de Gorea (Gorée), y pronto hubo comerciantes españoles, portugueses, ingleses, holandeses y franceses haciendo visitas regulares a la costa occidental del África. En 1635 vinieron misioneros católicos y abrieron el camino para que las potencias coloniales penetraran en ciertas partes del país. La avaricia y el egoísmo pronto resultaron en conflictos y guerra, y finalmente los franceses salieron vencedores en 1817. Entonces vino la verdadera colonización de Senegal.
SE PLANTAN SEMILLAS DE LA VERDAD
Mientras las autoridades mundanas competían por la dominación del África, en 1914 el Creador amoroso, Jehová Dios, estableció su gobierno celestial, que con el tiempo librará a los oprimidos y dará refrigerio a todas las razas. Pero ¿cuándo llegarían a Senegal estas buenas nuevas del reino establecido? Fue en 1951 que penetraron los primeros rayos de luz espiritual en este país. Un testigo de Jehová, que trabajaba entonces para una casa comercial, pudo pasar seis meses en este país. ¿Dejó resplandecer su luz? ¡Ciertamente! En el poco tiempo que pasó en Senegal, sembró muy activamente las primeras semillas de la verdad.
Pero para crecer, las semillas plantadas necesitan agua y cuidado. (1 Cor. 3:5-9) ¿Quiénes más vendrían a esta tierra del sol caliente y la lluvia refrescante para ayudar a la semilla a arraigar y desarrollarse? ¿Quién estaría dispuesto a dejar las comodidades de su hogar para venir a un país nuevo, que de tantas maneras era extraño, para llevar consuelo a las almas afligidas? ¡Cuánto se regocijaron los amantes de la verdad cuando en 1953 un proclamador del Reino que efectuaba su obra como trabajador de tiempo completo, enviado aquí por la sociedad Watch Tower, respondió a aquella necesidad!
¿Recibirían gustosas las autoridades coloniales estos esfuerzos sinceros por llevar un mensaje de paz y esperanza a la gente que tenía hambre de la verdad? Lo contrario sucedió. Este primer precursor especial tuvo que entrar en Senegal como representante de una firma textil. Él dice: “Al principio, hasta cierto grado fue difícil soportar el aislamiento, el vivir sin compañía cristiana y sin reuniones. Pero la predicación me mantuvo ocupado, y pronto hallé a personas que estaban dispuestas a escuchar.”
La gente de Senegal es afectuosa y hospitalaria. Puesto que viven en un país de religiones en contraste, por lo general los senegaleses están dispuestos a considerar asuntos religiosos. En vista de que del 80 al 90 por ciento de la población es musulmana, se presentan muchas preguntas en cuanto a las diferencias que existen entre la Biblia y el Corán, y estas investigaciones a veces conducen a serias consideraciones de asuntos valiosos. Pero también había oposición en aquellos días en que la testificación estaba en sus pequeños comienzos. Aquel año se distribuyó una gran cantidad de nuestras revistas en un sector de Senegal, y esta actividad despertó la ira del clero de la cristiandad, que temía que sus pastos estuvieran siendo asolados. Sin embargo, a pesar de interferencia oficial y amenazas de multas, prisión y deportación, la obra echó raíces. Se halló a los que se interesaban en la verdad, y se les atendió.
Por ejemplo, allá en 1953 se habló con un peluquero portugués. Él aceptó nuestro libro “El reino se ha acercado,” progresó bien, y pronto estuvo asistiendo a las pequeñas reuniones que se habían organizado en el hogar de una persona interesada en la verdad. ¿Qué resultado tendría esto? Bueno, él llegó a ser el primer publicador de congregación de Senegal. Pero desde 1953 esta semilla ha producido abundante fruto y ahora 17 miembros de su familia están glorificando activamente el nombre de Jehová.
En 1954 llegó una pareja de precursores especiales para suministrar más ayuda. Aparte del problema de ajustarse al clima las costumbres y el alimento, estos primeros precursores afrontaron otras dificultades. Muchas de las personas a quienes hablaban no podían leer francés (el idioma nacional) y a los precursores se les hacía necesario pasar muchas horas enseñándoles primeramente a leer y entonces ayudándoles a entender la Biblia. Pero con mucha paciencia y la bendición de Jehová, la obra empezó a cobrar empuje. El mensaje del reino de Dios estaba empezando a dejarse sentir en Senegal.
Por ejemplo, para 1954 funcionaban tres grupos de estudio bíblico en Senegal, y el promedio de asistencia era de 20 personas. Durante la testificación de casa en casa aquí, los Testigos hablaron con personas procedentes de Gorea (Gorée), y se enteraron de que la mayoría de los residentes de aquella isla habían leído nuestra literatura. De hecho, habían estado diciendo a otros que nuestra literatura contenía la pura verdad. Por eso, aunque todavía no habíamos trabajado de casa en casa en Gorea, “ya se ha testificado a esa isla,” escribió un proclamador del Reino.
EMPIEZA LA ACTIVIDAD MISIONAL
En 1935 hubo más aumento. El 15 de mayo el grupito se emocionó cuando otras seis personas se declararon de parte de Jehová. Para el fin del año hubo otra respuesta a la ‘llamada de Macedonia.’ (Hech. 16:9) Jean Queyroi, graduado de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, llegó a Senegal, y nuestra obra llegó a estar más sólidamente enclavada en el país.
Pero ¿a qué clase de territorio se enfrentaría este misionero? ¿Cómo era la gente? ¿Cómo responderían al mensaje del Reino?
Senegal había adelantado mucho desde el tiempo en que los nómadas árabes de Mauritania habían descubierto las aguas refrescantes del río Senegal, o las tribus africanas en emigración se habían establecido originalmente a lo largo de los ríos Casamance y Gambia, allá a principios del siglo once. Durante los siguientes siglos, diversas tribus se habían desarrollado en este país de contrastes.
La tribu más populosa es la de los volofs, una raza alta y majestuosa que se distingue por su muy colorida vestidura. Los hombres usan pantalones abultados y un boubou, una gran vestidura exterior que fluye hasta el suelo en un despliegue deslumbrante de colores. Con frecuencia los volofs hacen sus casas cuadradas, y de paja o arcilla. Practican la poligamia extensamente. Después vienen los sereres, que tienen como ocupación principal la agricultura, el cultivo del mijo y el maní o cacahuete. Se cree que los fulahs descendieron de matrimonios entre beréberes y miembros de las tribus africanas locales; por lo general crían ganado. La tribu de los tocoloros fue la primera que aceptó la religión musulmana. Y luego tenemos a los saracoles (soninkes), los mandingos y los diolas, que cultivan arroz y son comerciantes.
Aunque casi todos los residentes de Senegal alegan que son o musulmanes o católicos, por todas partes se observa claramente la práctica de las antiguas religiones animistas. Se ve que los individuos llevan gri-gris, o amuletos de la buena suerte, en los brazos, la cintura, las piernas y tobillos, o entretejidos en su pelo. Muchas veces se ven estos artículos suspendidos del cuello de ovejas, cabras y hasta caballos. Se pagan grandes sumas de dinero para que se pronuncien bendiciones sobre estos amuletos que supuestamente han de proteger de los malos espíritus al que los lleva o mantener el afecto del esposo o la esposa a su cónyuge. Ciertamente Senegal era un país de contrastes a la espera de los celosos siervos de Jehová... un país de arbustos y bosques; de aves silvestres y bestias feroces; de agua clara y refrescante y regiones infestadas de paludismo; de maní o cacahuete y arroz; de petróleo y material textil; de ganaderos y de gente que echaba las redes para la pesca; de pintorescas aldeas africanas y una gran ciudad capital moderna, Dakar, con más de 798.700 habitantes.
El misionero Jean Queyroi tuvo mucho que hacer cuando apareció en el escenario para hacer su obra en 1955. Él dice: “Solo había un grupito aislado en Senegal cuando llegué. Pero vi que el territorio estaba maduro para la siega. ¡Y qué variedad! Dakar es una gran ciudad cosmopolita en la cual hay senegaleses, guineos, malíes, togoleses, dahomeyanos, mauritanios, libaneses y sirios, así como portugueses y otros europeos, especialmente franceses. Nos esperaba un gran trabajo. La población musulmana no mostraba mucho interés en la verdad, pero siempre estaba dispuesta a oír. Pronto comenzamos estudios bíblicos, y la gente empezó a manifestar interés en la verdad.”
Una dificultad que tuvieron los primeros Testigos tuvo que ver con introducir suficiente literatura bíblica en el país para usarla en el servicio del campo. Había que enviar todos los libros y publicaciones por correo en paquetes pequeños, y cada vez que los libros pasaban por la aduana se presentaba una situación delicada. A veces un celoso aduanero abría el paquete y, al ver toda la literatura, hacía muchas preguntas. Como resultado de estas cosas, varios paquetes fueron confiscados.
EMPIEZA EL CRECIMIENTO
Aunque aquí el cristianismo verdadero todavía estaba en sus días de pequeños comienzos, la organización amorosa de Jehová no pasó por alto al pequeño núcleo que se iba desarrollando en este país. Con gran gozo y emoción, estos industriosos proclamadores del Reino se prepararon para la visita de un director de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract de Pensilvania, M. G. Henschel, a quien acompañó Harry Arnott. ¡Y fue un privilegio adicional el saborear algunos de los gozos de la asambleas de 1955! Los hermanos visitantes pronunciaron seis de los principales discursos de las asambleas en una asamblea de tres días que se celebró del 5 al 7 de diciembre de 1955, para solo un grupito de publicadores. Como resultado de esta visita, en Dakar se formó una congregación, la primera de Senegal. Esta congregación informó un máximo de 18 publicadores durante el año de servicio de 1956.
¡Cuánto nos emocionó ver una concurrencia de 42 personas en el Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo en 1957! Aquel año hubo un máximo de 22 publicadores, un aumento de 50 por ciento sobre el año anterior. Por supuesto, durante este período de tiempo Senegal era todavía una colonia de Francia, y había muchos franceses trabajando aquí. A éstos se les testificó, y algunos empezaron a participar en la testificación. Pero, puesto que no permanecían en Senegal, solo traían un aumento temporero a la congregación local, y regresaban a Francia poco tiempo después.
Fue en 1956 que se testificó a una familia que más tarde desempeñaría un papel importante en el desarrollo de los intereses del Reino en este país de contrastes. Se comenzó un estudio bíblico con una joven señora católica, y poco tiempo después el esposo de ella... un hombre prominente en la administración de los impuestos del gobierno local, comenzó a estudiar también. Estas personas venían de familias bien conocidas en Dakar y San Luis. Hubo que aclararles muchos puntos doctrinales, pero con el tiempo la verdad produjo buenos resultados. El esposo acostumbraba fumar muchísimo, y en su oficina, sobre su escritorio, había un gran despliegue de pipas, sin mencionar los encendedores, las bolsas de tabaco, y así por el estilo. Entonces cierto día, ¡todo aquello desapareció de allí! “Sí,” dijo él con confianza, “me libré de todo. He acabado con eso... ¡no fumo más!” ¡Aquello ciertamente había sido un paso en la dirección correcta!
Toda la familia valerosamente se declaró de parte de la verdad. ¡Y qué conmoción creó esto en Dakar! “¡Qué! ¿Los Fourcaults van a ser testigos de Jehová? ¡Qué vergüenza!” Puesto que eran de familias bien conocidas, y algunos miembros de estas familias ocupaban posiciones encumbradas, la nueva posición de ellos a favor de la verdad bíblica difícilmente agradaba a nadie. Sin embargo, ellos resistieron toda oposición y adelantaron rápidamente hasta el punto de simbolizar su dedicación a Jehová por medio de bautismo en agua. El resultado de aquello fue que con el tiempo todos los miembros de la familia llegaron a ser testigos activos de Jehová.
SE PRESENTA LA OPOSICIÓN
La obra iba progresando, pero no sin que hubiera oposición oficial. Nuestros hermanos, en un esfuerzo por llegar a otros grandes centros de población del interior, cierto día estaban trabajando en Kaolack, una ciudad de más de 106.800 habitantes situada a unos 177 kilómetros de Dakar. Allí se encontraron con el comisionado de la policía, y el misionero recuerda lo siguiente: “Me pidió que entrara y dijo: ‘Yo sé lo que ustedes están haciendo aquí. ¡Sígame!’ Me llevó a su oficina y me dijo que tomara asiento. ‘Yo los conozco bien a ustedes y tengo un archivo sobre ustedes,’ dijo. Parecía que ya habían expulsado de allí a un hermano. ‘¡Él era de esta ciudad y se le pidió que se fuera porque hacía lo que ustedes están haciendo!’ exclamó el comisionado, y añadió: ‘La obra de ustedes está proscrita aquí en Senegal. No pueden predicar aquí.’ ¡Y allí estaba yo sentado delante de él con un maletín lleno de libros y folletos, bien a la vista de él! Él nos pidió que regresáramos a Dakar y dijo que se vería obligado a entregar un informe acerca de nosotros. ¿Qué íbamos a hacer? Estábamos en esta zona virgen y no queríamos irnos sin efectuar algo. Por eso, fuimos a otra parte el pueblo y trabajamos toda la mañana en el servicio; colocamos 55 libros y centenares de folletos.” Felizmente, los hermanos no oyeron nada más de parte de las autoridades. Pero nuestra obra continuaría por varios años más sin reconocimiento legal.
AUMENTANDO NUESTROS ESFUERZOS
La pareja de precursores asistió a la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” en la ciudad de Nueva York en 1958 y regresó con mayor entusiasmo para edificar a los “nuevos.” El hermano Wilfred Gooch nos visitó como superintendente de zona en enero de 1959, y su excelente consejo fue muy apreciado por las 31 personas que escucharon su discurso principal. Sin embargo, un gozo vino tras otro, pues en febrero vino a Senegal por primera vez el hermano N. H. Knorr, entonces presidente de la Sociedad Watch Tower. Ciertamente éste fue el más sobresaliente acontecimiento hasta entonces en el desenvolvimiento de nuestra obra en este país de variedad. Disfrutarnos de cuatro días emocionantes, y hubo un máximo de 42 oyentes atentos como auditorio para el discurso especial del hermano Knorr.
Jean Queyroi, quien tenía el deseo de dar comienzo a la obra en otros países de habla francesa del África occidental, fue enviado a Guinea en abril de 1959. En aquel tiempo había dos hermanos activos en Conakry, y él pudo fortalecerlos para la obra futura a pesar del aislamiento de ellos. Pero la visita no careció de excitación. En la misma noche en que el hermano Queyroi bajó del avión en Conakry brotaron serias dificultades entre las diferentes tribus, y el ejército tuvo que intervenir. “Hubo algunos muertos,” recuerda el hermano Queyroi. “También hubo heridos, e incendios. Pero nosotros no dejamos de visitar el día siguiente a las personas que habían mostrado interés en la Biblia. En algunas calles había barricadas, y la gente tenía temor. Sin embargo, la situación se calmó a tal grado que pude ayudar a dos hermanos fieles a continuar su obra pacífica de hacer discípulos a pesar de la perturbación que reinaba.”
En mayo de 1959 la Sociedad le pidió al hermano Queyroi que visitara las islas del Cabo Verde, un grupo de islas en el Atlántico, a las afueras de la costa occidental del África, y bajo dominio portugués. Esta visita fue muy provechosa, puesto que muchas de las personas que iban entrando en la verdad en Senegal habían emigrado de estas islas en busca de empleo. El hermano Queyroi llevó consigo a un hermano portugués de Dakar y, aunque solo pudieron visitar una de estas islas, hablaron con muchas personas que mostraron interés y colocaron en manos de ellas mucha literatura, mayormente gratis, debido a la extrema pobreza que reinaba. En las islas la situación no era como en Dakar, donde existían muchas diferentes religiones. Aquí, la Iglesia Católica todavía era muy poderosa e infundía mucho temor en la población. Todo el que pasaba frente a una iglesia tenía que saludarla; de las mujeres se exigía que se arrodillaran con una rodilla tocando el suelo, y se suponía que los hombres se quitaran el sombrero. Todos hacían la señal de la cruz. A pesar de esta fuerte dominación religiosa, los hermanos hicieron cuanto pudieron por sembrar semillas de la verdad.
Hasta aquel tiempo, la mayoría de los que sinceramente abrazaban la verdad bíblica en Senegal eran de origen portugués y francés, y muchos de estos últimos regresaban a Francia después de pasar un tiempo limitado en África. Por eso, en 1960 hubo una pequeña disminución, pero los lugares que dejaban vacantes los que se iban eran ocupados por otras personas que se interesaban en la verdad. Eso hizo que el número de personas de la congregación permaneciera más o menos igual.
En 1960, el interés amoroso de la Sociedad la impulsó a hacer arreglos para que vinieran precursores africanos a servir aquí y así se llegara mejor a la población. A muchas personas les alegraba que un toubab o europeo fuera a sus hogares, pero por lo general no tomaban muy en serio nuestro mensaje. En marzo de aquel año llegó de Camerún un precursor africano. ¡Cómo se emocionó ante la afectuosa acogida que recibió! Él traía consigo todas sus posesiones materiales en una sola maleta cuando descendió del avión en el aeropuerto. Lágrimas de gozo le bajaron por las mejillas cuando se enteró de que, en muestra de aprecio por su venida, los hermanos habían alquilado un pequeño apartamiento y lo habían preparado con cama, estufa y los utensilios de cocina necesarios. Él ayudó mucho a atender a los senegaleses que se interesaban en la verdad, los cuales ahora vieron que la verdad no era solo para el toubab, sino también para el africano. Aquel año los hermanos se regocijaron al ver que hubo 10 africanos entre las 45 personas que estuvieron presentes para el Memorial.
Pero este interesante país de contrastes, con su clima siempre cambiante, puede también presentar problemas de salud, como aprendieron el hermano Queyroi y su esposa. ¡Cuánto se entristecieron al comprender que tenían que partir del país y alejarse de sus hermanos y hermanas espirituales!
Para principios de 1960 ciertamente ‘la mies era grande pero los obreros pocos’ en Senegal. (Mat. 9:37, 38) Se necesitaban más obreros o trabajadores. ¿Quiénes responderían a la llamada por ayuda? En el mismo mes de junio de 1960, cuando una pareja de siervos de tiempo completo partió del país, otra pareja de precursores descendió de la embarcación en el famoso puerto internacional de Dakar. Eran el hermano Casimir Krawczyk y su esposa, que recuerdan vívidamente sus primeras impresiones:
“Estábamos muy entusiasmados a pesar del viaje relativamente difícil que acabábamos de hacer. Pero notamos un gran contraste... ¡el calor! ¿Podríamos adaptarnos al cambio? Con la ayuda de Jehová, estábamos dispuestos a tratar de hacerlo.”
El trabajar lado a lado con la pareja que se disponía a partir ayudó al hermano y la hermana Krawczyk a ajustarse a su nuevo ambiente. Pero ellos dicen: “Recordamos que cierto día mencionamos lo difícil que era trabajar o abarcar el territorio y, especialmente, hacer revisitas, porque en algunos lugares todas las casas parecían exactamente iguales. Eran simplemente chozas de madera que se apoyaban unas en otras sobre la arena candente. Pero alguien replicó que por lo menos podíamos agradecer el que las casas no se mudaran de allí... siempre estarían allí en el mismo lugar. Con el tiempo se aprende a distinguir entre todas las casas similares.”
ESFUERZOS POR OBTENER RECONOCIMIENTO LEGAL
Un desenvolvimiento importante que afectó la vida de toda la gente, y que con el tiempo también tendría efectos favorables en la obra de dar testimonio, fue el hecho de que a Senegal se le otorgara independencia de la potencia colonial francesa en 1960. Ya en 1958 habíamos hecho los primeros esfuerzos por legalizar nuestra obra, pero no habíamos tenido éxito debido a la hostilidad de los poderes coloniales para con los testigos de Jehová. Ahora que se había declarado la independencia, hicimos un segundo esfuerzo, en 1961, pero una vez más fracasamos, puesto que los mismos funcionarios franceses todavía dirigían la Seguridad Nacional. Cuando el hermano M. G. Henschel se detuvo en Dakar en 1963, nos estimuló a continuar trabajando por legalizar nuestra obra en Senegal. Aquel tercer esfuerzo, en 1963, quedó sin respuesta.
Entonces, a principios de 1964, presentamos nuestra causa ante el director de asuntos políticos, quien tuvo que ver con las falsas acusaciones que se levantaron contra nosotros... que éramos una sociedad secreta que incitaba a insubordinación, hostilidad religiosa, y así por el estilo. Invitamos al director a asistir a nuestras reuniones, y a hacerlo inesperadamente. Información acerca de nuestra sujeción a las “autoridades superiores” finalmente lo convenció de que los testigos de Jehová respetan la ley y el orden. (Rom. 13:1-7) Además, los hermanos que se encargaron de nuestro caso firmaron una declaración en la cual afirmaban que todas las acusaciones que se habían hecho contra nosotros eran falsas. Un paso final fue una visita al ministro del Interior. Así, las autoridades senegalesas quedaron convencidas. Su decisión de otorgarnos reconocimiento legal ciertamente fue algo que honró al gobierno, pues las autoridades habían rehusado basar su juicio en las acusaciones de nuestros enemigos, y, en vez de eso, habían examinado el caso con imparcialidad.
Ahora que la “Association les Témoins de Jéhovah” es registrada, mucho más se podía hacer en el sentido de introducir literatura en el país así como conseguir trabajadores adicionales para el campo, graduados de la Escuela de Galaad con entrenamiento especial. ¡Cuán patente es que no solo debemos orar pidiendo que acontezcan ciertas cosas, sino también tomar la iniciativa para que Dios bendiga nuestros esfuerzos! Y el brazo de Jehová no se ha acortado.—Isa. 59:1.
ESTABLECIÉNDONOS MEJOR
Por varios años nuestra obra aquí había continuado sin la ayuda de graduados de Galaad, pues a los primeros se les hizo necesario salir del país. ¡Cuán provechoso fue, pues, que el hermano George Amado llegara a Senegal el 24 de septiembre de 1963, y que poco después llegaran otros misioneros que habían recibido entrenamiento especial! Ahora, por primera vez, se abrió un hogar misional y se invitó a varios precursores especiales a estar bajo el arreglo misional, aunque no habían asistido a la Escuela de Galaad. Esto permitió que más siervos de tiempo completo permanecieran en sus asignaciones.
Hasta este tiempo la obra de predicar el Reino en Senegal había estado bajo la dirección de la sucursal de la Sociedad Watch Tower en París, Francia. Pero para mejorar la supervisión de nuestra actividad aquí, se estableció una sucursal en Senegal misma. Por eso el 22 de agosto de 1965 llegó a este país de contrastes Emmanuel Paterakis, acompañado de su esposa, para disfrutar del feliz privilegio de organizar la sucursal local. La sucursal había de empezar a funcionar el 1 de septiembre de 1965, y tendría también la tarea de atender la obra de proclamar el Reino en Gambia, Malí y Mauritania. Primero hubo que hallar un buen lugar para el hogar misional y sucursal... una tarea que de ningún modo fue fácil. Pero con la bendición de Jehová y con el ejercicio de perseverancia se estableció la oficina local en Dakar.
DANDO EXPANSIÓN A NUESTRO CAMPO DE ACTIVIDAD
En vista de la urgencia de los tiempos, se hicieron arreglos para dar mayor expansión al campo de actividad en Senegal. Anteriormente, cuando las tribus africanas se establecieron a lo largo del río Casamance, hallaron que aquella zona era muy fértil, una tierra de bosques y agua, de arroz y mijo. Ziguinchor llegó a ser la capital de la región de Casamance. Hoy es una ciudad floreciente de más de 72.700 habitantes. Y tal como los colonizadores primitivos hallaron disponible un suministro abundante de agua literal, así en 1965 otros precursores hicieron disponibles las refrescantes ‘aguas de la verdad’ para el beneficio de la gente de la región de Casamance. Dos precursores especiales fueron asignados a Ziguinchor, y descubrieron que esta región predominantemente católica era un campo productivo que se podía cultivar.
Pero ¿qué hay de otras zonas en esta tierra de costumbres e idiomas diferentes? Había que llegar a estas zonas también. Cuando un matrimonio de misioneros fue expulsado del país de Malí en septiembre de 1965, recibieron la asignación de abrir un hogar misional en San Luis (Saint-Louis). Esta ciudad de unos 88.400 residentes se encuentra en la boca del río Senegal, la importante vía fluvial que atrajo a las tribus desérticas primitivas a este país de contrastes. San Luis, ubicada principalmente sobre una isla, fue fundada en 1659, cuando Luis XIV gobernaba en Francia, y hubo un tiempo en que fue la capital de la colonia francesa en Senegal. Esta ciudad, ahora principalmente musulmana, ha sido uno de los territorios más difíciles de trabajar para el desarrollo de nuestra obra. No obstante, los primeros siervos de tiempo completo que trabajaron en San Luis comenzaron varios estudios bíblicos, y algunos de éstos fructificaron más tarde.
Thies es una ciudad de unos 117.300 habitantes ubicada a unos 64 kilómetros tierra adentro desde Dakar. Para el fin de 1965 se hicieron arreglos para cultivar este “campo.” Al principio, los primeros dos precursores especiales experimentaron penalidades, pues casi todas las calles eran de arena roja, suelta y semejante a polvo, y hasta el andar era difícil, lo cual da una idea de lo difícil que era el tratar de usar una bicicleta. ¡Qué refrescante era una ducha fría después de pasar muchas horas allí buscando a personas que manifestaran mansedumbre como de ovejas entre las pintorescas casuchas y las chozas de paja!
Se hicieron arreglos para presentar discursos públicos, se exhibieron películas producidas por la Sociedad y se comenzaron estudios bíblicos. Los misioneros asignados a Thies aumentaron las filas de los obreros en la “mies.” Pero hubo dificultades, también... oposición desde el exterior y, debido a la conducta imprudente de algunos, problemas desde el interior. Se tomaron medidas para corregir la situación y éstas dieron buenos resultados. Hoy, hay 13 publicadores del Reino en Thies, asistidos por los misioneros que ahora están asignados a aquel lugar.
LA OPOSICIÓN NO NOS ARREDRA
Una señora católica había optado por unirse a los protestantes debido a que éstos tenían mayor tendencia a leer la Biblia. Pronto se dio cuenta de que, aunque leían más la Biblia, no hacían nada para ayudar a la gente a entender las Escrituras. Años después, el esposo de ella, que era musulmán, vino a casa con tres folletos que había obtenido de un testigo de Jehová. Él se burló de la declaración de que Dios tenía un Hijo. Sin embargo, la esposa del hombre, al leer los folletos, reconoció el sonido claro de la verdad y escribió a la Sociedad pidiendo ayuda. A pesar de la mucha oposición que recibió de su esposo, esta sincera buscadora de la verdad, junto con su joven hija, hizo esfuerzos por estudiar la Biblia. Indignado, el esposo envió a su hija de 17 años al Líbano para que aprendiera y practicara la religión musulmana. ¿Qué resultado tuvo esto? ¡Ella regresó, plenamente convencida de que los testigos de Jehová tenían la verdad!
El padre airado echó de la casa tanto a esta joven como a su madre. Pero esto no evitó que ellas se bautizaran en símbolo de su dedicación al “Dios de paz.” (Fili. 4:9) A pesar de muchas pruebas, no vacilaron en la fe, sino que llegaron a ser las primeras publicadoras del Reino en Rufisque, una ciudad pequeña a varios kilómetros costa abajo desde Dakar.
EL COMIENZO EN GAMBIA
En 1965 la sucursal recién establecida en Dakar empezó a atender la obra del Reino en Gambia, el pequeño país que parece el hocico de un caimán mordiendo a Senegal por el medio. Aparentemente es solo debido a la ocupación de los poderes coloniales que Gambia existe como un país separado de Senegal, puesto que los orígenes y pueblo de ambos países son los mismos. Puesto que fueron los ingleses los que primero penetraron en esta tierra que abraza al poderoso río Gambia, fue inglés más bien que francés el idioma que llegó a hablar mucha de la gente local. En 1816 el capitán Alexander Grant fundó la ciudad de Bathurst, que desde entonces ha llegado a ser la capital, con 50.000 habitantes. Gambia misma tiene una población de alrededor de 493.000 personas.
Es muy difícil determinar cuándo se declararon por primera vez las “buenas nuevas” en Gambia. Los hermanos que trabajaron en Bathurst (ahora Banjul) se han encontrado con personas que tienen Estudios de las Escrituras, libros escritos por el hermano C. T. Russell. Es posible que fuera Brown “el de la Biblia,” un testigo de Jehová que años atrás sirvió en Gambia por algún tiempo, quien dejara estas publicaciones en manos de estas personas. O quizás esta literatura llegó desde Sierra Leona.
En 1949 entraron en Gambia dos proclamadores del Reino que servían de tiempo completo. Aquel año hubo considerable actividad, pues los dos misioneros y un publicador de congregación informaron haber colocado más de 1.000 piezas de literatura y estar conduciendo ocho estudios bíblicos en las casas de la gente. Estos primeros misioneros permanecieron en Gambia casi cuatro años; después que partieron de allí, el puñado de publicadores locales sirvió por varios años sin la ayuda de precursores. Sin embargo, el 21 de diciembre de 1958 el graduado de la Escuela de Galaad Samuel Akinyemi fue asignado junto con su esposa a Gambia. Ellos dejaron familia y amigos en Nigeria, pues estaban deseosos de efectuar el trabajo que se había ofrecido. Durante este período Gambia era atendida por la sucursal de la Sociedad en Ghana.
El trabajo diligente del pequeño núcleo de dos precursores especiales y dos publicadores de congregación pronto dio excelente fruto, pues hubo un máximo de nueve publicadores que informaron servicio del campo en 1959. Las visitas regulares de superintendentes de zona y de circuito contribuyeron mucho a edificar la fe y fortalecer la organización. Aunque 41 personas asistieron al Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo aquel primer año, los vínculos con Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, eran fuertes, y las supersticiones y prácticas antiguas estaban profundamente arraigadas en la gente. Pocas personas abrazaron la verdad, y Gambia ha resultado ser una asignación relativamente difícil para los proclamadores del Reino.
LOS CLÉRIGOS CLAMAN
Los clamores de angustia de los falsos pastores religiosos de la cristiandad pronto se oyeron por todo el país. Ellos estaban haciendo grandes esfuerzos por apagar la luz de la verdad que ahora estaba empezando a brillar. (Sal. 43:3) Solo 10 meses después de la llegada del hermano Akinyemi y su esposa, o sea, el 16 de octubre de 1959, la policía local les notificó que eran inmigrantes prohibidos y tenían 14 días para salir de Gambia. ¿Y qué razón se dio para esta acción? Eran “testigos de Jehová.” ¡Eso era todo! Pero el caso fue llevado al tribunal para ‘defender y establecer legalmente las buenas nuevas,’ y los hermanos fueron bendecidos con victoria, y los precursores especiales pudieron permanecer en Gambia.—Fili. 1:7.
El clero anglicano amenazó al propietario de un teatro local donde celebrábamos nuestras reuniones. Este hombre no se dejó intimidar, y declaró: “Estas personas están hablando acerca de Dios, no del Diablo. Por eso, ¿por qué debería yo echarlos, si yo mismo soy un hombre de Dios? ¡No! ¡Rehúso hacer lo que los curas quieren!”
Desde diciembre de 1960 la obra del Reino en Gambia llegó a estar bajo la dirección de la sucursal de la Sociedad en Sierra Leona. Las visitas regulares de los superintendentes viajantes fueron muy edificadoras en sentido espiritual y resultaron en el logro de un máximo de 15 publicadores en 1961.
En los años 1961 y 1962 hubo acción en el escenario jurídico, pues las autoridades estaban resueltas a marcar a los testigos de Jehová como inmigrantes prohibidos. Llevamos al Tribunal Supremo dos casos relacionados con dos precursores especiales que vinieron de Sierra Leona y un superintendente de circuito que visitaba, y el fallo nos favoreció... ¡una prueba evidente de que Jehová ayudaba a sus siervos! Así, permaneció abierta una puerta para mayor actividad.
Otro gran paso adelante fue el que en 1962 se formara la primera congregación del pueblo de Jehová en Gambia. Además, la ley que declaraba a los testigos de Jehová inmigrantes prohibidos fue abrogada y los hermanos tuvieron mayor libertad y tranquilidad mental. Entonces, en septiembre de 1965, la sucursal que poco antes había sido organizada en Senegal empezó a atender las necesidades de los hermanos de Gambia. Aquel mismo año, las visitas regulares del superintendente de circuito procedente de Senegal contribuyeron a que hubiera progreso firme en las actividades teocráticas en Gambia. Para los Testigos de Gambia era más fácil asistir a asambleas de circuito y distrito en Dakar debido a la cercanía, y se hicieron arreglos para que ellos tuvieran un programa especial en inglés allí.
Ahora que la ley que decía que los testigos de Jehová eran inmigrantes prohibidos había sido abrogada, ¿sería posible lograr que nuestros misioneros entraran en el país para suministrar ayuda? En 1967 se hizo un esfuerzo con ese fin, pero no tuvo éxito. Las autoridades han emitido una orden que limita a tres la cantidad de representantes extranjeros que los testigos de Jehová pueden tener en Gambia. A pesar de esfuerzos consistentes hechos por la Sociedad y hermanos locales para lograr que se remueva esta orden, ningún misionero ni otros siervos de tiempo completo han podido entrar en Gambia para apoyar a la pequeña congregación de Banjul.
LAS “BUENAS NUEVAS” LLEGAN A MALÍ
Un tercer país del África occidental que vino a estar bajo el cuidado de la sucursal de la Sociedad en Senegal fue Malí. Malí, una enorme zona de tierra adentro que penetra bastante en el desierto del Sáhara y limita con Argelia en el norte, es un país de arena —arena candente y semejante a polvo bajo un Sol ardiente— principalmente en las regiones septentrionales de Sahel y Sáhara. Sin embargo, las regiones meridionales, especialmente la parte regada por el majestuoso río Níger, son verdes, y en ellas hay algunos bosques y vegetación lujuriante. La hermosa ciudad capital de Bamako está a ambas riberas del río Níger.
Los 5.000.000 de habitantes de Malí, que varían desde los árabes blancos que son nómadas del desierto hasta miembros de tribus africanas de piel oscura, son un pueblo amigable, hospitalario, que contrasta agudamente con el desierto inhóspito que los rodea. Las primeras “aguas” de la verdad empezaron a fluir en Malí durante 1962 cuando la Sociedad invitó a cuatro hermanos de Ghana a empezar a cultivar el campo espiritual allí. Después de un curso concentrado y apresurado de francés en Abidján, en la Costa de Marfil, el hermano Ewuley Sarpey y sus tres compañeros esperaban emocionados conocer su nueva asignación. ¿Diferiría mucho de Ghana?
¡Ciertamente resultó así! Al principio parecía casi imposible soportar el calor del clima, pero los cuatro proclamadores del Reino pronto aprendieron a aprovechar las horas más frescas del día. Las reuniones para salir al servicio del campo se celebraban a las siete de la mañana. Después de unas tres horas de servicio, caminando sobre la arena candente y suelta, era tiempo de ir a la fresca protección que brindaba el hogar y descansar, comer y tomar una muy necesaria siesta antes de prepararse para partir para el campo de nuevo a las cuatro de la tarde. Muchas veces se extendían en la obra hasta las horas del anochecer avanzado, que eran más frescas.
Dos de estos precursores regresaron a Ghana en 1964. Para ocupar el lugar de ellos, se invitó a los precursores especiales Rene Peyronnet y su esposa a dejar su asignación en Argelia y venir a ayudar en Malí. Pero el clima puede ser un duro problema para algunos y, después de unos cuantos meses, surgieron problemas de salud que los obligaron a regresar a Francia. El hermano Lucien Frizon y su esposa reemplazaron a esta pareja el 10 de mayo de 1964, y fueron asignados a la ciudad de Bamako.
La gente de Bamako vivía dentro de patios pequeños y atestados en los cuales había varias familias muy juntas, y a menudo compartiendo las casitas que allí había. Los animales vagaban libremente por donde quizás estuvieran las mujeres charlando y preparando una comida. Y en medio de toda esta conmoción, como si en otro mundo, quizás había un musulmán de edad avanzada sentado sobre una estera de paja, bajo un árbol de mango, con una marmita de agua al lado. El agua servía para las abluciones que hacía antes de orar. No era fácil penetrar en el pensamiento de estas personas.
En medio de este escenario primitivo había que declarar las “buenas nuevas.” Los precursores, pidiendo en oración la ayuda del espíritu de Jehová, se enfrentaron al trabajo que tenían que hacer. Sirvieron incansablemente, día tras día, declarando un mensaje de paz y consuelo. Se les unió otra pareja de precursores especiales en el verano de 1965. Pero el mensaje del reino de Dios no fue bien recibido por todos, y pronto se experimentó intervención oficial. En septiembre de 1965, precisamente cuando la obra de predicar el Reino llegó a estar bajo el cuidado de la recién establecida sucursal de Senegal, los cuatro precursores especiales fueron deportados de Malí. Todos fueron reasignados a Senegal.
Pero el Adversario no ha podido quemar las semillas de la verdad que se plantaron y entonces brotaron en Malí. El hermano Sarpey ha permanecido en Malí y ha seguido trabajando allí fielmente como precursor especial, mientras ha atendido también a su esposa y dos hijos. El hermano John Ansah, entonces un muy celoso precursor regular, fue una verdadera ayuda en este tiempo crítico debido a la amistad que tenía con hombres que estaban en autoridad. ¡Qué bendición es para nuestra obra el hecho de que el hermano Sarpey continúa en el servicio de tiempo completo, ahora como precursor especial! ¡Él ciertamente suministra un excelente ejemplo de aguante y perseverancia!
PRIMEROS ESFUERZOS EN MAURITANIA
La obra de declarar las “buenas nuevas” en la no muy densamente poblada República Islámica de Mauritania también está bajo la supervisión de la sucursal de la Sociedad en Dakar. En 1966 se recibieron los primeros informes de la actividad de testificar desde aquel territorio. Esto indicó que existía un pequeño oasis espiritual para los que moraban en el desierto en ese país. El pueblo, compuesto principalmente de tribus árabes nómadas, disfruta de pocas comodidades modernas, y el camello sigue siendo uno de los principales medios de transportación. El lenguaje oficial es francés, aunque la lengua nacional es el árabe, y éste es el idioma que habla la mayoría de los habitantes. Pero la actitud oficial para con nuestra obra es muy desfavorable, y no es fácil hacer discípulos en medio de las condiciones actuales. Los dos publicadores que había en 1966 eran hermanas, esposas de hombres que habían sido enviados a Mauritania por contratos de empleo. Salieron del país a fines de mayo de 1967.
No obstante, la luz de la verdad ha seguido brillando en Mauritania por medio de un hermano que se mudó a la capital, Nouakchott, a fines de 1968. Aunque este hermano acababa de bautizarse, logró mucho en cuanto a distribuir nuestra literatura y empezar algunos estudios bíblicos en los hogares de la gente. Más tarde, cuando él se mudó a Francia, una publicadora aislada de Rosso, en la frontera de Senegal, empezó a testificar cada mes. A esta persona interesada en la verdad se le hacía posible viajar a Dakar con bastante frecuencia y así podía recibir estímulo espiritual. Además, una hermana de Dakar conducía un estudio bíblico con ella por correspondencia.
MÁS PROGRESO EN SENEGAL
Nuestra obra en Senegal continuó adelantando, y, después de haberse establecido la sucursal en Dakar, la supervisión desde más cerca resultó en verdadero fortalecimiento para la organización local. Hubo un aumento de 33 por ciento, y 98 publicadores informaron servicio en 1966, entre ellos 16 precursores especiales y misioneros. Las asambleas de circuito y distrito regulares contribuyeron a que hubiera mayor espiritualidad.
En 1967, unos 15 años después que los primeros rayos de la verdad brillaron en este país de contrastes, pasamos de la cantidad de 100 publicadores, pues hubo un número máximo de 120 publicadores participando en el servicio. Con regularidad venían informes entusiásticos de San Luis, Thies y Ziguinchor. Las dos congregaciones de Dakar crecían constantemente, a pesar de la gran cantidad de hermanos que partían de Senegal cada año debido al programa gubernamental de “senegalización” de los empleos. Veinte proclamadores del Reino que trabajaban de tiempo completo llevaban la delantera en la actividad, y constante y cuidadosamente abrían a la testificación el diversificado territorio. ¡Qué emocionante fue ver a 268 personas reunidas para la celebración del Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo aquel año! Senegal es un paraíso para el pescador, y también, en armonía con las palabras de Jesús, continuamente se ha estado ‘pescando vivos’ a más hombres y entrenándolos en echar sus redes espirituales para una pesca.—Luc. 5:9-11.
Las publicaciones de la Sociedad ciertamente han servido bien aquí para familiarizar a la gente con su Creador, Jehová Dios. Particularmente se conoce bien la revista ¡Despertad! Gente de toda posición reconoce su valor, y casi toda persona con quien los Testigos han hablado ha leído o ha visto la revista ¡Despertad! Muchas personas escuchan con respeto cuando se enteran de que los publicadores de esta revista son los testigos de Jehová. Con frecuencia la gente nos detiene en la calle y nos pide el último ejemplar, y se han comenzado muchos estudios bíblicos gracias a ¡Despertad!
En las postrimerías de los años sesenta, en las filas de los siervos de tiempo completo de Dios en Senegal hubo crecimiento constante. En 1968 entraron más misioneros en este país de contrastes, y se alcanzó un nuevo máximo de 139 publicadores, y 339 personas se reunieron en conmemoración de la muerte de Jesús. Por primera vez el total de las horas dedicadas a la testificación pasó de 50.000, y cada mes se conducían 266 estudios bíblicos. Se estaba preparando el escenario para crecimiento futuro.
LAS ASAMBLEAS “PAZ EN LA TIERRA”
¡Y qué bendiciones nos esperaban en 1969! Con la ayuda de las contribuciones generosas de los hermanos de todo el mundo, muchos misioneros tuvieron el privilegio de asistir a una de las Asambleas Internacionales “Paz en la Tierra” en Europa o en las Américas. ¡Qué gozo! Además de los misioneros, más de 50 de los Testigos locales asistieron a asambleas en París, Nuremberg y Nueva York. Los tres precursores especiales que servían entonces en Gambia fueron a una asamblea en Londres, Inglaterra. Todos los que asistieron a las asambleas regresaron refrescados y fortalecidos para el trabajo futuro.
Por supuesto, a muchos publicadores se les hizo imposible salir de Senegal para asistir a una de las grandes asambleas de 1969. Por eso, la Asamblea de Distrito “Paz en la Tierra” que se celebró en Dakar del 25 al 28 de diciembre tuvo especial importancia para ellos. Trece personas que poco tiempo antes se habían dedicado a Jehová se pusieron de pie para responder “¡Oui!” a las dos preguntas que se presentaron durante el discurso sobre el bautismo.
Como se ve, en 1969 hubo muchas bendiciones para la obra de hacer discípulos en este país de contrastes: un nuevo número máximo de 158 publicadores, un aumento de 15 por ciento en la cantidad de proclamadores del Reino, y 30 precursores activos en el servicio del campo, 19 de los cuales eran graduados de Galaad con entrenamiento especial. Además, la concurrencia al Memorial fue de 383 personas.
ENTRAMOS EN LOS AÑOS SETENTA
Pero ¿qué traerían los años setenta? En ciertos países africanos se tomó acción injusta contra los testigos de Jehová. ¿Cómo afectaría esto al pueblo de Dios en otros países africanos?
En ciertos periódicos religiosos, muchas veces por instigación del clero, empezó a aparecer publicidad adversa. A los hermanos se les estimuló a progresar espiritualmente e inculcar la verdad en el corazón de los que recientemente se interesaban en la verdad de modo que pudieran resistir la prueba de la persecución. ¿En qué resultó esto? Más aumento, pues 22 personas se bautizaron durante el año de servicio de 1970.
UNA REUNIÓN EXCEPCIONAL
Al fin del año 1970 hubo algo especial para la alabanza de Jehová... una excepcional asamblea del 1 al 4 de diciembre. Para los cristianos de Senegal, esta Asamblea de Distrito “Hombres de Buena Voluntad” resultó ser el acontecimiento más importante hasta aquel momento. ¡Cuánto agradecemos el que Jehová y su organización visible hicieran el arreglo amoroso de que 140 hermanos y hermanas de los Estados Unidos y el Canadá nos visitaran! Su presencia transformó el pequeño oasis de la congregación de Dakar en un jardín mayor y dio a la asamblea un sabor verdaderamente internacional.
Se hizo un esfuerzo especial por dar a los hermanos visitantes un saboreo de cómo realmente es África. Se les alojó en “chozas” de estilo africano con techos de paja. Además, se preparó un programa especial, principalmente a cargo de los misioneros locales, para hacer que la vida y escenas del África se desenvolvieran ante los ojos de nuestros visitantes allí mismo en el Salón de Asamblea. Una escena del mercado en Senegal, la testificación como se hace aquí, muchas costumbres, canciones y danzas locales... todas estas cosas fueron parte del programa especial.
Esta fue una asamblea inolvidable, excepcional de muchísimas maneras. Veinticinco candidatos se presentaron para el bautismo, ¡más de los que hasta entonces habían sido bautizados en Senegal durante un año entero hasta aquel tiempo!
UNA MIRADA A NUESTRO PROGRESO
Es interesante el hecho de que, aunque se habían necesitado 17 años de trabajo para alcanzar a tener los primeros 100 Testigos del Reino en Senegal, en solo otros cuatro años se pasó de la marca de 200, porque 207 Testigos participaron en declarar las “buenas nuevas” durante abril de 1971. ¡Y la cantidad de personas que observaron la Conmemoración de la muerte de Cristo ese año, 459 personas, fue una indicación de las posibilidades de aumento futuro en Senegal!
En Gambia los hermanos seguían adelantando firmemente a pesar de su asignación relativamente difícil. Se regocijaron al ver a 24 personas reunidas para el Memorial o Conmemoración en 1971, una verdadera fuente de estímulo para los siete publicadores locales. El grupito aislado que entonces había en Malí estaba recibiendo ayuda de un precursor especial y un precursor regular. Durante 1971 hubo tres publicadores aislados informando servicio del campo en Mauritania. Aquel año fue el primero en que se celebró el Memorial en Mauritania, con una concurrencia de 22 personas.
¡Qué estimulador fue el que 45 personas se bautizaran en Senegal durante 1972, la mayor cantidad que se había bautizado aquí en un solo año! Una concurrencia de 577 personas al Memorial y un máximo de 241 publicadores nos causó gozo. Mientras que se habían necesitado 21 años para alcanzar la cifra de 200 publicadores, en solo tres años (1971 a 1974) pasamos de la marca de 300 publicadores. Rebosamos de gozo cuando hubo 302 personas participando en el servicio del campo en 1974, y tuvimos una concurrencia de 705 personas a la Conmemoración de la muerte de Jesús, un salto de más de 100 sobre la cantidad del año anterior. Un acontecimiento que ciertamente contribuyó a este aumento fue la Asamblea Internacional “Victoria Divina,” el acontecimiento más refrescante de 1973. Unos 100 hermanos visitantes de países lejanos nos estimularon con su presencia. La concurrencia máxima fue de 510 personas, la más elevada que habíamos tenido hasta entonces, y 23 individuos se bautizaron. Los concurrentes se resolvieron firmemente a participar en la victoria de Jehová por medio de permanecer fieles.
El aumento continuó siendo estimulador, pues hubo 327 proclamadores del Reino en 1975 y una excelente concurrencia de 826 personas al Memorial. Pero la mayoría de estos “nuevos” vivían en las ciudades grandes, especialmente en Dakar. ¿Qué se podía hacer en cuanto a las aldeas pequeñas, muchas de las cuales jamás habían recibido un testimonio?
“DE ALDEA EN ALDEA”
Durante el año de servicio de 1976, se hicieron esfuerzos concertados por visitar grandes porciones de territorios no asignado. Hubo problemas debido a la falta de buenas carreteras, pero con la ayuda de Jehová se logró mucho bien, como lo revelan los siguientes comentarios:
“Nos preparábamos bien, con un surtido de alimento y equipo para cocinar, una tienda de campaña y mucha literatura. Los problemas principales, aparte de las malas carreteras, eran el analfabetismo y nuestra propia ignorancia de los dialectos locales. Sin embargo, con la ayuda de intérpretes voluntarios y grabaciones en cintas magnetofónicas de los dialectos principales, hicimos buen trabajo. En una aldea el jefe aceptó gustosamente un juego de libros, y, al comprender el valor que tenían, nos condujo al lugar de reunión de la aldea, donde esperamos mientras él iba de choza en choza e invitaba a todos a venir a donde estábamos. En menos de media hora colocamos 50 libros en manos de la gente.
“Debido a las condiciones en que se hallaban los caminos que había entre las aldeas, a veces teníamos que usar la ‘carretera de la playa,’ pasando alrededor de las rocas y tratando de no quedarnos atascados en la arena. ¡Una vez tuvimos que detenernos de pronto cuando un pedazo serrado de madera, escondido en la arena, nos desinfló dos neumáticos! Nos apresuramos a alquilar una carreta para llevar las ruedas a una aldea cercana para que nos las repararan antes de que la marea entrante se llevara el automóvil y su contenido. ¡Lo logramos! En cuatro días, durante los cuales visitamos 20 aldeas, distribuimos 347 Biblias y libros, 320 folletos y 663 revistas, y obtuvimos más de 20 suscripciones.”
Oramos que Jehová continúe bendiciendo a los que se regocijan en declarar las “buenas nuevas” en territorios como éste. Como Jesús, los cristianos de Senegal están esparciendo el mensaje del Reino, no solo en las ciudades, sino también “de aldea en aldea.”—Luc. 8:1.
LA FE QUE SOSTIENE
La cantidad de publicadores continuó aumentando. La concurrencia de 1976 al Memorial en Senegal fue de 835 personas, lo cual mostraba excelentes posibilidades de adelanto, y en 1977 hubo un máximo de 334 participantes en el servicio del campo. A veces el aumento viene con gran lentitud. Pero ¿qué hay de los que ya están en la verdad? ¿Están ellos firmemente anclados en la fe? Algunos sí se apartan, pero la mayoría se han hecho fuertes en la fe, y hay aumento en calidad además de cantidad.
Un ejemplo de esto se puede ver con relación a la familia Fourcault. Ya hemos mencionado la manera en que hallaron la verdad. Sin embargo, ¿hasta qué grado mostraría fortaleza su fe frente a calamidades terribles? Primero, un accidente automovilístico causó gran daño a todos los miembros de la familia, excepto a los dos muchachos mayores. Casi toda la familia tuvo que pasar tiempo en un hospital. No obstante, la familia mantuvo fe firme por medio de estudiar la Biblia con regularidad juntos, y este tiempo de angustia les mostró la vital importancia de desarrollarse espiritualmente. Con este fin, cultivaron el espíritu de precursor. Henri, el muchacho mayor, emprendió el servicio regular de tiempo completo y después pasó a servir de precursor especial. Su hermano Jean-Marc hizo lo mismo algún tiempo después. La madre de ellos se hizo precursora regular. Sin embargo, pronto esta familia celosa y unida se encaró a un tiempo de crisis aún mayor. La hermana Fourcault ingresó en un hospital para una operación seria. Usó sabiamente su tiempo por medio de testificar y empezar un estudio bíblico en el pabellón del hospital. ¡Entonces ocurrió otra tragedia! Precisamente cuando la hermana Fourcault iba a salir del hospital, murió súbitamente debido a un coágulo de sangre.
La hermana Fourcault se hubiera sentido feliz si hubiera visto la madurez con que respondió la familia a este suceso, hasta los pequeñuelos. Fue maravilloso observar la fe de la familia en la resurrección. (Juan 5:28, 29; 11:21-25) La única hija, Sylvie, de 11 años de edad en aquel tiempo, valerosamente hizo su primera presentación en la Escuela Teocrática pocas horas después del funeral. A su madre hospitalizada le habían prometido grabar esta parte del programa en cinta magnetofónica para que ella la oyera, y esto se hizo a pesar de su muerte. Cuando se le dio la cinta a la pequeña Sylvie, ella se la acercó al corazón y dijo sinceramente: “La voy a guardar con mucho cuidado, para que después de la resurrección mi madre pueda oír mi primer sermón.”
Los tres muchachos mayores de la familia Fourcault ahora están en el servicio de tiempo completo. Dos de ellos han estudiado en la Escuela de Galaad; Henri en la clase 55, y Jean-Marc en la 59. Han regresado a servir en Senegal.
FE ACTIVA ENTRE LOS DE GAMBIA
Gambia, también, tiene sus ejemplos de fidelidad. Ralph Phillott, un anciano leal de la congregación de Banjul, murió después de pasar largo tiempo con mala salud. Se dio un testimonio excelente a la muchedumbre de centenares de personas que asistió al discurso del funeral.
Un acontecimiento muy importante para nuestros hermanos de Gambia fue la sobresaliente asamblea de circuito que se celebró en mayo de 1976. Por primera vez en una asamblea en Banjul se bautizaron tres personas; dos eran de Gambia. Una de estas personas había oído el testimonio por primera vez en 1959. Por años estuvo asistiendo a las reuniones de la congregación, mientras que al mismo tiempo estuvo tratando de reformar su iglesia. Finalmente, vio que tenía que salir de Babilonia la Grande, y después de eso se bautizó. Una señora que se bautizó en la misma ocasión es una bien conocida maestra de escuela que ya está retirada, y su bautismo en el río Gambia fue un excelente testimonio para la comunidad.
¡Que placer fue ver un aumento de 67 por ciento en el número de publicadores de Gambia durante 1977, y un máximo de 11 proclamadores del Reino! La reciente campaña de enviar cartas a los miembros de la profesión médica, junto con el folleto Los testigos de Jehová y la cuestión de la sangre, ha contribuido a que se conozca mejor nuestra obra y nuestra posición bíblica en ese país.
El grupito de publicadores que hay en la ciudad de Banjul agradece el hecho de que, cada vez que se planea una visita de zona para el África occidental, no se les olvida. Parece que en febrero de 1978 recibieron a C. W. Barber, del Cuerpo Gobernante, y a la esposa de éste, y a su asociado de viajes, David Mercante, con tanto gozo como el que sentían los cristianos primitivos cuando recibían la visita del apóstol Pablo. Un total de 38 personas asistieron a la reunión especial que se celebró durante esta visita de zona a Gambia.
LOS CRISTIANOS DE MALÍ RECIBEN GRANDES BENDICIONES
En enero de 1973 se alcanzó un punto importante en la historia de nuestra obra en Malí cuando tres precursores especiales se mudaron de Dakar a Bamako. Sus esfuerzos intensos y sinceros en medio de condiciones difíciles han tenido excelentes resultados. ¡Mensualmente, dedican hasta 200 horas al servicio del campo, colocan un promedio de 300 revistas y conducen hasta 23 estudios bíblicos cada uno! Un precursor obtuvo 100 suscripciones en un mes. Después de esto vino un excelente aumento. Durante 1973 había solo 7 Testigos en Malí, entre ellos los precursores. Pero en 1975 hubo 23 declarando las “buenas nuevas,” y en 1977 hubo 32 anunciadores del Reino en el campo.
La Asamblea de Distrito “Trabajadores Gozosos,” celebrada en diciembre de 1977, estimuló mucho a los hermanos de Malí que pudieron viajar a Dakar, Senegal. Ellos quedaron profundamente impresionados por la hospitalidad y amistad cristianas que experimentaron, y varios estuvieron haciendo planes para estar presentes en la Asamblea Internacional “Fe Victoriosa” que se celebraría en París en 1978. Por supuesto, se planeaba tener el mismo rico banquete espiritual en la asamblea de Dakar en diciembre de 1978, para que disfrutaran de él muchos hermanos y hermanas.
CONTINUAMOS LLAMANDO A LOS “SEDIENTOS”
En las ocho congregaciones de Senegal hay 56 precursores y misioneros que trabajan lado a lado con unos 300 compañeros de creencia. Es verdad que los más de 380 proclamadores del Reino en Senegal, Malí, Gambia y Mauritania son aparentemente un puñado insignificante de personas cuando se les compara con la población total de aproximadamente 11.000.000 de personas. Sin embargo, confiando en Jehová, ellos continúan combatiendo la sequía espiritual.
Aunque algunos han perdido su visión espiritual en los últimos años, “el fundamento sólido de Dios queda en pie,” y “Jehová conoce a los que le pertenecen.” (2 Tim. 2:19) Así, pues, con celo siempre renovado, los felices declaradores de las “buenas nuevas” continúan invitando a las personas de corazón sincero y honrado a ‘venir y tomar el agua de la vida gratis.’ (Rev. 22:17) En Senegal, este país de contrastes gravemente afectado por una sequía que persiste, seguimos sirviendo a Jehová y preparándonos para el día en que, como el paraíso espiritual de la actualidad, “el desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa y florecerá como el azafrán.”—Isa. 35:1.
Mientras tanto, como pequeños oasis en un país árido, los fieles siervos de Jehová en Senegal, Malí, Mauritania y Gambia seguirán haciendo que se oiga la alentadora invitación de venir a la Fuente de todas las aguas, Jehová Dios. En unión con nuestros compañeros de creencia de todas partes de la Tierra, continuamos clamando: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. . . . Escuchen, y su alma se mantendrá viva.”—Isa. 55:1-3.
[Ilustración de la página 227]
Se testifica eficazmente de choza en choza. Rara vez están los senegaleses demasiado ocupados para escuchar cuidadosamente las buenas nuevas del reino de Dios
[Mapa de la página 208]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
SENEGAL
Dagana
Saint-Louis (San Luis)
Louga
Kayar
Thies
Mbacké
Dakar
Rufisco
Diurbel
Mbour
Fatick
Kaolack
Tambacunda
Bignona
Kolda
Ziguinchor
Océano Atlántico
MAURITANIA
MALÍ
GUINEA
GAMBIA
Banjul (Bathurst)
GUINEA-BISSAU