El punto de vista bíblico
“Un solo Jehová”... ¿en qué sentido?
A LOS israelitas que estaban en los umbrales de la Tierra Prometida, Moisés declaró: “Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová.” (Deu. 6:4) ¿Qué quiso decir Moisés con esas palabras?
Antes de responder a esa pregunta, vale la pena examinar el punto de vista de las personas que afirman que la declaración de Moisés significa que Dios es una “trinidad” de tres personas coiguales, coeternas, combinadas en un solo Dios.
En busca de prueba recurren al vocablo que se vierte “Dios” (elohim), que en hebreo está en plural. Se supone que el plural indica que Dios es más de una sola persona. Tratan de conseguir apoyo adicional para esta opinión de la palabra hebrea que se tradujo “un solo” (ehhad). De vez en cuando los escritores bíblicos usaron este término para una unidad de más de una sola persona, como en el caso del esposo y la esposa que son “una sola carne.” (Gén. 2:24) Con esto como base se arguye que la expresión “un solo Jehová” significa un “unidad compuesta” de tres personas en una sola.
Consideremos la aserción que se basa en la palabra plural para Dios en hebreo, a saber, elohim. De ningún modo tiene que significar ésta que Dios es más que una sola persona. A menudo una palabra plural en hebreo designa una sola cosa o persona. Aaron Ember escribe en The American Journal of Semitic Languages and Literatures (Tomo XXI, julio de 1905): “Varios fenómenos en el universo se designaron en hebreo por medio de expresiones plurales debido a que inspiraron a la mente hebrea la idea de grandeza, majestad, magnificencia y santidad.” A modo de ilustración, Ember señala que “al rey persa . . . se le designa en varios pasajes del V[iejo] T[estamento] con el pl[ural] melakhim ‘reyes,’ es decir, El Gran Rey, y al Imperio Persa con el pl[ural] mamlakhoth, ‘reinos,’ es decir, El Gran Reino.” Respecto a la palabra hebrea para Dios, el mismo autor declara:
“Se han propuesto varias teorías para explicar el uso de la forma plural elohim como designación del Dios de Israel. La menos verosímil es la opinión de los antiguos teólogos, comenzando con Peter Lombard (siglo XII), de que en la forma plural tenemos una referencia a la Trinidad. . . . El hecho de que el lenguaje del V[iejo] T[estamento] ha rechazado enteramente la idea de pluralidad en elohim (en cuanto se aplica al Dios de Israel) lo muestra especialmente el hecho de que casi invariablemente se le construye con un predicado verbal en singular, y lleva un atributo adjetival en singular. . . . más bien, hay que explicar elohim como un plural de intensidad, que denota grandeza y majestad, y es igual a El Gran Dios. Tiene el mismo sentido que los plurales adonim [“amo”] y baalim [“dueño,” “señor”] que se emplean con referencia a seres humanos.”
Así es que no hay base alguna para argüir que por ser plural el vocablo hebreo elohim Dios es más de una sola persona.
¿Qué hay acerca de la afirmación de que la palabra hebrea ehhad, traducida “un solo” en Deuteronomio 6:4, indica que Dios es una combinación de más de una sola persona? Esto también carece de fundamento sólido, puesto que en las Escrituras ehhad a menudo significa uno con exclusión de otros. Por ejemplo: “Existe uno solo, pero no el segundo”; “mejores son dos que uno”; “una sola hay que es mi paloma, mi inculpable. Una sola hay que pertenece a su madre.”—Ecl. 4:8, 9; Cant. de Cant. 6:9.
Ahora podemos volver a la pregunta que se formuló al principio de este artículo: ¿Qué significa la declaración: “Jehová nuestro Dios es un solo Jehová”?
El contexto revela que Moisés acababa de repasar los Diez Mandamientos a “todo Israel.” (Deu. 5:1-22) El primero de esos mandamientos le decía a Israel: “Nunca debes tener otros dioses contra mi rostro.” (Deu. 5:7) Al declarar que el Dios de Israel era “un solo Jehová,” Moisés evidentemente se oponía a dos aspectos de la adoración falsa que rendían las naciones gentiles. ¿Cómo es eso?
Ante todo, esas naciones eran politeístas, adoraban a muchos dioses. En contraste, Israel tenía un solo Dios, Jehová. El apóstol Pablo lo expresó bien al decir: “Aunque hay aquellos que son llamados ‘dioses,’ sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos ‘dioses’ y muchos ‘señores,’ realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre.”—1 Cor. 8:5, 6.
En segundo lugar, aun cuando los gentiles adoraban a un solo dios en particular, a menudo dividían al dios en numerosos aspectos, cada uno de los cuales era peculiar a cierta región. Por ejemplo, Baal era un solo dios. Pero las Escrituras revelan que las diferentes regiones tenían diferentes Baales, como el Baal de Peor en Moab, Baal-berit en Siquem y Baal-zebub en Ecrón. (Núm. 25:3, 5; Jue. 8:33; 2 Rey. 1:2-6) En cuanto al efecto que esto tenía en la unidad del dios a quien se reverenciaba, a principios del siglo XIX el orientalista E. F. C. Rosenmüller señaló que “no solo [adoraban los gentiles] a muchos dioses, sino que, debido a una práctica religiosa tonta, hasta un mismo dios era venerado como si hubiera sido multiplicado por nombres diferentes en muchos otros dioses vastamente diferentes.”a Cuando la gente de diferentes regiones adoraba a diferentes “Baales,” cada uno con sus propias peculiaridades, era como si Baal fuera muchos dioses. Una obra de consulta de tiempos más recientes lo ilustra así:
“Las muchas representaciones ‘locales’ de la adoración de Baal pudieran compararse con las de la adoración católica romana de María. Tal como se puede hablar de Notre Dame (Nuestra Señora) de París, o de Lourdes, o del Norte, también se puede hablar del Señor [Baal] de Sapán, o de Sidón, o de Ugarit, aunque se está pensando sencillamente en variaciones de una sola figura.”—Theological Dictionary of the Old Testament, Tomo II (1975), pág. 186.
En oposición a tales supersticiones, Moisés declaró que el dios de Israel era “un solo Jehová.” Esto significó que Jehová era el solo y único Dios, y debía ser adorado como uno solo, no como dividido en grupos o aspectos, o ‘Jehovás’ locales, como sucedió con “los Baales.”—Jue. 2:11; 3:7; 8:33.
Según las Escrituras, se está acercando rápidamente el día en que toda la humanidad reconocerá que Jehová es uno solo. A este respecto, Dios declaró por medio del profeta Zacarías: “Jehová tiene que llegar a ser rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová resultará ser uno solo, y su nombre uno solo.” (Zac. 14:9) Esto significa que la entera familia humana reconocerá la soberanía de Jehová. Él será el único Dios que recibirá adoración. Y la gente rendirá servicio sagrado a Jehová, no como si él estuviera dividido en numerosos aspectos que difieren de una región en otra, sino como una sola persona y con una sola forma unida de adoración en todo el mundo. (Vea Efesios 4:4-6.) En ese entonces por toda la Tierra se concordará unánimemente en que: “Jehová nuestro Dios es un solo Jehová.”
[Nota]
a De Scholia in Deuteronomium (“Notas al Deuteronomio”) de Rosenmüller. Se ha traducido la cita del latín.