La muerte y el Hades entregarán los muertos
“Respecto a la resurrección de los muertos, ¿no leyeron lo que les habló Dios?”—Mat. 22:31
1. ¿Cuál único libro religioso antiguo enseña la resurrección?
LA RESURRECCIÓN de los muertos humanos durante el dominio del reino de Dios—ningún antiguo libro sagrado de religión enseña esto salvo la Santa Biblia. La Biblia es el libro sagrado cuya primera parte se escribió principalmente en hebreo y la segunda parte en el griego común de hace mil novecientos años. Sin embargo, la primera parte de él se tradujo del hebreo al griego antes de que la segunda parte de la Santa Biblia se escribiera en el griego común. La traducción griega de las Escrituras Hebreas se ha llamado la Versión griega de los Setenta y se simboliza por las siglas LXX, que significan “Setenta.” Hace diecinueve siglos el griego era un idioma internacional, y en aquel entonces la persona que sabía el griego podía leer toda la Biblia. En nuestro día la Santa Biblia ha sido traducida, toda o en parte, en más de 1,202 idiomas, muy probablemente en la propia lengua nativa suya. Este Libro sagrado tiene la mayor circulación de todos los libros y en el mayor número de idiomas. Es singular en su enseñanza de que se levantará a la humanidad muerta a la vida en un justo orden de cosas durante el dominio del reino del Dios Todopoderoso.
2. ¿Por qué algunos quizás se mofen de la idea de una resurrección?
2 Usted, el lector, quizás no vea necesidad alguna de que los muertos humanos sean resucitados, porque su religión le ha enseñado que existe tal cosa como la “inmortalidad del alma.” Por eso, puesto que los difuntos están muertos solo en cuanto al cuerpo humano pero vivos en alguna región invisible como almas o han transmigrado a otro cuerpo terrestre, usted no ve necesidad alguna de una resurrección. Por lo tanto, algunos lectores quizás se mofen de la idea de una resurrección de entre los muertos. Eso es muy natural. Pero la enseñanza bíblica de la resurrección de los muertos tiene una base tan sólida sobre la cual apoyarse que lo mejor que se puede hacer es investigar honradamente en vez de mofarse. No queremos ser como aquellos filósofos griegos que creían en la inmortalidad del alma humana y a quienes el apóstol cristiano Pablo les predicó la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.—Hech. 2:31, 32; Mat. 26:38; Isa. 53:12; Eze. 18:4, 20.
3. ¿Por qué no queremos ser como aquellos filósofos griegos?
3 De aquellos griegos el registro histórico dice: “Algunos decían: ‘¿Qué es lo que este charlatán quisiera contar?’ Otros: ‘Parece ser publicador de deidades extranjeras.’ Esto se debió a que declaraba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección.” Y después que el apóstol Pablo dijo al Tribunal Supremo de jueces de Atenas, Grecia, que Dios había levantado a su Hijo Jesucristo de entre los muertos a fin de actuar como juez de toda la tierra habitada, el registro dice: “Pues, al oír de una resurrección de muertos, algunos empezaron a mofarse.” (Hech. 17:18, 31, 32) Aquellos griegos creían en la inmortalidad del alma humana y que por lo tanto no había muertos. Por consiguiente no podían aceptar la enseñanza de que las almas humanas estén muertas y tengan que ser resucitadas a fin de vivir de nuevo.
4. ¿Cómo fueron los antiguos griegos como los babilonios en su creencia concerniente a los muertos humanos?
4 Los antiguos griegos creían que los muertos humanos vivían como sombras en un lugar subterráneo, invisible, sobre el cual gobernaba como rey el dios llamado Hades. Después este lugar subterráneo de las almas difuntas sobre las cuales él gobernaba también se llamó por su nombre, Hades. El nombre también llegó a aplicarse al sepulcro.a Aquellos antiguos griegos fueron como los babilonios de Asia que llamaban Nergal al dios de su región subterránea de las almas difuntas y que hablaban de esta región invisible de los muertos como “la tierra de donde no se regresa.” Aquellos antiguos babilonios, por lo tanto, no creían en una resurrección de los muertos humanos.b
5. ¿Cómo indicó la acción por los judíos de la Reforma el hecho de que la creencia de la inmortalidad humana y la enseñanza de la resurrección se oponen una a la otra?
5 Esta creencia babilónica en la inmortalidad del alma humana se opone a la enseñanza de la Biblia de la resurrección de los muertos humanos. Este hecho se puede ver en la acción adoptada por los judíos de la Reforma de nuestro siglo veinte. Sobre esto The Jewish Encyclopedia, bajo el tema “Resurrección,” dice: “En tiempos modernos la creencia en la resurrección ha sido grandemente sacudida por la filosofía natural, y se ha suscitado la cuestión por los rabinos de la Reforma y en conferencias rabínicas . . . de si las antiguas fórmulas litúrgicas que expresan la creencia en la resurrección no deberían ser cambiadas como para expresar claramente, en cambio, la esperanza de la inmortalidad del alma. Esto se hizo en todos los devocionarios de la Reforma norteamericana. En la conferencia rabínica que se celebró en Filadelfia se declaró explícitamente que la creencia en la resurrección del cuerpo no tiene fundamento alguno en el judaísmo, y que la creencia en la inmortalidad del alma debería ocupar su lugar en la liturgia [la colección de formularios para adoración pública].”—Tomo 10, página 385, §2 (1905).
6. ¿En qué declaración bíblica explícita no creen tales judíos de la Reforma?
6 Por lo tanto, esos judíos de la Reforma no creen en la declaración explícita de la Santa Biblia, en Ezequiel 18:4, 20: “El alma que peca, solo ésa morirá.”—Traducción de Isaac Leeser de 1853.
7. ¿Qué dijo Pablo, en un tiempo fariseo, a Félix en cuanto a la resurrección?
7 El apóstol cristiano Pablo, que vivió en los días terrestres de Jesucristo, milagrosamente lo vio después de su resurrección de entre los muertos. Pablo era judío por nacimiento. Había sido uno de los fariseos judíos, que creían en la resurrección de los muertos. Cuando estuvo ante el juez romano Félix, que probablemente creía en Pluto el dios romano del averno de las almas muertas, Pablo dijo, con referencia a los fariseos judíos: “Creo todas las cosas expuestas en la Ley [de Moisés] y escritas en los Profetas; y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos. . . . esta sola expresión que clamé estando de pie entre ellos: ‘¡Respecto a la resurrección de los muertos se me está juzgando hoy ante ustedes!’”—Hech. 24:14-21.
8. (a) ¿Cuántos testigos hubo de la resurrección de Cristo? (b) ¿Qué significa su resurrección para la humanidad muerta?
8 En sus escritos acerca de la resurrección el apóstol Pablo habló de más de quinientos testigos oculares, incluyéndose él mismo, que vieron al resucitado Jesucristo después que se le hubo dado muerte públicamente en un madero de tormento y se le había enterrado en una tumba sellada, bajo guardia de soldados para impedir cualquier robo del cuerpo muerto que estaba dentro. (1 Cor. 15:3-9; Mat. 27:57 a 28:4) Al probar que él y sus compañeros creyentes no eran testigos falsos de la resurrección de Jesucristo, Pablo indicó lo que significa la resurrección de Cristo para la humanidad muerta al decir: “Ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos, las primicias de los que se han dormido en la muerte. Pues dado que la muerte es por medio de un hombre [Adán, el primer hombre], la resurrección de los muertos también es por medio de un hombre.” (1 Cor. 15:20, 21) La resurrección de Jesucristo hizo accesible el camino para que otros, a saber, la humanidad muerta, fueran resucitados.
9, 10. (a) ¿Por qué pudo enfrentarse Jesús a la muerte de mártir valerosamente? (b) ¿Cómo aseguran las palabras de Jesús que habrá una resurrección?
9 En el año 33 de nuestra era común Jesucristo se enfrentó valerosamente a la muerte de mártir, porque tuvo confianza en que el Dios Todopoderoso su Padre celestial lo levantaría de entre los muertos al tercer día. Así Dios le permitiría regresar al cielo y él presentaría el valor de su sacrificio humano a Dios personalmente. Sobre la Tierra Jesucristo tuvo mucho que decir acerca de la resurrección. Una vez, cuando hablaba acerca de traer a los muertos humanos al juicio final por medio de una resurrección, él dijo: “Así como el Padre tiene vida en sí mismo, así ha concedido también al Hijo el tener vida en sí mismo. Y le ha dado autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio. No puedo hacer ni una sola cosa de mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo; y el juicio que yo dicto es justo, porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió.”—Juan 5:26-30.c
10 Podemos estar seguros, entonces, de que habrá una resurrección.
UNA PREGUNTA PERSONAL
11. ¿Qué pregunta muy personal, por lo tanto, se sugiere?
11 Una pregunta muy personal, por lo tanto, se nos sugiere. Es ésta: Si, en algún tiempo en el futuro, usted y yo morimos y se nos entierra en una tumba o sepulcro, ¿se nos concederá una resurrección, un retorno a la vida del sueño de la muerte, en conformidad con la voluntad de Dios? Si así es, ¿cómo podemos saberlo? ¿Quiénes serán resucitados con nosotros? ¿No serán resucitados algunos de entre los muertos? Esta mismísima pregunta ha capturado el interés de muchos judíos, aunque ellos solo se adhieren a las Escrituras Hebreas, la primera parte de lo que llamamos la Santa Biblia.
12. ¿Qué clase de cuadro del día de la resurrección da la Biblia?
12 Algunos clérigos religiosos de la cristiandad han tratado de pintar cómo será el día de la resurrección para una persona que todavía viva sobre la Tierra en ese tiempo. Se han imaginado algunas cosas descabelladas y verdaderamente horripilantes en cuanto a ello, tales como partes de cadáveres humanos esparcidas extensamente silbando a través del aire para unirse a los otros miembros a los cuales pertenecían en un solo cuerpo al morir. La Biblia no presenta tal cuadro aterrador del tiempo de la resurrección, ni siquiera en la visión del profeta Ezequiel sobre el valle lleno de huesos secos que el poder del Dios Todopoderoso juntó y vistió otra vez con carne viva. (Eze. 37:1-10) De manera muy diferente, por medio de símbolos adecuados, el último libro de la Biblia nos da un cuadro de la resurrección terrestre después que los poderes inicuos en el cielo y en la Tierra han sido ahuyentados. Esta visión que inspira esperanza nos capacita a determinar quiénes participarán en la resurrección terrestre.
13. En Revelación 20:11-15, ¿qué visión le fue dada a Juan?
13 La visión, como la ve el apóstol cristiano Juan, se describe en Revelación 20:11-15 con estas palabras: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. Además, cualquiera que no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lado de fuego.”—Vea también Revelación 21:8.
14. ¿Por qué es Revelación 20:13 más inclusivo que las palabras de Jesús en Juan 5:28, 29 concerniente a la resurrección?
14 No todas las personas que mueren han muerto en la tierra seca y han sido enterradas en un sepulcro en el seno de la tierra. (Gén. 1:9, 10) Cantidades innumerables han muerto en el mar en naufragios, tormentas y batallas y han sido enterradas en el mar o sus cuerpos jamás han sido recobrados para darles un entierro en tierra seca. (1 Rey. 22:48, 49; 2 Cró. 20:36, 37; Sal. 48:7; Dan. 11:40) Por lo tanto, al describir el día de la resurrección de la humanidad, Revelación 20:13 dice que no solo “la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos” sino que también “el mar entregó los muertos que había en él.” Podemos darnos cuenta de que este versículo, Revelación 20:13, es una declaración más inclusiva de la resurrección que la de Jesús cuando dijo: “Todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, . . . a una resurrección.”—Juan 5:28, 29.
15. ¿Por qué no se arroja el “mar” en el “lago de fuego” también?
15 Otro punto que ha de observarse es éste: Entiéndase lo que se entienda aquí que es el Hades, los que están muertos en él no están en el mismo lugar que los que están muertos en el mar, porque los muertos en el mar se hallan en un lugar acuoso. El mar jamás cesará, en un sentido literal, de existir sobre la Tierra. Por eso Revelación 20:14 dice: “La muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.” Si el mar literal fuese arrojado dentro del “lago de fuego” apagaría el lago de fuego, y el lago de fuego cesaría de existir, más bien que el mar cesara de existir. Sin embargo, la Biblia es definitiva al decir que la “muerte segunda” que se simboliza por el “lago de fuego” jamás cesará de existir. Simbólicamente, ese “lago de fuego” arderá para siempre.
16. ¿Es el Hades de la Biblia como el que se imaginaban los griegos? ¿Por qué?
16 ¿Qué, entonces, es este Hades que se arroja en el simbólico “lago de fuego”? ¿Cuál es la condición de los que están en el tal Hades? Una cosa es segura, el Hades descrito en la Santa Biblia no es el Hades que se imaginaron los antiguos griegos no cristianos y que describieron en sus mitologías. No había resurrección general del Hades mitológico de los griegos paganos.
17. ¿En qué sentido doble hablaban los antiguos griegos de la resurrección?
17 Bajo el subtítulo “B. Resurrección en el mundo griego,” el Theological Dictionary of the New Testament, tomo 1, página 369, dice: “Aparte de la transmigración de las almas, . . . el griego habla de la resurrección en un sentido doble. a. La resurrección es imposible. . . . b. La resurrección puede tener lugar como un milagro aislado. . . . Se cuenta que Apolonio de Tiana levantó a una muchacha aparentemente muerta en Roma. . . , 150,000 denarios se contribuyeron como dotación adicional. . . . La idea de una resurrección general al fin de la era es extraña para los griegos. En realidad, quizás sea atacada en una inscripción frigia: [¿De veras están todos los desventurados esperando una resurrección?]. En Hechos 17:18 parece que anástasis [resurrección] se entiende mal por los oyentes como un nombre propio (compare Hech. 17:31 y lo siguiente).”d Por supuesto, la “muchacha aparentemente muerta” que levantó Apolonio murió otra vez.
18. Desemejante al pagano, ¿qué esperanza tenía el pueblo de Dios?
18 En su artículo sobre “Hades” la Cyclopœdia por M’Clintock y Strong, tomo 4, edición de 1891, reconoce esto, en la página 9, último párrafo: “Únicamente para el creyente hebreo la morada en sheol parecía ser solo una existencia temporal e intermedia. El pagano no tenía perspectiva fuera de sus regiones tenebrosas; sus barras eran eternas para él: y la idea de una resurrección era enteramente extraña tanto para su religión como para su filosofía. Pero fue en conexión con la perspectiva de una resurrección de entre los muertos que toda la esperanza se formó en el pecho del pueblo verdadero de Dios. Como solo esto podía efectuar la reversión del mal introducido por el pecado y realmente destruir al destructor, por eso nada menos se anunció en aquella primera promesa que dio seguridad de aplastar al tentador.”—Véase Génesis 3:15; Romanos 16:20.
19. Por eso, ¿de qué manera difiere el Hades de la Biblia del de los griegos?
19 Así, en la Biblia el Hades es diferente del de los griegos paganos, pues la Biblia repetidamente declara que habrá una resurrección del Hades, que resucitarán los que están ahí. No es un lugar como aquel de que hablaban los antiguos babilonios, es decir, “la tierra de donde no se regresa.” Pero, ¿dónde, entonces, está este Hades bíblico, y cuál es la condición de los que están en él? ¿Es un lugar de “existencia intermedia” para los muertos? Solo si conseguimos las propias respuestas de la Biblia conseguiremos las respuestas correctas, las respuestas verdaderas sobre las cuales puede apoyarse firmemente nuestra fe. ¿Qué dice la Biblia?
HADES
20. ¿Cuál tiene que ser la condición de los que están en el Hades?
20 En las más antiguas copias manuscritas conocidas de las Escrituras Griegas Cristianas la palabra Hades aparece diez veces.e ¿Están vivas las personas en el Hades bíblico? Lectores honrados de la Biblia dirán que se hallan sin vida, puesto que Revelación 20:13 dice que aquellos que “la muerte y el Hades entregaron” eran “los muertos que había en ellos.” Ciertamente los muertos en la muerte no están vivos. Igualmente los que están muertos en el Hades no podrían estar vivos tampoco. Sin embargo, los religiosos de la cristiandad están infectados de la mitología griega pagana y dirán: “Ese no es el caso. Los muertos que están en el Hades no están muertos en realidad. Solo su cuerpo está muerto, pero su alma está viva porque es inmortal. Para ellos la muerte solo significa que están separados de Dios. En otros respectos, aquellas almas inmortales que están en el Hades están realmente vivas.” Pero, ¿es correcto este argumento de los religiosos de la cristiandad? ¿Es eso lo que enseña la Biblia concerniente a la condición de los que están muertos en el Hades y que tendrán una resurrección del Hades? Escudriñe la Biblia.
21. (a) ¿Está el Hades en el cielo? (b) ¿Va la congregación cristiana al Hades?
21 En las Escrituras Griegas Cristianas el primer uso de la palabra Hades se encuentra en Mateo 11:23. Ahí el Señor Jesucristo dice: “Y tú, Capernaum, ¿acaso tú serás ensalzada hasta el cielo? Hasta el Hades bajarás.” (También en Lucas 10:15) Por esta razón el Hades no puede estar en el cielo. El siguiente uso de la palabra Hades se encuentra en Mateo 16:18, donde Jesús dice a su apóstol Pedro: “También, yo te digo a ti: Tú eres Pedro, y sobre esta masa de roca edificaré mi congregación, y las puertas del Hades no la subyugarán.” Este dicho de Jesús significa que la congregación de sus seguidores moriría y entraría por las puertas al Hades. Así llegaría a estar entre los que están muertos en el Hades.
22. ¿Por qué las puertas del Hades no subyugarían a la congregación de Jesús?
22 Sin embargo, ¿por qué las “puertas del Hades” no subyugarían a la congregación de Jesús? ¿Por qué aquellas “puertas” no permanecerían cerradas para siempre sobre los seguidores de Jesús y así harían al Hades una “tierra de donde no se regresa”? Era debido a lo que Jesús dijo más tarde al anciano apóstol Juan en el último libro de la Santa Biblia, en Revelación 1:17, 18. En esos versículos el resucitado Jesucristo en el cielo le dijo a Juan: “No tengas temor. Yo soy el Primero y el Ultimo, y el viviente; y llegué a estar muerto, pero, ¡mira! vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” Puesto que él tiene las llaves de la muerte y del Hades, el celestial Jesucristo puede abrir esas “puertas del Hades” y dejar salir a su congregación muerta, de esta manera restaurándola a la vida.
23. Jesús prometió subyugar al Hades así, ¿en qué tiempo?
23 Porque tenía presente esto, Jesús dijo que aquellas puertas del Hades no subyugarían a su congregación. Más bien, Jesús subyugaría al Hades y libertaría a su congregación del Hades. Jesús hizo una promesa directa de esto cuando dijo, en Juan 6:39, 40: “Esta es la voluntad del que me envió, que no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Porque ésta es la voluntad de mi Padre, que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.”
24. (a) En la Biblia, ¿qué palabra está asociada con el Hades? (b) En la muerte, ¿adónde fue Jesús, en conformidad con el Salmo 16:10, 11?
24 Es interesante notar que en los diez casos en que aparece Hades en las Escrituras Griegas Cristianas aparece con él la palabra “muerte.” (Rev. 1:18; 6:8; 20:13, 14) De modo que hay muerte, no vida, asociada con el Hades. En conexión con esto, entonces, hacemos la pregunta: Cuando Jesucristo mismo murió y fue enterrado en la tumba conmemorativa de su amigo, José de Arimatea, ese mismo día, ¿adónde fue Jesús mismo? (Mat. 27:57-61) Una persona en quien podemos confiar para que nos diga la verdad acerca de esto es el propio apóstol allegado de Jesús, Simón Pedro. En el día festivo del Pentecostés en Jerusalén, cincuenta y un días después de la muerte y entierro de Jesús, espíritu santo de Dios fue derramado sobre Pedro y otros discípulos de Jesús. Por eso, bajo inspiración del espíritu de Dios, Pedro habló y citó el Salmo 16:10, 11, diciendo: “Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que el que te es leal vea corrupción. Me has dado a conocer los caminos de la vida, me llenarás de alegría con tu rostro.” Esas palabras citadas por Pedro las escribió el rey David, que escribió como profeta inspirado de Dios.
25, 26. En el Pentecostés, ¿qué dijo Pedro concerniente a David y Jesús?
25 Luego el apóstol Pedro, lleno de espíritu de Dios, pasó a decir a los millares de judíos que observaban la festividad del Pentecostés:
26 “Hermanos, es permisible hablarles con franqueza de expresión respecto al cabeza de familia David, que falleció y también fue sepultado y su tumba está entre nosotros hasta este día. Por lo tanto, porque era profeta y sabía que Dios le había jurado con juramento que sentaría a uno del fruto de sus lomos sobre su trono, vio de antemano y habló respecto a la resurrección del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción. A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen. De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 2:27-36.
27. ¿Cómo llegó a estar capacitado Jesucristo para resucitar a su congregación del Hades?
27 En ese discurso el inspirado Pedro dice claramente concerniente al Señor Jesucristo que no fue “abandonado en el Hades,” y que en cumplimiento del Salmo 16:10 su alma no fue dejada en el Hades. Por eso, cuando el muerto Jesús fue enterrado en la tumba conmemorativa su alma fue al Hades. Al tercer día el Dios Todopoderoso lo resucitó del Hades, y luego Dios le entregó al resucitado Jesús las “llaves de la muerte y del Hades,” para que Jesús pudiera decir, en Revelación 1:18: “Llegué a estar muerto, pero, ¡mira! vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.” Por poseer él esas llaves, puede resucitar a todos los que están muertos en el Hades, incluyendo a su propia congregación.f
28. (a) ¿En qué lenguaje citó Pedro el Salmo 16:10 en el Pentecostés? (b) ¿Cómo, entonces, averiguaremos qué es y dónde está el Hades de la Biblia?
28 El apóstol Pedro, siendo hebreo o judío, evidentemente habló en el hebreo de aquel día cuando dio su discurso en el día del Pentecostés. Por eso, cuando citó del Salmo dieciséis, citó directamente del texto hebreo, no de la traducción de los Setenta griega del texto hebreo. Siendo eso así, Pedro no usó la palabra griega Hades sino que usó la palabra original en el texto hebreo, a saber, Sheol. La verdad escueta es que la palabra Hades es la palabra griega que se usa en la Versión de los Setenta al traducir la palabra hebrea Seol o Sheol.g En las Escrituras Hebreas inspiradas la palabra Sheol aparece sesenta y cinco veces en sesenta y tres diferentes versículos, incluyendo al Salmo 16:10, que Pedro citó. En el hebreo este versículo dice: “Porque tú no dejarás mi alma en el Sheol. No permitirás que el que te es leal vea el hoyo.”h En consecuencia, si averiguamos qué es y dónde está el Sheol y cuál es la condición de los que están en el Sheol al mismo tiempo averiguaremos qué es y dónde está el Hades bíblico y cuál es la condición de los que están en el Hades.
[Notas]
a Hades corresponde al dios del averno de los romanos llamado Pluto. Aplicado a este dios de los muertos, el nombre Hades quería decir “La Deidad que Hace Invisible,” por su poder de hacer invisibles a los mortales humanos después de su muerte.—Vea la Cycloœpdia de M’Clintock y Strong, tomo 4, página 9, bajo “Hades”; también, A Greek-English Lexicon de Liddell y Scott, reimpresión de 1948, tomo 1, página 21, columna 2, bajo Ἅιδης o ᾅδης.
b Vea La Atalaya de 1964, página 663, párrafos 17, 18.
c Para una discusión cabal de estas palabras de Jesucristo, sírvase ver el número de La Atalaya del 1 de junio de 1965, bajo los títulos “Saliendo de las tumbas a una ‘resurrección de vida’” y “Saliendo de las tumbas a una ‘resurrección de juicio.’”
d Editado en alemán por Gerhard Kittel, y traducido al inglés por Geofredo W. Bromley, edición de 1964. Impreso en Holanda.
e En los manuscritos más antiguos la palabra Hades no se encuentra en 1 Corintios 15:55. En cambio, la palabra thánatos, que significa “muerte,” se encuentra allí.
f Para una explicación del Hades en Lucas 16:23 vea el número de La Atalaya bajo fecha del 1 de julio de 1965, página 395, párrafos 11 y siguientes.
g En la Versión de los Setenta griega la palabra Hades aparece setenta y tres veces.
h NM; AN; Yg; NR; UTA; pero Ro dice “hades” en vez de “Sheol.”
[Ilustración de la página 359]
JESÚS RESUCITADO SE APARECE A PABLO