Un suceso que merece publicidad mundial
1. ¿Qué suceso que aconteció hace 2,500 años mereció la más extensa publicidad? ¿Nos afecta de algún modo este suceso hoy día?
UN ENCABEZAMIENTO noticioso sumamente bienvenido para los pueblos de la Tierra amadores de la paz y de la libertad sería la noticia de la caída de un gran imperio opresor que hubiera tenido a otras naciones en cautiverio y sujeción. Especialmente esto sería verdad si esta potencia mundial fuera muy cruel, y hubiera ido al grado de transportar a una entera nación de su patria y haber tratado de imponerle una forma de religión pagana, de adoración de ídolos. La victoria sobre tal nación opresora de veras merecería la más extensa publicidad posible. Tal suceso realmente aconteció hace 2,500 años, y fue traído inevitablemente a la atención del mundo de aquel tiempo. Fue tan grande trastorno que alteró el curso de la historia y ha ejercido profunda influencia en las naciones y pueblos de la Tierra hoy en día.a
2. (a) ¿Qué hecho en cuanto a la publicidad que se le dio a este suceso es de interés extraordinario? (b) ¿Por qué y cómo se dio esta publicidad anticipada?
2 Un hecho extraordinario relacionado con este suceso histórico es que, setenta y cinco años antes de acontecer el suceso en 539 a. de la E.C., recibió publicidad anticipada en la nación que sería oprimida, y en la nación que habría de ser la opresora. Esto se debió a que la nación cautiva en aquel tiempo era el pueblo escogido de Jehová y la nación opresora era la enemiga milenaria de Dios, Babilonia. Jeremías fue el profeta que Dios usó para dar la noticia anticipada de la caída de Babilonia con vívida descripción. El mensaje fue dado tanto en Judá como en Babilonia en 614 a. de la E.C., siete años antes de que Jerusalén fuera destruida por el rey Nabucodonosor de Babilonia. (Jer. 51:59-64) Ahora discutiremos esta profecía, que agrega detalles esclarecedores a los que dio previamente el profeta Isaías en cuanto a la caída de Babilonia. Se encuentra en los capítulos 50 y 51 de Jeremías.
3. ¿Cómo dio énfasis Jehová al significado internacional de la caída de Babilonia?
3 Jehová Dios, que es “Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes,” y que observa todos los sucesos de la Tierra en su importancia relativa, dio énfasis al significado e impacto internacionales de la caída de Babilonia cuando le dijo a Babilonia por medio de Jeremías: “Díganlo entre las naciones y publíquenlo. Y levanten una señal; publíquenlo. No escondan nada, oh hombres. Digan: ‘Babilonia ha sido capturada. Bel ha sido avergonzado. Merodac ha sido aterrado. Las imágenes de ella han sido avergonzadas. Sus ídolos estercolizos han llegado a estar aterrados.’”—Jer. 50:2; Isa. 40:22.
4. ¿Por qué se le debe dar hoy publicidad a la caída de la antigua Babilonia?
4 Puesto que Jehová lo tiene escrito en su Palabra y, como dijo uno de los apóstoles de Jesús, “toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa,” aun hoy en día es algo a lo cual dar consideración y publicidad extensa, porque sirve como notificación y advertencia anticipadas de la caída de un poder opresor hoy en día y de la vía de escape de las consecuencias de su caída.—2 Tim. 3:16; 1 Cor. 10:11.
5. (a) ¿Quién era Merodac? (b) ¿Cómo llegaría a estar aterrado Merodac y serían avergonzadas sus imágenes?
5 Merodac es la palabra hebrea para Marduk, el dios principal de Babilonia en los días del rey Nabucodonosor y su dinastía. La teología de Babilonia afirmaba que él fue el edificador de su ciudad capital y sus famosos templos. Merodac (Marduk, o Bel) por lo tanto parece ser solo otro símbolo de Nemrod, quien fue un rebelde contra Jehová Dios y quien realmente edificó a Babilonia. (Gén. 10:9, 10) A causa de victorias babilónicas previas en subyugar a las naciones y llegar a ser la Tercera Potencia Mundial, Merodac había llegado a ser aterrador para las naciones. Pero ahora era su turno de llegar a estar aterrado. Se manifestaría que era un dios enclenque, inútil, que tenía como representación ídolos mudos, inútiles como el estiércol. Él sería impotente, un simple dios falso. Merodac y sus dioses asociados en Babilonia le fallarían a la Tercera Potencia Mundial y a sus adoradores en ella. Entonces el destino de estos adoradores sería incierto, porque Merodac perdería su dignidad y no podría proteger a sus adoradores de la persecución de sus vencedores, que eran adoradores de Zoroastro y otros dioses.
6. (a) ¿Cómo reveló Jehová la identidad de los vencedores de Babilonia? (b) ¿Qué decretó Jehová en cuanto a Babilonia?
6 Jehová revela quiénes serían los vencedores cuando dice: “Porque contra ella ha subido una nación desde el norte. Es la que hace de su país un objeto de asombro, de modo que resulta no haber nadie morando en ella. Tanto el hombre como el animal doméstico han huido. Se han ido.” (Jer. 50:3) Los medos, que componían la mayor parte de las tropas del general persa, Ciro, eran del norte. Los dioses de Babilonia estarían completamente impotentes para obstruir su avance o su estrategia. Así decretó Jehová la decadencia de esta poderosa ciudad, de modo que ésta habría de llegar a ser un objeto de asombro, una desolación abandonada y evitada por el hombre y el animal doméstico.
7. ¿Qué dice Jehová que les pasaría a los cautivos israelitas cuando Babilonia cayera?
7 Pero, ¿qué pasaría en cuanto al pueblo de Jehová cautivo en Babilonia cuando tuviera lugar esta caída? Jeremías continúa: “‘En aquellos días y en aquel tiempo,’ es la declaración de Jehová, ‘los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntos, vendrán. Andarán, llorando al andar, y a Jehová su Dios buscarán. Seguirán preguntando el camino a Sion, con el rostro en aquella dirección, diciendo: “Vengan y unámonos a Jehová en un pacto indefinidamente duradero que no será olvidado.”’”—Jer. 50:4,5.
8. Cuando Babilonia cayó en 539 a. de la E.C., ¿qué efecto tuvo esto en los judíos fieles en Babilonia?
8 Cuando Babilonia cayó en 539 a. de la E.C., solo faltaban dos años para que se terminaran los setenta años de desolación que había profetizado previamente Jeremías. (Jer. 25:11) Por lo tanto, Daniel y otros adoradores fieles de Jehová entre los desterrados judíos comenzaron a orar a Jehová que cumpliera su promesa mediante su liberación temprana, la cual tuvo lugar cuando Ciro expidió su decreto en el primer año de su reinado, en 537 a. de la E.C. Decenas de millares de los judíos cautivos se aprovecharon de este decreto para regresar a Sion.
9. (a) ¿Cuál sería la actitud y el sentir de los fieles que serían libertados? (b) ¿Cuál era y cuál no era el propósito de ellos al regresar a Sion? (c) ¿Con qué palabras recordó Dios a los judíos la culpa de ellos por estar en cautiverio?
9 Era un camino largo hasta Sion, y estos libertados preguntarían por el camino. Llorarían de gozo a causa de la liberación de ellos por Jehová, por su guía y su provisión para ellos a través del viaje en el desierto hasta Jerusalén, y expresarían su aprecio por haberlos perdonado él. Antes de su cautiverio ellos habían olvidado a Jehová y roto su pacto. Después de su liberación por medio de misericordia divina, reconocerían nuevamente ese pacto. Su propósito al regresar no tendría ningún sabor político. Su motivo no podría ser el restaurar un reino, porque reconocerían sujeción a Persia, la nación que Jehová usaría como su libertadora. ¿Por qué, entonces, aguantarían el largo viaje y las penalidades? A fin de restaurar la adoración verdadera reedificando el templo de Jehová en Jerusalén, el cual había destruido Nabucodonosor setenta años antes, en 607 a. de la E.C. Fue en cuanto al punto en cuestión de la adoración verdadera en que estaba su culpa por su cautiverio, como Jehová les recordó:
“Mi pueblo ha llegado a ser un rebaño de criaturas que perecen. Sus propios pastores las han hecho vagar. Las han extraviado en las montañas. Han ido de montaña a collado. Han olvidado su descansadero. Todos los que las encuentran se las han comido, y sus propios adversarios han dicho: ‘No llegaremos a ser culpables, debido al hecho de que ellos han pecado contra Jehová la morada de justicia y la esperanza de sus antepasados, Jehová.’”—Jer. 50:6, 7.
10. (a) ¿En qué condición estaban los judíos cuando los babilonios vinieron contra ellos, y cuál fue la actitud de los babilonios hacia ellos? (b) ¿Excusó Dios por sus acciones a los babilonios porque estaban actuando como los ejecutores de Jehová? (c) ¿Qué mandato dio Jehová a los cautivos que los alentó mucho?
10 De modo que ellos habían tenido la culpa por haber seguido a sus reyes y sacerdotes como caudillos en un camino malo, lejos de su descansadero en Jehová y su adoración pura. Cuando los vencedores babilónicos atacaron, encontraron a los judíos extraviados y desunidos y habían obrado como lobos, osos y leones, devorándolos como si fueran ovejas. Los babilonios no sintieron ninguna culpa personal al destruirlos u obrar contra ellos, porque ellos dijeron que, puesto que los israelitas habían pecado contra Jehová, estaban justificados en tomar venganza, y aprovecharon la oportunidad para desahogar su malicia completamente. Pero Jehová consideró culpables a los babilonios cuando obraron con este motivo injusto, malévolo, en contra de su pueblo. Jehová habla alentadoramente a su pueblo, prometiéndole que no continuará para siempre bajo el yugo odioso:
“‘Emprendan su huida de en medio de Babilonia, y salgan hasta de la tierra de los caldeos, y lleguen a ser como los animales que llevan la delantera ante el rebaño. Porque aquí estoy levantando y haciendo subir contra Babilonia una congregación de grandes naciones desde la tierra del norte, y ciertamente se pondrán en orden de batalla contra ella. Desde allí ella será capturada. Las flechas de uno son como las de un hombre poderoso que causa que sean quitados los hijos, que no regresa sin resultados. Y Caldea tiene que llegar a ser un despojo. Todos los que la hagan despojo se satisfarán ellos mismos,’ es la declaración de Jehová.”—Jer. 50:8-10.
11. (a) ¿Cuándo podría efectuarse la huida de Babilonia? ¿Dejarían a Babilonia con prontitud los libertados? (b) ¿A quiénes usaría Dios para efectuar la liberación, y cómo le causarían privación a Babilonia y la saquearían? (c) ¿De qué manera expresa Dios su juicio de antemano a los Babilonios que saquearían a Judá?
11 Sería solo después de la caída de Babilonia que el pueblo de Jehová podría huir de ella. Este retorno tendría que ser después de haberse cumplido el decreto de Jehová de setenta años de desolación sobre Judá. Pero cuando cayera Babilonia, dos años antes de terminarse los setenta años, los judíos fieles que estaban en Babilonia podrían comenzar a prepararse para salir y estarían tan listos para salir cuando llegara el tiempo que sería como huir, aunque sería, no una partida aterradora, sino una partida ordenada. Serían como los caudillos de las cabras, que tratan de ser los primeros en salir cuando se abre el aprisco. Los que los libertarían se compondrían de tropas de un número de grandes naciones, todas con la única mira de capturar a Babilonia. Las flechas de sus famosos arqueros le quitarían a la organización madre, Babilonia, sus hijos. Los arcos de los persas no regresarían sin resultados. Babilonia, la saqueadora de naciones, tenía tanto despojo que los persas estarían completamente satisfechos con el botín tomado. Jehová expresa su juicio para estos saqueadores babilónicos del reino de Judá:
“Porque ustedes siguieron regocijándose, porque ustedes siguieron alborozándose cuando saquearon mi propia herencia. Porque ustedes siguieron escarbando como una novilla en la hierba tierna, y ustedes siguieron relinchando como caballos sementales. La madre de ustedes ha llegado a estar muy avergonzada. La que los dio a luz ha sido desilusionada. ¡Miren! Ella es la menos importante de las naciones, un desierto sin agua y una llanura desértica. A causa de la indignación de Jehová ella no será habitada, y ella tiene que ser un yermo desolado en su totalidad. En cuanto a cualquiera que pase por Babilonia, clavará la vista con asombro y silbará a causa de todas sus plagas.”—Jer. 50:11-13.
12. (a) ¿Por qué expresó Dios cólera contra los babilonios, cuando actuaron como su instrumento en traer ejecución a Judá? (b) ¿Hasta qué grado se expresaría el juicio de Dios contra Babilonia? (c) ¿Cómo se expresa Jehová como comandante en jefe del ejército de los medos y los persas?
12 ¡Qué actitud enconada, maligna, tuvieron los babilonios cuando trajeron ejecución sobre Judá por su pecado contra Dios! Realmente fue una expresión de su odio a Jehová y a su pueblo. Se sintieron retozones, como una novilla bien alimentada, cuando destruyeron la ciudad de Jerusalén y su templo y luego se llevaron los preciosos vasos del templo y los colocaron en el templo del dios falso de Babilonia, Marduk. Obraron como caballos sementales relinchadores, rebosantes de energía. Este no era el espíritu apropiado, y fue pecado ante Dios. A causa de esto, la ciudad madre Babilonia llegaría a estar avergonzada de sus hijos, sus ciudadanos o habitantes. Porque ella sería derribada de su lugar como señora del mundo y capturada. Sus esperanzas orgullosas para sus hijos serían frustradas. Y la indignación de Dios habría de expresarse aun más contra ella hasta que llegara a ser la menos importante de las naciones, llegando a ser un yermo silvestre, sin agua, desértico. Tal sería su desolación que los hombres que conocieron su gloria pasada se asombrarían. Silbarían, al pasar por allí, para darse confianza a sí mismos, como en un lugar donde espantan. A los medos y a los persas no se les podía dar el mérito principal por la caída estrepitosa de Babilonia; realmente era a causa de Jehová Dios, que había decretado su caída, usando a Medo-Persia como su instrumento. De modo que él dice, como si fuera el comandante en jefe del ejército medopersa:
“Pónganse en orden de batalla ustedes mismos contra Babilonia en todos lados, todos ustedes que entiesan el arco. Disparen contra ella. No escatimen flechas, porque es contra Jehová que ella ha pecado. Lancen un grito de guerra contra ella en todos lados. Ella ha dado su mano. Sus pilares han caído. Sus muros han sido derribados. Porque es la venganza de Jehová. Tomen su venganza en ella. Así como ella ha hecho, háganle a ella. Corten el sembrador de Babilonia, y al que maneja la hoz en el tiempo de la siega. A causa de la espada que maltrata cada uno se volverá a su propio pueblo, y cada uno huirá a su propio país.”—Jer. 50:14-16.
13. (a) ¿De qué manera fue Babilonia una gran pecadora ante Jehová por sus acciones contra Judá? (b) Explique lo que indica la profecía, de Jeremías 50:14, 15.
13 El pecado de Babilonia fue grande ante Jehová. Ella destruyó el reino de Judá y fue la primera en destruir el templo de Jehová en Jerusalén. Luego se extralimitó más en su pecado al contaminar los vasos santos del templo en la casa de un dios pagano y en la última fiesta del rey Belsasar. (Dan. 1:1, 2; 5:1-4, 22, 23) Dios estuvo justificado al ejecutar venganza sobre ella. La profecía indica que los ejércitos ejecutores serían hombres expertos en la ballestería, como los medos y los persas. La resistencia por Babilonia sería en vano. Ella tendría que dar su mano, su poder, en rendición. Aunque los arqueros invasores entraron por el lecho del río Éufrates, fue como si los pilares que la sostenían y los muros que la protegían hubieran caído.
14. (a) ¿Cómo se cumpliría la palabra de Dios registrada en Jeremías 50:16? (b) ¿Qué dice Dios entonces para consolar a su pueblo?
14 Aunque Babilonia era muy fructífera, debido a sus ríos y canales hechos por el hombre, la tierra productiva habría de llegar a ser un desierto. Los agricultores serían cortados. La espada le sería aplicada sin piedad, mientras que los que estaban aliados con ella y la apoyaban como la Tercera Potencia Mundial la dejarían a su juicio merecido, volviéndose cada uno a su propio país y pueblo. Los que negociaban lucrativamente con ella serían esparcidos. Pero Jehová se dirige a su propio pueblo con palabras consoladoras:
“Israel es una oveja esparcida. Los leones mismos han hecho la dispersión. En primer caso el rey de Asiria lo ha devorado, y en este último caso Nabucodonosor el rey de Babilonia ha roído sus huesos. Por lo tanto, esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: ‘Aquí estoy dirigiendo mi atención al rey de Babilonia y a su tierra de la misma manera que dirigí mi atención al rey de Asiria. Y traeré a Israel de regreso a su dehesa, y ciertamente pastará en Carmel y en Basán; y en la región montañosa de Efraín y de Galaad se satisfará su alma.’”
“‘Y en aquellos días y en aquel tiempo,’ es la expresión de Jehová, ‘será buscado el error de Israel, pero no será hallado; y los pecados de Judá, y no serán hallados, porque yo perdonaré a aquellos a quienes deje permanecer.’”—Jer. 50:17-20.
15. ¿Cómo fue cierto que ‘en el primer caso el rey de Asiria devoró a Israel,’ pero cómo se extralimitó este rey en su asalto contra el pueblo de Jehová?
15 Aquí estaba una expresión del inquebrantable amor de Jehová a su pueblo. Cuando los asirios vencieron y deportaron al reino de diez tribus de Israel, esto entristeció su corazón. Pero Israel había pecado contra Dios. Sin embargo, Asiria se extralimitó demasiado cuando amenazó a la ciudad santa Sion. En una noche Jehová destruyó a 185,000 soldados del ejército asirio y más tarde se vengó de Asiria al hacer cumplir su decreto de destrucción sobre su ciudad capital, Nínive, en 633 a. de la E.C. (2 Rey. 18:9 a 19:36; Nah. 1:1 a 3:19) Sin embargo, en aquel tiempo dejó los desterrados israelitas en territorio extranjero.
16. (a) ¿De qué manera había ‘roído los huesos de Israel’ Nabucodonosor? (b) ¿Por qué fue peor el pecado de Babilonia que el de Asiria?
16 Entonces Babilonia llegó a ser la principal agresora contra el reino de Judá. Este pequeño reino era como los huesos de esqueleto dejados del pueblo más grande, más numeroso de Israel. El rey Nabucodonosor deseaba obtener la parte más suculenta del cuerpo de Israel, donde el rey se sentaba en “el trono de Jehová,” y donde estaba ubicado el templo de Jehová. Nabucodonosor adoraba al dios falso Marduk, cuyo símbolo era el león. Y, como un león, destruyó a Jerusalén y su templo, triturándolos entre sus dientes como huesos de una oveja, para obtener el tuétano dulce de ellos. Su destrucción de Jerusalén y el templo fue mucho más notoria y profana que cuando Asiria destruyó la capital paganizada de Israel, Samaria, y su templo al dios falso Baal. De modo que si Asiria y su capital probaron la indignación de Dios, Babilonia merecía que se ejecutara contra ella aun mayor venganza.
17. ¿Qué se indica por la mención de Carmel, Basán y la región montañosa de Efraín y de Galaad, en esta profecía?
17 Cuando cayó Babilonia, esto despejó el camino para que Jehová trajera a sus ovejas de regreso a su dehesa en la Tierra Prometida. Los lugares mencionados en esta profecía, a saber, Carmel, Basán, la región montañosa de Efraín y de Galaad, se hallaban en el territorio que una vez había sido de Israel fuera de la tierra de Judá. La mención de estos lugares, por lo tanto, indicaría la restauración de los israelitas de todas las tribus a su patria, lo cual realmente fue cierto durante el período de los Macabeos, a medida que los israelitas ocuparon otra vez aquellos territorios.
18. (a) ¿A qué tiempo se refieren las palabras de Jehová en Jeremías 50:20: “En aquellos días y en aquel tiempo”? (b) ¿Cómo mostró Dios si todavía contaba o no contra aquellos israelitas restaurados el pecado que ellos habían cometido antes de su cautividad?
18 Así fue que, al tiempo señalado de Jehová de setenta años, que él perdonó los pecados y el error de los que quedaban de su pueblo escogido, los que deseaban ver restaurada la adoración verdadera. Él borró el registro de tales pecados. Por lo tanto, nada pudo hallarse contra los israelitas y los de Judea, aunque se buscó diligentemente. Los restauró a Sion y a la tierra de Judá como un pueblo unido.
19. (a) ¿Por qué merecía la más extensa publicidad la caída de Babilonia y la restauración del pueblo de Jehová? (b) ¿Cómo se le ha dado publicidad?
19 Esta expresión asombrosa del amor y la misericordia de Jehová a su pueblo arrepentido y su poder para librarlo y restaurarlo eminentemente merecía la más extensa publicidad. Se ha dado a conocer y se ha dado énfasis a ella por el hecho de que hoy en día Babilonia es exactamente lo que Jehová dijo que sería, una desolación completa sin habitante. Los testigos de Jehová publican esto a millones de personas en 194 países de la Tierra hoy en día, no solo como ejemplo del amor de Jehová para sus adoradores y de que puede conservarlos, sino aun más por lo que este suceso semejante a indicador en la historia del hombre representa para nuestro día. Una continuación de la Palabra de Dios por medio de Jeremías se considerará en el siguiente número de La Atalaya para colocar cimientos adicionales para un entendimiento de este cuadro en su claridad más plena para nuestros lectores.
[Nota]
a Para una discusión completa de la influencia de este suceso y cómo tiene significado profético, vea el libro “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules!, publicado por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, Brooklyn, Nueva York (1963).