La gran paciencia de Dios una bendición eterna para la humanidad
“EL AMOR ES SUFRIDO.”—1 Cor. 13:4
1. (a) ¿Cómo es descrito Jehová en las Escrituras? (b) ¿Por qué es sufrido Jehová?
A TRAVÉS de las Santas Escrituras nos enteramos de la gran paciencia de Dios. En la Biblia Jehová es descrito como un Dios de disposición benigna, como El que prefiere bendecir que castigar. Su longanimidad hasta suspende el golpe merecido, cuando el pecado perpetrado clama venganza. La gran paciencia de Jehová aguanta provocaciones repetidas de hombres y ángeles. El salmista lo llama un Dios “tardo para la cólera.” (Sal. 103:8) Jehová sufre por mucho tiempo porque es Dios y porque es amor, porque “Dios es amor.”—1 Juan 4:16.
2. (a) Defina gran paciencia. (b) ¿Cómo se vierte gran paciencia en muchos pasajes de las Escrituras Hebreas?
2 Gran paciencia es aguante de maltrato sin irritación ni represalia. Significa poseer un espíritu tolerante para con aquellos cuya conducta o habla exaspera y provoca a cólera o indignación. El significado literal de la palabra griega de la cual se traduce “gran paciencia” es “longánimo,” lo contrario a nuestra expresión conocida “irascible.” En tres pasajes de las Escrituras Hebreas (Éxo. 34:6; Núm. 14:18; Sal. 86:15) la Traducción del Nuevo Mundo sustituye con “tardo para la cólera,” una traducción más literal de la frase hebrea “largura de rostro o ventanas de la nariz, donde se enciende la cólera,” para el “sufrido” de la Versión Autorizada. Sin embargo, en muchos pasajes, como en Nehemías 9:17; Salmo 103:8; 145:8; Jeremías 15:15; Joel 2:13; Jonás 4:2 y Nahúm 1:3, las dos traducciones son intercambiables. Las dos expresiones “sufrido” y “tardo para la cólera” se ve, por lo tanto, que son sinónimas o significan lo mismo.
3. ¿Cuál es el significado de la palabra “sufrir,” y cómo está de acuerdo esto con la definición bíblica de la palabra?
3 La palabra “sufrir,” recibe varios significados, entre los cuales están: permitir, o tolerar; detener, o demorar; como el detener o demorar la ejecución de un juicio. El significado bíblico de la palabra “sufrir” con frecuencia es el mismo. Significa ser tardo para expresar cólera, longánimo, dispuesto a sufrir con paciencia, es decir, permitir que el inicuo emprenda su propio derrotero hasta el debido tiempo de Dios para actuar.
4. ¿Qué no significa gran paciencia, y por qué?
4 Gran paciencia no significa rebajar las normas de la justicia en lo que toca a lo correcto y lo incorrecto. El profeta Moisés nos asegura este hecho al escribir de Jehová: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.” (Deu. 32:4) Los que desprecian la longanimidad de Dios ignoran el propósito por el cual se manifiesta. Los que confunden ésta con debilidad, o con injusticia o indiferencia simplemente están ciegos moralmente.
5. ¿Por qué no es pacifismo la gran paciencia?
5 La gran paciencia de Dios tampoco es pacifismo. Puede ser y está acompañada de guerra a muerte contra el mal o la iniquidad. Los Proverbios inspirados nos dicen: “No te hagas envidioso del hombre de violencia, ni escojas alguno de sus caminos. Porque la persona errante es cosa detestable a Jehová, pero Su intimidad es con los rectos. La maldición de Jehová está sobre la casa del inicuo, pero él bendice la morada de los justos.” (Pro. 3:31-33; Éxo. 20:5, 6) Jehová no transige con los inicuos, sino que es paciente con ellos, “porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento” y vivan.—2 Ped. 3:9; 1 Tim. 2:4; Eze. 3:17-21.
6. ¿De qué manera es el ser sufrido más que paciencia, y cómo se demuestra esto en el caso de Israel?
6 Por lo tanto, el ser sufrido es más que paciencia. La palabra no simplemente entraña aguante paciente ante el ser provocado, sino el rehusar renunciar a la esperanza para mejorar en la relación perturbada. Se ve este aspecto de gran paciencia cuando Jehová, por medio del profeta Isaías, le dijo al antiguo Israel: “He extendido mis manos todo el día a un pueblo obstinado, a los que están andando en el camino que no es bueno, según sus pensamientos; el pueblo que se compone de los que me ofenden directamente en mi cara de modo constante.” No obstante, Dios no los repudia ni los destruye. ¿Por qué no? Continúa el profeta: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘De la misma manera que se halla el vino nuevo en el racimo y alguien dice: “No lo arruines, porque hay una bendición en ello,” así haré por causa de mis siervos a fin de no arruinar a todos. Y sacaré de Jacob una descendencia y de Judá el poseedor hereditario de mis montañas; y mis escogidos deben tomar posesión de ello, y mis propios siervos residirán allí. . . . Pero ustedes son los que dejan a Jehová, los que olvidan mi santa montaña, . . . los destinaré a la espada, y todos ustedes se doblegarán a ser degollados; por motivo de que los llamé, pero no respondieron; hablé, pero no escucharon; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite.’” (Isa. 65:2-12) De modo que Jehová ejerció una clase peculiar de gran paciencia a favor de los que se probarían fieles a él. Él promete bendecir a éstos con posesiones preciosas, mientras que a los inicuos con el tiempo los dedicará a la destrucción.
GRAN PACIENCIA HACIA LA HUMANIDAD
7. ¿Por qué es bueno para la humanidad el que Jehová sea sufrido, y qué propósito tiene en mira la gran paciencia de Jehová?
7 Es cosa afortunada para la humanidad el que Jehová sea sufrido, que sea un Dios tardo para la cólera. Porque, ¿dónde estaríamos si tratara con nosotros solo por nuestros méritos? Si Jehová hubiera tratado con la primera pareja humana estrictamente desde el punto de vista de su justicia después de haber desobedecido a él, la raza humana habría terminado allí mismo. (Gén. 2:17) Solo el amor de Dios y su fruto “gran paciencia” impidieron una catástrofe total en aquella hora. La gran paciencia de Dios tuvo en mira el engrandecer su gloria por medio de la Descendencia de su promesa.—Gén. 3:15; Juan 3:16; Gál. 5:22.
8. (a) ¿Cómo y por qué tuvo que demostrar Jehová su gran paciencia antes del Diluvio? (b) ¿Qué propósito vital sirvió su gran paciencia?
8 Poco después de expulsar al hombre de Edén Jehová tuvo que continuar demostrando su longanimidad para con la humanidad. En los días de Enós los hombres comenzaron a “invocar el nombre de Jehová” de manera vituperiosa. (Gén. 4:26) La iniquidad aumentaba al aumentar la población. Hombres y ángeles desafiaron a Dios, Se llegó a un punto en que “toda inclinación de los pensamientos de su corazón [del hombre] siempre era solamente mala.” El registro divino dice: “Y la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero y la tierra llegó a estar llena de violencia. Así que Dios vio la tierra, y ¡mira! estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.” (Gén. 6:5-12) Por causa de la Tierra y unas cuantas almas decentes que había en ella (solo ocho en total), Dios le puso fin a la iniquidad destruyendo a los inicuos en el Diluvio. (1 Ped. 3:20; Gén. 7:17-23) Su paciencia había llegado a su límite. No obstante, su gran paciencia sirvió un propósito vital. Justificó la decisión de limpiar completamente la Tierra. Ni uno solo de los sobrevivientes del Diluvio, ni por un instante, puso en tela de juicio la sabiduría del poderoso acto de Jehová. La gran paciencia de Dios no dejó lugar a duda respecto a su rectitud.
9. ¿Cómo fue la gran paciencia de Jehová una bendición para la humanidad después del Diluvio, y cómo se consideró ésta?
9 La longanimidad de Jehová le proveyó a la humanidad un nuevo y fresco comienzo en la Tierra. Permitió que continuara la raza humana. El Diluvio debería haber grabado indeleblemente en la mente de los hombres el temor y la reverencia a Jehová su Salvador, pero no lo hizo. La prole de los sobrevivientes del Diluvio pronto confundió la gran paciencia de Dios con indiferencia. En las palabras del salmista dijeron en su corazón: “Dios ha olvidado. Ha ocultado su rostro. Ciertamente jamás lo verá. ¿Por qué es que el inicuo le ha faltado al respeto a Dios? Él ha dicho en su corazón: ‘No, requerirás un rendimiento de cuentas.’” (Sal. 10:11, 13; Ecl. 8:11-13) La iniquidad alcanzó otro punto crítico en el día de Abrahán.
10, 11. (a) ¿Cómo se demostró la gran paciencia de Jehová en conexión con las ciudades de Sodoma y Gomorra? (b) ¿Qué ejemplo amonestador subsiste en esto para nosotros?
10 En Mamré, Abrahán, el siervo fiel de Jehová, le suplicó a Dios que no destruyera a Sodoma y Gomorra. Pero Jehová arguyó que estas ciudades se habían corrompido totalmente. “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra es, en verdad, fuerte, y su pecado es, en verdad, muy grave,” le dijo Jehová a Abrahán. (Gén. 18:20) No obstante, Abrahán pidió que estas ciudades fueran preservadas. Parece que no podía creer que estuvieran completamente corrompidas sin esperanza de ser salvadas. De modo que suplicó: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo?” (Gén. 18:23) Abrahán creía que todavía quedaban algunas personas buenas en Sodoma, que sería injusto para los rectos que estaban allí el destruirla. De modo que le pidió a Dios: “Supongamos que haya cincuenta hombres justos en medio de la ciudad. ¿Las barrerás, pues, y no perdonarás al lugar por causa de los cincuenta justos que están en él? ¡No se puede pensar que tú obres de esta manera y ejecutes al justo con el inicuo, de modo que le tenga que ocurrir al justo como le ocurre al inicuo! No se puede pensar eso de ti. ¿No hará lo que es justo el Juez de toda la tierra?”—Gén. 18:24, 25.
11 Entonces Jehová contestó a Abrahán: “Si hallare en Sodoma cincuenta hombres justos en medio de la ciudad ciertamente perdonaré a todo el lugar por causa de ellos.” Pero Abrahán instó: Supongamos que encuentres cuarenta y cinco, o solo cuarenta, o treinta, o solo veinte, o quizás diez, ¿entonces qué? Ciertamente si quedaran menos de diez personas decentes en Sodoma, es patente que Abrahán se sentiría satisfecho de que no merecía subsistir. Pero no pudieron hallarse diez personas justas, solo cuatro. Hoy día muchas personas creen que el mundo no es tan malo moral y espiritualmente como dicen los testigos de Jehová que es. Hablan esperanzadamente del mundo. No obstante, la Santa Biblia lo compara a Sodoma y Gomorra que no pudieron producir diez almas justas en el día de su juicio. Estas ciudades fueron consumidas en fuego y azufre, un hecho que Jesucristo y la arqueología confirmaron. Este mundo, según la Palabra de Dios, también tendrá fin.—Gén. 18:26-33; 19:1-29; Luc. 17:29, 30; 2 Ped. 3:7.
12. ¿Qué buen propósito sirvió la gran paciencia de Jehová en conexión con estas ciudades?
12 Abrahán no se quejó con Dios cuando Sodoma y Gomorra fueron consumidas por las llamas. No lamentó la pérdida de propiedad ni se compadeció de la pérdida de vidas allí. Los impíos recibieron su debido galardón. El ejercer Dios gran paciencia obliga, sí, apremia al siervo de Dios a estar completamente satisfecho con la justicia de Dios cuando se administra. No deja duda en su mente de que los inicuos recibieron el trato justo, y que Jehová de veras es un Dios lento para encolerizarse y lleno de bondad amorosa y verdad. Nos ayuda más a apreciar que “la salvación de los justos es de parte de Jehová; él es su fortaleza en el tiempo de angustia. Y Jehová los ayudará y les proveerá escapatoria. Él les proveerá escapatoria de gente inicua y los salvará, porque se han refugiado en él.”—Sal. 37:39, 40.
GRAN PACIENCIA DE DIOS E ISRAEL
13. ¿Cómo manifestó Jehová su gran paciencia al antiguo Israel, pero cómo fue considerada?
13 En ninguna parte de la Biblia es tan evidente la gran paciencia de Dios como lo es en sus tratos con la antigua nación de Israel. Allí estaba un pueblo que Jehová había rescatado de la esclavitud egipcia y lo había hecho una nación poderosa. Tanto lo favoreció como lo distinguió por encima de todos los otros pueblos. Derramó abundantemente sobre ellos beneficios temporales y espirituales a través de un período de muchos siglos. Al fin hasta envió a su Hijo unigénito entre ellos. Aunque ejecutaron a su Hijo en el madero de tormento, Jehová, con misericordia infinita, había ordenado que se les hicieran las primeras proposiciones de sus buenas nuevas. Les exhortó, mediante sus profetas, apóstoles y ministros, a aceptar su salvación por medio de su Hijo Jesucristo. No obstante, la inmensa mayoría lo rechazó completamente. De manera extraña confundió el propósito de la bondad de Dios. Debería haber resultado en que se arrepintieran, como lo hizo un resto, pero, en cambio, por mucho el mayor número se irritó por la bondad de Dios y fue ruin en su ingratitud. De alguna manera fueron guiados a concluir que la abundante misericordia y gran paciencia de Dios para con ellos quería decir que siempre los favorecería, no obstante de cuán desagradecidamente se rebelaran contra él. La historia prueba que se equivocaron rotundamente en su conclusión.—Vea Nehemías 9:4-35 y Hechos 2:14-47; 7:51-53.
14, 15. (a) ¿Se desperdició la gran paciencia de Jehová? (b) ¿Qué lección adicional tenemos respecto a la gran paciencia de Dios?
14 La gran paciencia de Dios no se desperdició en los judíos. Sirvió su propósito. Le dio la oportunidad a un resto para que se arrepintiera. Los descubrimientos de la misericordia de Dios les suministró motivos y estímulos para que se apartaran de su pasado inicuo e hicieran lo correcto. Así se hicieron recipientes del favor de Dios para llegar a ser hijos espirituales en un reino celestial con Cristo como su cabeza.
15 Sin embargo, los judíos que rechazaron la gran paciencia de Dios de hecho fueron los perdedores. Su pérdida quiso decir ganancia para los gentiles que recibieron la oportunidad de llegar a ser miembros del reino celestial debido a la incredulidad judía. Su terquedad continua resultó en la pérdida del favor de Jehová y por lo tanto en una pérdida de su protección y bendición, así como se demostró bien en 70 E.C., cuando la ciudad de Jerusalén fue destruida por las legiones romanas. No saca provecho ni el judío ni el gentil al tratar a la ligera la gran paciencia de Dios.—Romanos, capítulo once.
DETRÁS DE LA LONGANIMIDAD DE DIOS
16. Según el apóstol Pablo, ¿por qué es sufrido Jehová?
16 Pero, ¿por qué la gran paciencia de Dios? ¿Simplemente es para la salvación de hombres que él ha sufrido sus ultrajes? Pablo, el apóstol de Jesucristo, nos contesta: “Pues, si Dios, aunque tiene la voluntad de demostrar su ira y de dar a conocer su poder, toleró con mucha y gran paciencia vasos de ira hechos de propósito para la destrucción, a fin de dar a conocer las riquezas de su gloria sobre vasos de misericordia, que él preparó de antemano para gloria, a saber, nosotros, a quienes llamó no solo de entre los judíos sino también de entre las naciones, ¿qué hay de ello? Es como él dice también en Oseas: ‘A los que no eran pueblo mío llamaré “pueblo mío,” y a la que no era amada, “amada”; y en el lugar donde se les dijo: “No son ustedes pueblo mío,” allí serán llamados “hijos del Dios vivo.”’” (Rom. 9:22-26) En otras palabras, Dios por medio de gran paciencia está sacando un pueblo para su nombre. Y por medio de éste, está engrandeciéndose en toda la Tierra.—1 Cor. 3:9, 16, 17; 2 Cor. 6:16; Hech. 15:14.
17. ¿Qué bendiciones han resultado para la humanidad debido a la gran paciencia de Dios?
17 Estos llegan a ser testigos de Jehová, ordenados para declarar en público las excelencias de su Dios Jehová. De ellos escribió el apóstol Pedro: “Ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa. Porque en un tiempo ustedes no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; eran aquellos a quienes no se les había mostrado misericordia, pero ahora son aquellos a quienes se les ha mostrado misericordia.” (1 Ped. 2:9, 10) La misericordia y gran paciencia de Dios han habilitado a éstos para llegar a ser sus hijos, o pueblo. “Pues, si somos hijos,” escribió Pablo, “también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente. En consecuencia estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son de ninguna importancia en comparación con la gloria que va a ser revelada en nosotros.” (Rom. 8:3, 4, 14-18; 2 Cor. 5:17; Gál. 6:15) ¡Qué expectativa conmovedora, pues éstos componen el reino celestial con Cristo! Y habrán de gobernar la Tierra con él por mil años, trayendo bendiciones eternas a la humanidad. Por medio de ellos Jehová glorificará el mismísimo lugar de sus pies, según su promesa escrita. (Isa. 60:13) Así vemos que detrás de la gran paciencia de Dios se halla la vindicación de su nombre y Palabra por medio de Cristo y su reino.
LA GRAN PACIENCIA EJEMPLIFICADA EN JESUCRISTO
18. ¿En quién se ejemplificó la gran paciencia de Jehová, y cómo?
18 Entre los hombres sobre la Tierra, la gran paciencia de Jehová fue ejemplificada en la vida de Jesucristo. Escribió el apóstol Pablo: “Mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” (Heb. 12:2) ¡Cuán sufrido fue Jesús con los enfermos y los pobres! ¡Cuán sufrido fue con Pilato y Herodes! Cuán sufrido fue con los que lo fijaron en el madero, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Luc. 23:34) De Jesucristo, el profeta Isaías escribió: “Fue duramente oprimido, y estaba dejándose ser afligido; no obstante no abría la boca. Se le traía así como a un borrego al degüello; y como una oveja que delante de los que la esquilan ha quedado muda, él tampoco abría su boca.” (Isa. 53:7) No se quejó ni murmuró, sino que se regocijó en el sufrimiento, porque estaba consciente del gozo puesto delante de él.
19. ¿De qué manera fue la gran paciencia de Jesucristo un ejemplo para nosotros?
19 Jesús enseñó a los hombres a sufrir por mucho tiempo y con verdadera dignidad. Por su ejemplo, mostró a sus seguidores cómo tolerar las debilidades de sus asociados. Recuerde cómo Jesús toleró a Pedro, Tomás y los otros apóstoles, y cómo los edificó después de su resurrección. (Juan 20:24-29; 21:15-17) Demostró cómo tolerar los errores y las flaquezas de ebrios, leprosos y prostitutas. Aguantó el ultraje de interrogadores ignorantes, la malicia de hombres malintencionados, y lo hizo sin queja, sin irritación ni represalia, cuyo ejemplo se recomienda para que lo sigamos.
20. ¿Qué lecciones se han de aprender de la gran paciencia?
20 Hay lecciones que han de aprenderse en el sufrimiento, lecciones que hasta al hombre perfecto Jesús se le hizo que aprendiera. Las Escrituras dicen: “En los días de su carne Cristo ofreció ruegos y también peticiones al que podía salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso. Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna de todos los que le obedecen.” (Heb. 5:7-9) Todos los que obtendrán la salvación tienen que aprender la lección de la obediencia.—1 Sam. 15:22, 23.
NECESIDAD PRESENTE DE GRAN PACIENCIA DE DIOS
21. ¿Cómo se ha manifestado la gran paciencia de Jehová en tiempos modernos?
21 La necesidad de la gran paciencia de Dios en nuestra era moderna fue puesta de relieve por Jesucristo, cuando dijo: “¿No hará Dios que se haga justicia a sus escogidos que claman a él día y noche, aun cuando es sufrido para con ellos? Les digo: Él hará que se les haga justicia rápidamente. Sin embargo, cuando llegue el Hijo del hombre, ¿verdaderamente hallará la fe sobre la tierra?” (Luc. 18:7, 8) Cuando Jehová Dios vino a su templo para juicio con su Hijo-Rey entronizado, halló gran necesidad de ser sufrido para con los que profesaban el cristianismo en la Tierra. Los dedicados a él estaban impregnados de religión babilónica. Sus prendas de vestir estaban manchadas de hipocresía religiosa y transigencias políticas. Dios había aguantado por mucho tiempo las debilidades de ellos. Con el tiempo los de corazón honrado apreciaron la gran paciencia de Dios y se arrepintieron de sus pecados y ordenaron correctamente su vida. Jehová, entonces, los bendijo con el privilegio de llegar a ser sus testigos en toda la Tierra. Recibieron el glorioso tesoro de servicio de anunciar el reino establecido de Dios y el acercamiento rápido de la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso en el lugar que se llama Armagedón.—Mat. 24:14; Rev. 16:16.
22. ¿De qué manera ha sido remuneradora para la humanidad la gran paciencia de Jehová?
22 Remuneradora de veras ha sido la gran paciencia de Dios. Ha resultado en gloria aumentada a Dios. Para la humanidad ha querido decir un Redentor y una esperanza renovada para vida eterna. (Tito 1:1, 2; 1 Juan 2:25) La gran paciencia de Jehová ha hecho posible un gobierno del Reino, con muchos hijos espirituales, para la bendición de la humanidad. En estos últimos días no solo ha hecho posible su gran paciencia que el número de los miembros del cuerpo del Reino esté completo, sino que también ha hecho accesible un camino para que una grande muchedumbre responda a la misericordia de Dios y reciba su salvación. Además, ha resultado en que la adoración verdadera sea restablecida en la Tierra y en la presencia de una sociedad de personas espiritualmente limpias dedicadas al propósito de Dios. Esto es maravilloso a nuestros ojos, porque si no hubiera sido por la gran paciencia de Jehová ninguna carne se habría salvado. (Mat. 24:22) Pero ahora vemos el precioso fruto de la gran paciencia de Dios con más de un millón de personas que lo están alabando. ¡Verdaderamente Jehová ha acrecentado su gloria por medio de su gran paciencia!
23. (a) ¿Qué advertencia se está dando en conexión con la gran paciencia de Dios? (b) ¿Qué deben tener presente siempre los cristianos para que no pasen por alto el propósito de la gran paciencia de Dios?
23 Sin embargo, con estas buenas nuevas hay dos palabras de advertencia para que individual y colectivamente no pasemos por alto el propósito de la gran paciencia de Jehová. El apóstol Pedro sabiamente nos advierte muy claramente, diciendo: “No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” Luego el apóstol añade: “Sin embargo el día de Jehová vendrá como ladrón.” Los inicuos serán destruidos. Siempre queremos estar seguros e impresionados con esos hechos—el día de Jehová vendrá—los inicuos serán destruidos. Puesto que así es el caso, “consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación.” Por lo tanto, aprovéchese de ello. Para los que lo hacen, les aguardan bendiciones eternas en el nuevo orden de Dios bajo Cristo, bendiciones que resultan de la gran paciencia de Dios.—2 Ped. 3:9-18; Gál. 6:9.