Un sacerdocio celestial... provisión de Dios para los que buscan la vida
“La Ley no llevó nada a la perfección, pero el introducir además una esperanza mejor sí, por medio de la cual estamos acercándonos a Dios.”—Heb. 7:19.
1. Al fracasar Israel y no lograr ser la “nación santa” de sacerdotes de Jehová, ¿qué preguntas surgieron?
LA NACION de Israel no obedeció la voz de Jehová su Dios ni guardó su pacto, y fue rechazada en cuanto a ser Su reino de sacerdotes cuando, por haber rechazado a Su propio Hijo, el Mesías, agotaron la paciencia con que Dios había aguantado su infidelidad. ¿Habría de ser lanzada toda la humanidad una vez más a las tinieblas espantosas, cortada de la comunicación con su Creador, la Fuente de la vida? ¡Cuán patente se les había hecho ahora a las personas temerosas de Dios que la urgente necesidad del hombre era un sacerdocio que permaneciera fiel y durara para siempre, a fin de que los hombres obedientes alcanzaran, no solo comunicación con Dios, sino también la futura realización de la esperanza de acercarse a él en la asociación feliz y despejada de que disfrutó por un tiempo Adán en su perfección! Pero, ¿cómo podría efectuarse esto? Se necesitaba alguna provisión para elevar a los hombres desde abajo, desde la inhabilidad del pecado. Desde el punto de vista meramente humano tal posibilidad era remota.
2. ¿Cómo sabemos que Dios había hecho provisión para suministrar al hombre lo que necesitaba?
2 Felizmente Jehová había hecho exactamente tal provisión y, además, había dado en su Palabra escrita fuertes seguridades de ello. Este medio de acceso a su favor y vida se representó perfecta y exactamente por el funcionamiento del sacerdocio aarónico de Israel, pues el apóstol Pablo escribió: “Los cuales hombres [sacerdotes aarónicos] están rindiendo servicio sagrado en una representación típica y sombra de las cosas celestiales.”—Heb. 8:5.
3. Desde el mismo principio, ¿qué debemos entender acerca del significado de todos los detalles típicos?
3 A fin de entender mejor todos los rasgos maravillosos de esta generosa provisión por Jehová, tenemos que entender desde el mismo principio que se trata de cosas celestiales, espirituales, invisibles. Por siglos hombres impíos han procedido sobre la suposición de que pueden alcanzar paz y éxito genuinos por medio de sus propios esfuerzos y planes sin ayuda. Han pasado por alto del todo el principio que se expresa en la ley de Dios a Israel: “No solo de pan vive el hombre, sino que de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre.” (Deu. 8:3) Por lo tanto, los que quieran conseguir la vida tienen que oír, entender y aplicar en su vida las expresiones de Jehová que están disponibles para nosotros en su Palabra escrita. Entonces, con toda reverencia consideremos la maravillosa manera en que Jehová ha usado cosas materiales para enseñarnos verdades profundas y espirituales acerca de las cuales de ninguna otra manera podríamos llegar a saber.
EL SUMO SACERDOTE
4. ¿Qué aprendemos que son las realidades señaladas por el sumo sacerdote, la sangre de las víctimas de sacrificio y la tienda?
4 Identificando algunas de las realidades señaladas por las sombras típicas, el apóstol Pablo escribió bajo inspiración: “Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han venido a realizarse, por medio de la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación, él entró, no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo liberación eterna para nosotros. Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor nuestro.” Cristo, por lo tanto, se identifica como la cabeza de un sacerdocio celestial, mientras que su entrada en la presencia de Dios en el cielo con el mérito de su sacrificio perfecto fue lo que se prefiguró por la entrada del sumo sacerdote de Israel en el compartimiento Santísimo de la tienda típica llevando la sangre de animales sin tacha. Una vez que se ve esto claramente, se hace accesible a nuestro entendimiento el significado verdadero de una hueste de sombras típicas.—Heb. 9:11, 12, 24.
5. ¿Cómo describe el apóstol Pablo las ventajas del sacerdocio de Cristo sobre el de Aarón?
5 Cristo Jesús no heredó el sacerdocio de la tribu de Leví, porque ni siquiera pertenecía a esa tribu según nacimiento carnal. Había nacido de una hija virgen de la tribu de Judá. Su sacerdocio es de mucho mayor eficacia en cuanto a acercar más a los humanos a Dios. ¿A qué grado es más eficaz? Escuche lo que contesta el apóstol Pablo: “Esta esperanza la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra hasta dentro de la cortina, donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre.” “Estando sin padre, sin madre, sin genealogía, sin tener principio de días ni fin de vida, mas habiendo sido hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote perpetuamente.” “Por consiguiente él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios por medio de él, porque siempre está vivo para abogar por ellos.” “Tenemos tal sumo sacerdote, y se ha sentado a la diestra del trono de la majestad en los cielos, siervo público del lugar santo y de la tienda verdadera, que Jehová levantó, y no el hombre.”—Heb. 6:19, 20; 7:3, 25; 8:1, 2.
6. ¿Cuán eficaz es este nuevo sacerdocio que se le concede a Cristo Jesús?
6 Por estos textos debemos notar que Jesús no tuvo ningún predecesor en el cargo, porque fue un sacerdocio enteramente nuevo el que Dios le estaba concediendo, uno que se estaba haciendo cargo de todas las funciones vitales de sacerdotes y sacerdocios previos, uno que duraría para siempre y que sería adecuado para salvar todos los obstáculos aparentemente insuperables que dividen al hombre pecaminoso de su Creador puro y justo. También, aprendemos que la tienda erigida bajo la superintendencia de Moisés solo es una sombra de la “tienda verdadera” o el arreglo celestial invisible provisto por Jehová mismo para que los humanos arrepentidos puedan regresar a la armonía con él y conseguir paz y vida.
CUERPO DE SUBSACERDOTES
7. ¿Por qué deberíamos esperar que Cristo tuviera un cuerpo de subsacerdotes? ¿Indica el apóstol Pablo que éste sea el caso?
7 Cuando pensamos en un sumo sacerdote pensamos en él como el principal de un cuerpo de sacerdotes. Así, Aarón fue cabeza del cuerpo de sacerdotes y de los ayudantes de la tribu de Leví. Se recordará que los varones de la entera tribu de Leví fueron reclamados por Jehová como su propia posesión especial en lugar de los hijos primogénitos de todas las familias de Israel que habían sido eximidos de la muerte en la noche de la pascua. Fueron apartados de las otras tribus para atender todos los servicios de la tienda típica. Así se nos hace esperar que el Aarón Mayor, Cristo Jesús, tuviera asociado con él una hermandad santa de subsacerdotes que serían escogidos de entre los hombres y que servirían bajo él en la obra de hacer aceptables a Dios el acercamiento y adoración de la gente. De acuerdo con esta expectativa, el apóstol Pablo escribió: “Por consiguiente, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al apóstol y sumo sacerdote que nosotros confesamos: a Jesús.” “El [Dios] nos salvó y nos llamó con un llamamiento santo, no a causa de nuestras obras, sino a causa de su propio propósito y bondad inmerecida.”—Heb. 3:1; 2 Tim. 1:9.
8. ¿Cómo hemos de entender lo que representa la tienda?
8 El que la “tienda verdadera” representa algo invisible en los cielos se sugiere por el hecho de que desde la puerta del patio de la tienda de reunión de Moisés los del pueblo de Israel solo podían ver lo que pasaba fuera de la tienda. Todo lo que estaba dentro de la tienda no lo podían ver, y siempre permanecía oculto de su vista fuera que la nación estuviese acampada o en marcha. Luego, también, si relacionamos la tienda del desierto con el templo posterior que construyó Salomón, y que se construyó de manera muy semejante, aunque con materiales más durables, podemos comenzar a entender el significado pleno de estos lugares típicos de adoración. Jesucristo entró en esta “tienda verdadera” antes que se comenzara el templo de “piedras vivas” en el Pentecostés de 33 E.C., como mencionó el apóstol Pablo: “Ciertamente, por lo tanto, ustedes ya no son extraños y residentes forasteros, sino que son conciudadanos de los santos y son miembros de la casa de Dios, y han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, unido armoniosamente, va creciendo para ser templo santo para Jehová. En unión con él ustedes, también, están siendo edificados juntamente para ser lugar donde habite Dios por espíritu.” El usarse la expresión “creciendo para ser templo santo” indica que este santuario celestial no es un desenvolvimiento repentino, sino que necesita bastante tiempo para completarse.—Efe. 2:19-22.
9. ¿Qué hechos en cuanto al Santísimo son muy adecuados?
9 Pablo dirigió estas palabras a cristianos del primer siglo, a sus compañeros proclamadores del reino de Dios. Así se nos hace patente que individuos especialmente llamados y escogidos de entre la humanidad se despiertan a la expectativa de llegar a ser criaturas espíritus, celestiales, y de formar un sacerdocio santo bajo Cristo. Note también que Dios habrá de morar en este templo de “piedras vivas.” (1 Ped. 2:4, 5) Sin embargo, en el caso del antiguo templo material sin vida, el compartimiento Santísimo de la tienda en el desierto prefiguró el lugar celestial de la presencia de Dios, porque contenía el arca del testimonio con su cubierta dorada coronada por dos querubines con las alas extendidas ocultando lo que parecía ser un trono. Jehová mismo le declaró a Moisés: “Allí ciertamente me presentaré a ti y hablaré contigo desde encima de la cubierta, desde entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, aun todo lo que te mande para los hijos de Israel.” El gran Sumo Sacerdote y su sacerdocio oirán y transmitirán a todos los obedientes la voz de Jehová, la fuente de todo poder, autoridad e instrucción.—Éxo. 25:22.
10. ¿Qué se representa por la cortina que estaba enfrente del Santísimo, y cómo confirma esto más ampliamente nuestro entendimiento del significado de ese compartimiento interior de la tienda?
10 Enseguida nuestra atención se dirige al compartimiento anterior de la tienda. Está dividido del Santísimo por una hermosa cortina de lino bordada con querubines, como también lo está el entero forro de la tienda. La identificación de esta cortina simbólica, dada bajo inspiración, provee el indicio para nuestro entendimiento del significado del compartimiento exterior. Dice el apóstol Pablo: “Por lo tanto, hermanos, puesto que tenemos denuedo respecto al camino de entrada al lugar santo [el cielo mismo] por la sangre de Jesús, el cual él nos inauguró como camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne.” (Heb. 10:19, 20) Viendo que la cortina representó la carne de Jesús, se desprende que el morir voluntariamente como víctima perfecta, de sacrificio, abrió el camino para su entrada de nuevo en la gloriosa presencia de su Padre mediante su resurrección como una poderosa criatura espíritu. Y el apóstol aquí claramente indica que por medio del sacrificio del cuerpo carnal de Jesús y su sangre otros con el tiempo lo seguirán a los cielos después de terminar su carrera terrestre en fidelidad hasta la muerte, siendo ‘hechos vivos en el espíritu’ como su Sumo Sacerdote.—1 Ped. 3:18.
EN LUGARES CELESTIALES
11. ¿Qué se representa por el compartimiento anterior de la tienda, y cómo llegamos a entenderlo así?
11 Como lugar oculto, lugar que no habrían de ver los adoradores no sacerdotales de Dios, y no obstante no representando la mismísima presencia de Dios en el cielo, tenemos que concluir que el compartimiento anterior era una sombra de la posición peculiar que primero ocupó Jesús y más tarde ocuparon sus subsacerdotes mientras todavía estaban en la carne. Habiéndose aprovechado del mérito del sacrificio de rescate de Cristo, los subsacerdotes han dedicado su vida a Jehová, y él, a su vez, los ha llamado con una llamada celestial. Desde entonces esa llamada celestial ocupa el lugar más precioso en sus pensamientos y vida. Para que ellos puedan, aun cuando todavía están en la carne en la Tierra, entrar en servicio bajo el glorificado Sumo Sacerdote, Jehová les da un nuevo nacimiento mediante su espíritu santo, constituyéndolos sus hijos espirituales y comisionándolos a llevar a cabo funciones sacerdotales. Su espíritu santo que desciende sobre ellos sirve de prenda por anticipado de la vida celestial que les aguarda como galardón. Así lo expresa el apóstol Pedro: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes, que están resguardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación lista para ser revelada en el último período de tiempo.”—1 Ped. 1:3-5.
12. ¿Qué es lo que establece la distinción entre los del sacerdocio bajo Cristo y otros adoradores de Jehová, y cuál es la diferencia verdadera?
12 Este “nuevo nacimiento a una esperanza viva” es lo que establece la distinción entre el número limitado llamado a ser “sacerdotes de Dios y del Cristo” en los cielos y la grande muchedumbre de otros adoradores de Dios cuya esperanza es vivir en una Tierra limpia cuando se cumpla completamente la oración: “Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:10) Mientras estos subsacerdotes de Cristo todavía sirven en la carne, no se ven ni actúan de manera diferente de la grande muchedumbre de siervos de Dios cuyas esperanzas son terrestres. No obstante, a la vista de Jehová ya están en el lugar de su protección especial, y tienen una vista de su relación espiritual con Dios y con Cristo que ningún otro puede comprender ni compartir a grado cabal. Saben que antes que puedan unirse finalmente con Cristo en los cielos tienen que terminar lealmente su servicio en la Tierra como proclamadores activos del nombre y propósito de Dios. Para ellos es la preciosa promesa: “Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida.”—Rev. 2:10; 20:6.
13. ¿Cómo describen otros textos de las Escrituras a los que son llamados al sacerdocio celestial mientras todavía están en la carne?
13 Nótese cómo otros textos de las Escrituras describen la posición de los de esta compañía sacerdotal mientras todavía continúan en la carne: “A ustedes los que han sido santificados en unión con Cristo Jesús, llamados a ser santos.” “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en unión con Cristo.” “Pero Dios, que es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, nos vivificó junto con el Cristo, aun cuando estábamos muertos en ofensas —por bondad inmerecida ustedes han sido salvados— y nos levantó juntos y nos sentó juntos en los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús.” Con su fuerte esperanza de una herencia celestial y el profundo sentido de responsabilidad que acompaña a esta relación estrecha con Dios y Cristo, es como si ya estuviesen, por anticipado, sentados en sus lugares reservados para ellos en los cielos. ¡Cuán apropiadamente se prefiguró esto por los querubines bordados que rodeaban a los que tenían el privilegio de entrar y servir en el compartimiento anterior de la tienda típica!—1 Cor. 1:2; Efe. 1:3; 2:4-6.
SERVICIOS SACERDOTALES
14. (a) ¿Qué indica el hecho de que los artículos mobiliarios de la tienda no fueran visibles a los israelitas? (b) ¿Qué representa el candelabro?
14 El servicio del sacerdocio celestial mientras todavía está ocupado en la Tierra se puede discernir por los artículos mobiliarios de ese compartimiento anterior de la tienda típica. Puesto que todos éstos se hallaban fuera de la vista de los israelitas que estaban de pie en la puerta del patio, tienen que representar cosas que se disciernen espiritualmente, y acerca de las cuales solo los miembros del sacerdocio celestial pueden tener el entendimiento más pleno. El candelabro de oro de siete brazos, encendido, representa la luz espiritual que reciben por medio de la Palabra y el espíritu de Dios mientras sirven en su estado espiritual todavía en la Tierra. Siendo iluminados así, tienen por lo tanto la comisión de ser “la luz del mundo” en virtud de sostener en alto y proclamar públicamente el esclarecimiento que han recibido de Dios por medio de Cristo. Como aquellas lámparas utilizaban aceite como combustible, así el sacerdocio bajo Cristo es iluminado por el espíritu santo de Jehová, y, estando iluminados ahora por el candelabro simbólico, están capacitados para impartir a otros el conocimiento dador de vida de la voluntad y propósito de Dios. (Sal. 119:105) Este entendimiento del significado del aceite se confirma por el hecho de que el gran Sumo Sacerdote, Cristo Jesús, fue ungido, no con aceite, sino con el espíritu santo de Dios, como nos asegura el apóstol Pedro: “Dios lo ungió [a Jesús] con espíritu santo y poder.”—Hech. 10:38.
15, 16. ¿Qué se sugiere por el pan de la proposición sobre su mesa?
15 Enseguida fijamos nuestra atención en la mesa revestida de oro para el pan de la proposición sobre la cual se colocaban doce panes en forma de anillo en dos filas de seis cada una, con incienso sobre cada fila. Puesto que no estaban donde pudieran verlos los que estaban afuera y no obstante llegaban a ser un medio de sustento para el sacerdocio santo bajo Aarón, representan la Palabra de Dios de la cual tiene que alimentarse el sacerdocio espiritual, toda palabra que sale de la boca de Dios. (Deu. 8:3; Mat. 4:4; Jer. 15:16) También, esto nos recuerda la conversación entre Jesús y sus discípulos en cierta ocasión: “Él les dijo: ‘Yo tengo alimento para comer del cual ustedes no saben.’ Por lo tanto los discípulos empezaron a decirse unos a otros: ‘Nadie le ha traído de comer, ¿verdad?’ Jesús les dijo: ‘Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió; y terminar su obra.’” (Juan 4:32-34) En aquel tiempo el espíritu santo no había venido sobre aquellos discípulos, de modo que no entendieron. Más tarde, los miembros de su sacerdocio ungidos con espíritu reconocieron que la fuerza sustentadora de su vida como hijos espirituales de Dios procede de alimentarse de la Palabra de Dios y de su devoción a llevar a cabo la voluntad de Jehová para ellos.
16 En relación con este pan hoy se nos hace recordar otras ricas provisiones de Jehová para el sustento de su sacerdocio santo. Hay la continua provisión de verdad espiritual que se suministra constantemente por medio de las columnas de esta revista. Hoy a los subsacerdotes de Cristo se les recuerda constantemente la gran deuda de gratitud que le deben a Aquel que les da abundantemente todas las cosas para que disfruten de ellas. (1 Tim. 6:17) Apreciativamente se ocupan en el servicio de la “tienda verdadera” para provecho de otras multitudes de personas que aman la verdad y la justicia.—2 Tim. 4:2.
17. ¿Cuál es el significado del altar de oro del incienso?
17 El altar de oro del incienso estaba inmediatamente enfrente de la cortina que ocultaba al Santísimo. Este era fijo. Pero había un “incensario de oro” portátil que el sumo sacerdote introducía en el Santísimo en el día de expiación. Para que no muriera, el sumo sacerdote llevaba incienso junto con brasas y hacía que el humo del incienso llenara el Santísimo antes de arriesgarse a introducir la sangre de los sacrificios especiales en el día de expiación anual. (Heb. 9:1-7) Correspondientemente, el ministerio de tres años y medio de Jesús que lo llevó a su muerte de sacrificio y su resurrección se distinguió por la manera perfecta en que retuvo integridad en medio del ardiente calor de la persecución y por oración sumisa a su Padre pidiendo fuerza y dirección. (Heb. 5:7) En el antiguo Israel los subsacerdotes podían ofrecer incienso en el altar del incienso en el Santo. (Luc. 1:8-10) Así mismo, en lo que toca a los subsacerdotes de Jesucristo, todos los miembros de su sacerdocio tienen que orar incesantemente si quieren recibir el abastecimiento necesario del espíritu santo para retener integridad y conseguir acceso a las cortes celestiales. Puesto que “el incienso significa las oraciones de los santos,” el hecho de que estuviera sobre el altar de oro del incienso indicaría la provisión de Jehová para que este cuerpo de sacerdotes bajo Cristo haga oraciones unidas y retenga integridad en la Tierra.—Rev. 5:8; 1 Tes. 5:17.
OTRAS REALIDADES
18. Puesto que el altar de cobre no está dentro de la tienda, ¿qué debemos esperar en cuanto a su significado? ¿Qué entendemos que representa?
18 Precisamente al entrar por la puerta del patio estaba el altar de cobre. Puesto que era visible a los que estaban en la puerta, debemos esperar que represente algo bastante tangible. También, tiene que estar identificado estrechamente con los sacrificios que se ofrecían en él. Visiblemente aquí en nuestra Tierra Jesús se ofreció voluntariamente como sacrificio hace mil novecientos años, y sobre la base de su muerte de sacrificio comenzó a congregar en torno de sí una organización de creyentes, de personas a quienes constituiría en un sacerdocio santo, en el cual y por medio del cual se ofrecerían a Dios sacrificios espirituales, el “sacrificio de alabanza” y de buenas obras. (1 Ped. 2:5; Heb. 13:15, 16) Los antiguos sacerdotes aarónicos no tuvieron nada que ver con este altar simbólico sobre el cual fue ofrecido Cristo.—Heb. 13:10-13.
19. ¿Cómo explica el apóstol Pablo la palangana de cobre que estaba en el patio?
19 El lavarse los sacerdotes en la palangana grande de cobre situada enfrente de la tienda, y al alcance de la vista de los espectadores, indica una provisión para la limpieza del sacerdocio celestial, los efectos de la cual igualmente deben ser visibles a personas aquí en la Tierra. Pablo describe el proceso cuando escribe: “El Cristo también amó a la congregación [de sus subsacerdotes] y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, limpiándola con el baño de agua por medio de la palabra, para presentarse a sí mismo la congregación en su esplendor, sin que tenga mancha, ni arruga, ni ninguna de tales cosas, sino que sea santa y sin tacha.” Los resultados de este limpiamiento progresivo tienen que llegar a ser claramente manifiestos en la vida y actividades de ellos aquí en la Tierra.—Efe. 5:25-27.
20. Explique el significado del patio de la tienda.
20 Aquel patio típico mismo representa la condición de perfección humana en la cual Jesús se ofreció a Dios como “un solo sacrificio por los pecados perpetuamente,” como aquel toro sin tacha de la ofrenda por los pecados. (Heb. 10:12) Pero, ¿cómo pudiera ser eso, pregunta usted, puesto que la entera tribu de Leví, que representaba al sacerdocio celestial bajo Cristo, servía dentro de aquel recinto santo? La respuesta se puede notar por lo que Pablo dice acerca de los tratos de Dios con los que son llamados al sacerdocio celestial: “Mas ustedes han sido lavados, mas ustedes han sido santificados, mas ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios.” (1 Cor. 6:11) Así limpiados del pecado adámico por la sangre de Cristo Jesús y contados justos, como si fueran humanos perfectos, el cuerpo de subsacerdotes espirituales se despierta a la esperanza de filiación espiritual y se pide de ellos que entreguen en servicio fiel según el ejemplo de su Sumo Sacerdote la vida humana perfecta que se les ha imputado.
21. ¿Por qué debe servir de gran estímulo para nosotros en la actualidad la presencia en la Tierra de un resto de los miembros del sacerdocio celestial?
21 ¡Cuán regocijados debemos estar todos por el conocimiento de que estamos viviendo en el tiempo en que los últimos miembros restantes de ese sacerdocio santo que todavía no han terminado su carrera terrestre aún están aquí en medio de nosotros! Su mismísima presencia nos enlaza en fuerte y valerosa unidad para enfrentarnos a los tiempos críticos que ahora han venido sobre la Tierra. Tal como el servicio santificador de los sacerdotes típicos trajo favor y dirección divina a Israel, así también podemos tener la seguridad de que Dios está tratando con criaturas imperfectas aquí en la Tierra hoy y que por medio de su sacerdocio con el tiempo proveerá acceso a la Fuente de la vida para multitudes de arrepentidos de toda nación, tribu, pueblo y lengua.
[Ilustración de la página 658]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Delineación del terreno del tabernáculo
SANTISIMO
Arca
Cortina
SANTO
Altar del incienso
Mesa
Candelabro
Pantalla
PATIO
Palangana
Altar de ofrendas quemadas
Puerta
ESTE
SUR
OESTE
NORTE