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Anuario de los testigos de Jehová 1993
yb93 págs. 3-32

Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1993

“LA ESCENA de este mundo está cambiando”, escribió el apóstol Pablo a sus compañeros cristianos de la prestigiosa ciudad de Corinto. (1 Cor. 7:31.) Corinto era una ciudad intelectual, próspera y moralmente corrupta. Su variopinta población estaba formada en gran parte por mercaderes y viajeros que permanecían en ella por unos cuantos días y después se marchaban, a la manera de actores que entran en un escenario por los bastidores para representar su papel y desaparecen de súbito hasta la siguiente escena. La exterioridad de la vida —⁠“la escena”⁠— de Corinto, con toda su llamativa opulencia, era transitoria y cambiante en su continuo devenir. Pablo aconsejó a los hermanos que no usaran el mundo a plenitud. Les dijo que no se hallaran absortos en las cosas terrenales. Tales cosas no perduran. El tiempo que queda es muy reducido y los cristianos no deben apegarse a los proyectos volubles del hombre. Por lo tanto, Pablo aconsejó: Vivan de tal manera que puedan “atender constantemente al Señor sin distracción”. (1 Cor. 7:⁠35.)

Aunque las palabras de Pablo se registraron hace más de 19 siglos, aún resultan ciertas. La presente apariencia del mundo está cambiando constantemente. Como una escena de teatro que pasa rápidamente, las posesiones materiales que se consiguen con duro trabajo pueden estar aquí hoy y desaparecer mañana. Una inundación, un terremoto, un huracán o cualquier otro desastre natural pueden acabar con la vida de una persona en un instante. Las ideologías políticas y económicas, que con frecuencia resultan en derramamiento de sangre, pueden cambiar de la noche a la mañana. Por ejemplo: hace unos tres años los países de Europa oriental parecían estables. Entonces, en noviembre de 1989 cayó de súbito el muro de Berlín, y las doctrinas que se habían sostenido por decenios, se derrumbaron como fichas de un dominó por toda Europa oriental.

Mil millones de horas

Sin embargo, aunque esos cambios de escena han afectado a los testigos de Jehová, se han esforzado en todo momento por atender constantemente al Señor. Durante el pasado año de servicio tuvieron un máximo de 4.472.787 publicadores y dedicaron 1.024.910.434 horas a predicar las buenas nuevas del Reino de Jehová Dios en 229 países y en 69.558 congregaciones. ¿Acaso hay otra organización religiosa que haya hecho tanto?

Pero además de predicar, los Testigos enseñaron individualmente y de manera gratuita a millones de personas. Cada mes dirigieron un promedio de 4.278.127 estudios bíblicos en los hogares de las personas. ¿Cuál fue el resultado de tal evangelización? El número de los que se bautizaron en símbolo de su dedicación a Jehová fue de 301.002. Además, la noche del 17 de abril de 1992 tuvo lugar la celebración sagrada de la Conmemoración de la muerte de Jesucristo. Esa noche, las congregaciones de los testigos de Jehová por todo el mundo tuvieron una asistencia de 11.431.171 personas.

En un país tras otro se abarrotaron los Salones del Reino. En Zambia, por ejemplo, donde hubo un máximo de 80.460 publicadores de las buenas nuevas, los hermanos se regocijaron por la asistencia de 365.828 personas a la Conmemoración: ¡más del 4% de la población del país! En México, la asistencia a la Conmemoración fue de 1.283.203. ¡Imagínese, 9.000 congregaciones celebraron la Conmemoración en ese país! Y en Checoslovaquia, con un máximo de 25.435 publicadores, la asistencia a la Conmemoración fue de 54.082 personas. La Conmemoración también se celebró en tres prisiones por primera vez en el país, en la que estuvieron presentes 54 prisioneros y sus guardas. Los funcionarios de una prisión expresaron su satisfacción por el programa agradable y bien preparado que incluyó varios cánticos. En otra ciudad, a los hermanos les sorprendió mucho ver que un prisionero llegaba al Salón del Reino con su guarda para celebrar la Conmemoración.

En Brasil, que alcanzó los 332.050 publicadores en marzo, asistieron a la Conmemoración un total de 985.252 personas. Eso significa un aumento de 87.513 personas con relación al año anterior. Los jóvenes también se benefician de estar presentes en esta ocasión especial.

Paul, de nueve años, era el único Testigo en su escuela en 1990. Su maestra se había percatado de su buena conducta. Pero veía que cuando ella hacía oración en la clase, Paul no inclinaba la cabeza, y que cuando pedía a cada alumno que orara, llegado su turno Paul rogaba que se le excusara. El día que la cristiandad llama viernes santo, la maestra pidió que los alumnos hicieran un dibujo de Jesús en la cruz. Sin embargo, cuando Paul lo dibujó colgado en un madero, ella le preguntó a qué se debía. Él le dio una explicación, le dejó literatura bíblica para que la leyera y la invitó a la Conmemoración.

Además, Paul consiguió permiso para dirigir un estudio regular de la Biblia en su clase. El estudio de 40 minutos se realizaba semanalmente usando la Biblia y la publicación Mi libro de historias bíblicas. También estaban presentes el director de la escuela, las secretarias, la maestra de Paul y otras personas. El año siguiente, otros tres maestros solicitaron el estudio en sus clases. Eso no le gustó al sacerdote. Le exasperaba oír a los niños usar el nombre de Jehová. Convocó una reunión con los padres de familia y les dijo que sus hijos no deberían usar ese nombre. Los padres se quejaron a los maestros, y estos a su vez hablaron con Paul.

“Si no se puede usar el nombre de Dios —dijo Paul⁠—, no puedo seguir dirigiendo el estudio”, aduciendo que la santificación del nombre de Dios es la parte más importante de la oración modelo de Jesús. Después de oír la explicación, permitieron que él continuara dirigiendo el estudio y ahora, en 1992, se conduce en cinco clases, incluso en una de niños con problemas de aprendizaje. Ha sorprendido a los maestros ver que los niños escuchan con atención cuando se les enseñan los propósitos de Dios y que están menos inquietos durante el estudio que en las demás clases.

Los Testigos ahora pueden predicar libremente

El 22 de mayo de 1992 se legalizó a los testigos de Jehová en Albania por un decreto del gobierno. Justo antes de darse el decreto que concede libertad, 325 personas asistieron a la Conmemoración. En junio de 1992 hubo 56 publicadores de las buenas nuevas. ¡Qué contraste cuando se les compara con los nueve que informaron en junio de 1991! Un hombre dijo a los Testigos en la calle: “Durante el período comunista todos nos olvidamos de Dios. Únicamente los testigos de Jehová permanecieron fieles a él a través de todas las pruebas y dificultades”.

Angola legalizó la buena obra de los Testigos el 10 de abril de 1992. Tras décadas de persecución y guerra, los hermanos de ese país se regocijaron de manera especial y agradecieron a Jehová el ‘haber coronado el año con Su bondad’. (Sal. 65:⁠11.)

Por muchos años, a los misioneros que se asignaba al país se les deportaba de inmediato. En los años cincuenta se encarceló a muchos Testigos. A algunos se les sentenció a pasar 15 años o más en campos de trabajos forzados. A otros se les ejecutó. Sin disminuir el paso, los Testigos mostraron que tenían en alta estima su privilegio de compartir las buenas nuevas con otros. ¿Cómo se les ha recompensado por su ministerio fiel?

El mismo mes que se registró la obra legalmente se alcanzó un nuevo máximo de 18.911 publicadores, lo que representa un 30% de aumento sobre el promedio del año pasado. Además se informaron 56.075 estudios bíblicos. Los informes dicen que hay personas interesadas en la verdad que van a los hogares de los hermanos a solicitar un estudio bíblico. Las congregaciones que cuentan con 100 publicadores o más, tienen una asistencia de entre 300 y 500 personas en sus reuniones públicas. Las condiciones favorables que se presentaron poco antes de que se diera reconocimiento a la obra, permitieron a los hermanos celebrar sus primeras asambleas de distrito —20 en total⁠—, con una asistencia máxima de 17.064 personas. ¡Qué conmovedoras ocasiones!

Algunas congregaciones en Angola tienen un territorio pequeño, y por tanto es necesario que los Testigos prediquen a toda persona que encuentren. En cierto hogar, el amo de casa dijo a un Testigo que, puesto que era católico, no le interesaba su mensaje. La semana siguiente, al pasar por aquella misma casa, el hermano vio a la esposa de aquel hombre en el portal y aprovechó la ocasión para hablar con ella. La respuesta de ella fue la misma que la de su esposo, pero añadió un dicho del lugar: “Un perro no puede llevar dos huesos a la vez”, dando a entender que una persona no puede profesar dos religiones al mismo tiempo. La siguiente semana, el hermano vio a una joven en el portal. Conocedor de que era una familia religiosa, le ofreció el libro Lo que los jóvenes preguntan.Respuestas prácticas. La joven escuchó con atención, aceptó el libro y estuvo de acuerdo en que el hermano volviese a la semana siguiente. Sin saberlo el hermano, el padre de ella escuchó la conversación desde el cuarto contiguo. Varios días después, el padre de la joven encontró al hermano en la calle y le dijo que su hija había leído todo el libro y que había disfrutado mucho de su lectura. Le dijo al hermano que no se olvidara de volver a visitarlos como había prometido. Ahora toda la familia estudia y asiste a las reuniones.

Los refugiados oyen las buenas nuevas

En Suiza, la escena del mundo también está cambiando, y el país ya no goza de la estabilidad que tenía en el pasado. La gran cantidad de negocios en quiebra y el creciente índice del desempleo son cosas nuevas para los suizos. Nunca antes se habían mudado tantos extranjeros al país, ya sea como refugiados o como personas que buscan —muchas veces en vano⁠— mejores condiciones económicas. Y cada vez es más difícil para el gobierno tomar decisiones que el pueblo no impugne. La sucursal informa: “Todas estas condiciones están produciendo un ambiente de inseguridad que ha resultado en que muchos hermanos puedan entablar conversaciones sobre nuestra esperanza basada en la Biblia”.

Un caso a propósito es el de Felicia, una mujer de Nigeria. Los problemas que había en su matrimonio hicieron que se separara de Jimmy, su esposo. Tras dejar a su pequeño hijo al cuidado de sus padres, se mudó a Suiza. Pensaba que en Ginebra podría rehacer su vida, pero... ¡qué desilusión! El que una extranjera que buscaba asilo encontrara trabajo y un lugar donde vivir era más difícil de lo que había supuesto. Un día, en el trabajo, comentó sus problemas a otra refugiada que ya estudiaba la Biblia con los Testigos. Esta le habló a Felicia de las cosas maravillosas que estaba aprendiendo de la Biblia y de cómo Dios resolverá muchos problemas. Felicia concordó en tener un estudio bíblico, y ocho meses después se hizo publicadora no bautizada. En aquel tiempo empezó a sentirse preocupada por su familia y acudió a un anciano de su confianza.

Entretanto, Jimmy, que seguía siendo su esposo legal, también llegó a Suiza. Los cambios que observó en la personalidad de su esposa le impresionaron profundamente. También concordó en estudiar la Biblia con un hermano de la ciudad donde vivía. Felicia se bautizó en noviembre de 1991, solo 11 meses después de haber comenzado a estudiar. De inmediato empezó a servir de precursora auxiliar, mientras que su esposo se hizo publicador no bautizado y se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático de la congregación. En ese tiempo aún vivían separados, pero ahora que ambos pensaban igual, deseaban unirse de nuevo y criar a su hijo como una familia cristiana. Por consiguiente, Jimmy y Felicia presentaron a los ancianos la prueba de su matrimonio legal y les explicaron que deseaban reanudar su vida matrimonial para no traer oprobio al nombre de Jehová ni a la congregación cristiana. Jimmy se bautizó en Ginebra en 1992, en la Asamblea de Distrito “Portadores de Luz”, y ahora el matrimonio desea volver a Nigeria, resuelto a criar a su hijo en armonía con los principios cristianos.

Suecia es un país que ha abierto sus puertas a los refugiados. Las congregaciones han afrontado el desafío de predicar a los refugiados en su propio idioma. Los resultados han sido extraordinarios. Por ejemplo, de las 11 asambleas de distrito que se celebraron el año pasado, solo 5 fueron en sueco; las demás fueron en árabe, español, finlandés, griego, inglés y serbocroata. En la asamblea de distrito en inglés estuvieron presentes 696 personas de 77 países distintos. Ahora también se ha comenzado a testificar en persa y ruso.

Durante los últimos meses han llegado a Suecia más de 50.000 refugiados de la anterior Yugoslavia. Las congregaciones que hablan serbocroata han centrado sus esfuerzos en testificar a estos refugiados, con muy buenos resultados. Por todas partes, las reuniones cuentan con una asistencia de entre 75 y 100 refugiados, y algunos de estos adelantan hasta el punto de dedicarse y bautizarse en tan solo unos cuatro o cinco meses.

Los Testigos que viven en los Países Bajos predican en 17 idiomas diferentes. Cierto hermano de una congregación de habla española empezó a hablar a un hombre que había venido a los Países Bajos en calidad de refugiado. Había servido en varios países como embajador de un país africano. Sin embargo, habiendo perdido el favor de su gobierno, buscó refugio en los Países Bajos. Al principio, se comenzó a estudiar con él mientras su esposa todavía se hallaba en Portugal. Cuando la familia finalmente se reunió en los Países Bajos, todos participaron en el estudio, excepto el mayor de los cinco hijos. Progresaron muy bien, y el ex embajador ahora es nuestro hermano espiritual, pues se bautizó el 25 de julio de 1992. Su esposa y una de sus hijas son publicadoras no bautizadas. El nuevo hermano comentó: “Fui embajador del rey de mi país. Pero ahora soy embajador del Rey Supremo y del Reino de Dios”.

‘Ministraciones de socorro’ para los hermanos necesitados

DURANTE el mandato de Claudio, emperador romano del siglo primero, asoló la tierra una gran hambre. Los cristianos de la congregación de Antioquía de Siria “resolvieron, cada uno de ellos según los medios que tenía, enviar una ministración de socorro a los hermanos que moraban en Judea”. (Hech. 11:28, 29.) Bernabé y Saulo entregaron los fondos de ayuda al cuerpo de ancianos de Judea, que tenía a su cargo la distribución del auxilio requerido. Era la primera vez —al menos que conste en las Escrituras⁠— que la congregación cristiana enviaba una ayuda tan importante. De igual modo, cuando los Testigos de la actualidad se enteran de que sus hermanos de otra zona están en necesidad, contribuyen gustosos cuanto pueden. Con precisión, organización y rapidez, se pone en marcha una ministración de socorro. Considere estos ejemplos:

Europa oriental

A finales de 1991, el Cuerpo Gobernante invitó a siete sucursales de la Sociedad Watch Tower de Europa occidental a donar comida y ropa para sus hermanos necesitados de Europa oriental.a ¿Qué ocurrió cuando los Testigos de Suecia se enteraron de la necesidad? No dejaron de llegar camiones de las congregaciones de todo el país. Aun después de abarrotarse la sucursal sueca de ropa y otros artículos, siguieron llegando más y más productos, de forma que hubo que alquilar una sala fuera de la sucursal para acomodar todos los artículos donados. Acudieron a ayudar los hermanos de las congregaciones cercanas. Un promedio de 35 voluntarios trabajaron en la clasificación y empaquetado de las prendas y dejaron preparados 15 camiones para emprender el viaje a sus respectivos destinos. Otros tres camiones transportaron más de 51 toneladas de víveres a Rusia, Ucrania y Estonia.

Habían transcurrido solo unos días del anuncio y ya estaban listas las provisiones —⁠750 cajas de 20 kilos con alimentos de primera necesidad, como harina, aceite, carne enlatada y leche en polvo⁠— para su envío a San Petersburgo (Rusia). El 19 de diciembre de 1991, con todos los documentos para la aduana traducidos al ruso y en regla, el primer camión atravesó sin contratiempos los controles fronterizos. Los Testigos de San Petersburgo esperaban ansiosos el envío y estaban listos para descargarlo y volverlo a cargar en vehículos más pequeños que lo llevarían a varios centros de distribución donde se repartirían rápidamente las provisiones a los necesitados. ¡Qué acogida tuvo el camión! Los felices hermanos que esperaban a los hermanos suecos los abrazaron afectuosamente.

Para las donaciones, los hermanos buscaron en sus roperos prendas limpias y en buen estado. Otros compraron ropa nueva. Cierto Testigo fue a un almacén de ropa de caballero a comprar cinco trajes, lo que suscitó la curiosidad del vendedor. Al explicarle la razón de la compra, el vendedor donó cinco trajes más. Otro hermano fue a comprar a una tienda varios paquetes de calcetines, guantes y artículos similares y explicó la razón de adquirir tantas prendas. El dueño se compadeció y le ofreció un lote de 30 trajes nuevos por el precio de dos. Apenas sin poderse contener, el hermano aceptó de inmediato. Otro hermano llevó a la tintorería un gran montón de ropa y le dijo al dueño lo que estábamos haciendo. Este le regaló toda la ropa que se había extraviado y no había sido reclamada. Cuando el propietario de una tienda de artículos deportivos se enteró de que el envío iría directamente a los necesitados, sacó de los estantes cien pares de botas de invierno nuevas y los donó.

El equipo que clasificaría los artículos estaba listo para trabajar. Diez hermanas con buen ojo para la calidad ordenaron la ropa en tres apartados: de hombre, de mujer y de niño. Otras diez colocaron con habilidad las prendas clasificadas en cajas de cartón. Un equipo de hermanos fornidos cerraron las cajas con cinta adhesiva y las apilaron en plataformas de madera para cargarlas posteriormente en un camión. En total, empaquetaron diariamente 40 metros cúbicos de ropa y calzado.

Los Testigos de los Países Bajos y Suiza tuvieron el privilegio de colaborar en esta obra de socorro. Los hermanos de los Países Bajos contribuyeron 52 toneladas de víveres y 11 camiones de ropa, y los de Suiza prepararon 600 paquetes de alimento con un peso total de 12 toneladas. ¿Qué hicieron los niños? Cuando los Testigos de Ucrania recibieron 72 toneladas de ropa, descubrieron que en los paquetes también había juguetes donados por los niños Testigos para sus hermanitos desconocidos. Asimismo, aparecieron bastantes tabletas de chocolate entre capa y capa de ropa.

De este modo, durante el invierno de 1991-1992, la ministración de socorro fue de 400 toneladas de víveres y grandes cantidades de ropa de hombre, mujer y niño que se distribuyeron por casi toda la ex Unión Soviética, hasta en puntos tan lejanos como Irkutsk (Siberia) y Jabárovsk, cerca de Japón.

África

Las generosas donaciones de provisiones y ropa que hicieron los Testigos de África del Sur y Portugal posibilitaron el envío a Angola de ministraciones de socorro y publicaciones muy necesarias. ¿Por qué había tanta necesidad?

Angola padeció en 1990 una gran sequía que ocasionó la muerte de miles de personas y echó a perder la cosecha del país. En algunos lugares les daba apuro a los hermanos participar en el ministerio público por no tener la ropa precisa. Los compañeros de creencia de África del Sur se aseguraron de que les llegaran 25 toneladas de provisiones que se distribuyeron equitativamente entre los hermanos angoleños. En vista de que una prolongada guerra civil asolaba el país, aún se necesitaba ropa. Se invitó a las congregaciones de la zona metropolitana de Lisboa (Portugal) a donar prendas para los Testigos de Angola y la respuesta fue maravillosa. Entre marzo de 1991 y agosto de 1992 se enviaron siete contenedores de 6 metros de largo con ropa, comida y publicaciones, lo que representa un total de 75 toneladas.

Norteamérica

En la madrugada del lunes 24 de agosto de 1992, el huracán Andrés irrumpió procedente del Atlántico, azotó a su paso por el sur de Florida, viró a través del golfo de México y acabó batiendo Louisiana. Silbando como una sirena, con vientos constantes de 230 kilómetros por hora y ráfagas de como mínimo 260 kilómetros por hora, la tormenta devastó 430 kilómetros cuadrados del sur de Florida. Andrés dejó sin hogar a 250.000 personas, destruyó, según cálculos aproximados, 63.000 casas y mató a 38 personas. “Nunca había ocurrido una catástrofe como esta en Estados Unidos —explicó un veterano tasador de daños de una aseguradora⁠—. Es lo peor que he visto en mi vida.”

Los Testigos no fueron inmunes a la furia del huracán Andrés: 3.500 quedaron sin hogar al verse afectadas sus 1.120 viviendas, de las cuales 150 quedaron totalmente destrozadas. También se registraron daños en diez Salones del Reino. El Cuerpo Gobernante reaccionó sin dilación. Designó un comité para que actuara desde un Salón de Asambleas a 60 kilómetros al norte de la zona del desastre e inmediatamente enviaron fondos para la adquisición de artículos de emergencia. Al ir amainando los vientos huracanados, fueron llegando para ayudar trabajadores Testigos de las zonas no afectadas. Para el sábado 29 de agosto, la cantidad de materiales de construcción que habían llegado al Salón de Asambleas ascendía a 305 toneladas. Al día siguiente, domingo, habían llegado unos 70 tráileres con suministros. “Alrededor de 3.000 voluntarios Testigos de todo el país habían acudido a la zona del desastre, primero para ayudar a los suyos y luego a los demás”, informó el 31 de agosto el diario Miami Herald.

Para ilustrar la velocidad con la que los Testigos emprendieron las labores de socorro, considere lo ocurrido poco después de apaciguarse los vientos. Dos automóviles que transportaban a personas que no eran Testigos se presentaron en el ayuntamiento de una de las zonas afectadas para brindar su ayuda. La policía los acompañó con su vehículo al único grupo que estaba organizado para las reparaciones: los testigos de Jehová.

Por todo Estados Unidos los Testigos —entre ellos los trabajadores de tiempo completo de la sede mundial⁠— contribuyeron para la misión de socorro. En tan solo una semana, la familia Betel de Brooklyn, Patterson y las Haciendas de la Watchtower donó 26.291,10 dólares. Entre el dinero que se recibió en Florida había una latita con 6,81 dólares en monedas. Tenía dentro esta nota: “Queridos hermanos: Espero que estén bien. Hemos orado por ustedes. Tengo seis años. Con cariño, Chance”.

Los ejemplos precedentes prueban claramente que los testigos de Jehová tienen el mismo espíritu compasivo y solidario que hubo en la congregación cristiana primitiva. (Hech. 4:32.) Tenemos razón, por tanto, para agradecer a Dios que en este tiempo del fin no solo provea a las personas bien dispuestas el alimento espiritual, sino que además mantenga una hermandad mundial que puede unirse rápidamente y enviar provisiones materiales en tiempo de necesidad. Este hecho nos da mucha seguridad y confianza ante el futuro, cuando en todo el mundo habrá una sola hermandad amorosa.

En la sede mundial se ‘fulgura con el espíritu’

“NO SEAN holgazanes en sus quehaceres. Fulguren con el espíritu. Sirvan a Jehová como esclavos.” (Rom. 12:11.) Los 12.068 ministros que integran la orden religiosa especial que sirve en los hogares Betel de todo el mundo toman a pecho estas palabras del apóstol Pablo. No permiten que la escena cambiante de este mundo los aparte de su ministerio cristiano. Su celo por la obra del Señor sigue en plena ebullición. El trabajo realizado por los 4.520 miembros de la familia Betel de Brooklyn, las cercanas Haciendas Watchtower y el Centro Educativo de Patterson (Nueva York) es representativo del empeño que ponen todos los betelitas al servir como esclavos a Jehová. A continuación se dan algunos ejemplos de las últimas labores efectuadas en la sede mundial.

El inmueble de la calle Furman

Durante septiembre y noviembre de 1991 se instalaron una lavandería y una tintorería nuevas en la octava planta del edificio de la calle Furman 360. Estas instalaciones permiten que trabaje en un ambiente agradable el personal que manipula 25 toneladas semanales de ropa sucia de los más de 3.000 voluntarios de la sede mundial.

¿Qué más ha ocurrido en el inmueble de la calle Furman? Durante el año de servicio pasado, el Departamento de Reproducción de Cintas Magnetofónicas preparó seis millones y medio de casetes. Desde que en 1978 entró en funcionamiento, se han producido más de 53 millones de cintas. La carpintería se alegró de tener el año de servicio pasado la mayor producción de su historia: un total de 11.000 muebles. Además, la oficina de la carpintería informa: “Esperamos superar la cantidad en 1993, pues se necesitarán anualmente entre 4.000 y 5.000 armarios en los próximos dos años para el edificio de la calle Sands 90 y 4.000 por año para Patterson durante al menos tres años más”.

El complejo de oficinas

El Servicio de Información a los Hospitales (SIH), situado en Columbia Heights 25, ayuda a la hermandad mundial a mantenerse firme en su resolución de no contravenir la clara ley de Dios que regula el uso de la sangre. (Hech. 15:29.) En los últimos años las actitudes y prácticas de muchos facultativos y centros hospitalarios del mundo han cambiado drásticamente en muchos respectos.

Uno de tales cambios lo constituyen los centros de tratamiento médico y quirúrgico sin sangre. Partiendo de solo unos cuantos doctores serviciales que trabajaron con los Testigos en anteriores ocasiones, el SIH ha logrado redactar una lista de 27.420 doctores dispuestos a colaborar en los territorios de 64 sucursales donde actúan 854 Comités de Enlace con los Hospitales. Este logro se ha conseguido en gran parte gracias al trabajo de los 4.300 ancianos que componen estos comités.

Dentro de este creciente grupo de médicos, los SIH hallaron en algunos hospitales grandes equipos dispuestos a trabajar en centros de terapia sin sangre para tratar a los testigos de Jehová. Como resultado, ya hay 14 centros de este tipo en Estados Unidos. Un titular del periódico The Denver Post decía en primera plana: “El Hospital Universitario ya ofrece cirugía ‘sin sangre’”. Otro rotativo incluía el titular: “Los médicos se replantean las transfusiones de sangre”, y el subtema “El programa concebido para ayudar a los testigos de Jehová supone ventajas para todos”.

Los resultados han sido parecidos en otros países. En Noruega asistieron a una presentación de los SIH un total de 79 doctores y enfermeras del mayor hospital oncológico del país. Este centro ahora acepta a los Testigos y ni un solo miembro de la plantilla se niega a cooperar con el programa. Alemania informa que tienen cinco clínicas que ofrecen tratamiento sin sangre. España comunica que dispone de dos centros de estas características, uno en Barcelona y otro en Madrid. Australia también cuenta con uno de estos hospitales. Asimismo, en Italia sigue aumentando el número de tales centros. El director de un hospital peruano escribió: “Hacemos llegar a Usted y por su intermedio a los hermanos Testigos de Jehová que en nuestra Clínica podrán contar con todos los recursos médicos que puedan necesitar exceptuándoles de la transfusión de sangre”.

La actitud de los profesionales de la sanidad está cambiando. En Austria, un eminente facultativo de uno de los mayores hospitales vieneses dijo a los hermanos: “En virtud de su creencia religiosa ustedes han ido por el buen camino antes que nosotros”. El principal médico de una clínica de Auckland (Nueva Zelanda) explicó que le “maravillaba la profundidad” de la investigación patente en la documentación sobre tratamientos sin sangre remitida por los SIH. Un profesor de pediatría de este mismo centro dijo: “Los testigos de Jehová nos han prestado un servicio al darnos la documentación e instarnos a replantear nuestra actitud ante las transfusiones”. Un prestigioso cirujano estadounidense especialista en ortopedia pediátrica dijo: “Nuestros conocimientos relativos a los riesgos de la sangre nos permiten afirmar que los Testigos han sido vindicados”. Un director de anestesia cardiotorácica de un hospital universitario estadounidense dijo: “Todos los pacientes, entre ellos los testigos de Jehová, pueden beneficiarse de la labor que ustedes realizan al informar a los médicos de diversas localidades en cuanto a las alternativas que hay para la transfusión sanguínea. Aplaudimos a su grupo y su labor”.

En el edificio de Columbia Heights 30, la Oficina de Construcción coordina las obras de edificación de unos 50 países, desde Antigua a Zimbabue. Por otra parte, el Departamento de Servicios Legales está satisfecho de que los “artículos de nuestras revistas referentes a la custodia de menores y las necesidades de los hijos de matrimonios divorciados hayan tenido buena acogida entre abogados, asistentes sociales y psicólogos”. Una hermana implicada en un pleito por la custodia de menores se sorprendió al ver que el mediador del juzgado de relaciones familiares ayuda a sus clientes a zanjar las diferencias valiéndose del número del 22 de octubre de 1988 de ¡Despertad!, cuyo tema de portada es “La custodia de los hijos: Una cuestión angustiosa”. Al mediador le gustaba la postura neutral de los artículos y creía que era útil para los padres que se hallan en esa situación.

El departamento Servicios de Vídeo informa que se han producido más de 500.000 ejemplares en 5 idiomas de su primera grabación, Los testigos de Jehová: la organización tras el nombre, y que pronto se podrá conseguir en 22 idiomas más. La sucursal de los Países Bajos, que colaboró en este trabajo, escribe: “Para nuestra familia Betel ha sido una experiencia alentadora cooperar en la grabación de la banda sonora de este vídeo en 19 idiomas, entre ellos varios de la Europa oriental”.

En una isla del Pacífico se exhibió el vídeo de una manera nada común, como indica esta carta de la sucursal de Fiji: “Hay una congregación en la remota isla de Rotuma, a 500 kilómetros de Suva. Aunque la isla no tiene suministro eléctrico, el superintendente de circuito llevó la videocinta de la Sociedad con esperanza de llegar a un acuerdo con un isleño que tuviera un generador, un aparato de vídeo y un televisor, para luego enseñarla en la congregación de 13 publicadores. Fue toda una sorpresa descubrir que había un tendero, no muy lejos del Salón del Reino, que tenía los tres artículos precisos. Cuando le preguntaron al respecto, accedió a pasar el vídeo en su hogar. Al llegar los hermanos a su casa, hallaron a un nutrido grupo que estaba viendo una película de vaqueros. La pararon de inmediato y pusieron el vídeo de la Sociedad. Se quedaron todos a verlo. En total hubo 80 presentes en la exhibición. A pesar de que los hermanos están tan aislados, les alegró mucho ver la magnitud de la organización de Jehová y sentirse parte de ella. El vídeo animó a una señora a asistir a la siguiente reunión del Salón del Reino. Dijo que era el mejor vídeo que había visto”.

Además, ya está listo para su distribución un nuevo vídeo que trata de la exactitud histórica y profética de la Biblia. Es el primero de una nueva serie de tres vídeos.

Las Haciendas Watchtower

Las Haciendas Watchtower son el centro de producción y distribución de la comida que consume la familia Betel de Estados Unidos. También albergan provisionalmente la Escuela Bíblica de Galaad, donde se preparan a hermanos y hermanas de todo el mundo para la obra misional. Además, en ellas se imprimen las revistas La Atalaya y ¡Despertad! que se distribuyen por todo Estados Unidos.

El Departamento de Computadoras de las Haciendas Watchtower ahora facilita, mediante el sistema informatizado plurilingüe de la Sociedad, la redacción, traducción y edición de publicaciones bíblicas en tres idiomas más que los 208 del año pasado. Otro suceso destacado fue la publicación de la New World Translation of the Holy Scriptures—⁠With References on Diskette (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras [con referencias] en disquete). Esta versión en disquete de la New World Translation permitirá que los usuarios de ordenador que sepan inglés realicen la investigación bíblica con rapidez.

Las obras de Patterson

La construcción del Centro Educativo de la Watchtower ha avanzado con sorprendente celeridad. Ya están acabados nueve edificios, además de la potabilizadora y la depuradora. En la actualidad se están construyendo otros nueve edificios y se iniciarán otros cuatro durante el año en curso. Más de 800 hermanos y hermanas trabajan en las obras diariamente. En este centro se ubicará la Escuela de Galaad. El Cuerpo Gobernante ha anunciado también que varios departamentos relacionados con la obra docente mundial se trasladarán con el tiempo al Centro Educativo.

Se extienden los beneficios de la Escuela de Entrenamiento Ministerial

DURANTE el año de servicio de 1992, se celebraron catorce clases de la Escuela de Entrenamiento Ministerial en diez países. La escuela se condujo por primera vez en Australia, México, Nigeria y Suecia. De esta forma se dio a más hermanos la oportunidad de recibir formación especial. A la hora de expresar su agradecimiento, los estudiantes de Australia y Nueva Zelanda que asistieron a la primera clase celebrada en Sydney, dijeron que les emocionó la calidad y el contenido del curso. Los estudiantes de la primera clase de México dijeron que su estudio les había acercado más a Jehová y a su organización. En la carta de la clase de Nigeria los estudiantes manifestaron que, al comprender mejor todo lo que abarcan las provisiones de Jehová, estaban resueltos a mejorar la calidad de su ministerio y servicio. La escuela que se celebró en Suecia se condujo en inglés, y la clase constó de ancianos y siervos ministeriales solteros procedentes de Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Noruega y Suecia. Estos hermanos entienden mejor que nunca la necesidad de tener la Palabra de Dios como fundamento sobre el que apoyar todo aspecto de su vida, lo que incluye tanto su pastoreo y enseñanza en la congregación como su ministerio del campo.

En todos los países donde se ha celebrado la escuela, los hermanos han expresado su determinación de cumplir con sus responsabilidades —sean de congregación o de otra índole— en la organización progresiva de Jehová, que sigue avanzando. En la actualidad, los graduados de esta escuela sirven en más de 50 países. Se les han asignado responsabilidades en congregaciones, sucursales, circuitos y en el campo misional.

La dedicación de sucursales anima al pueblo feliz de Jehová

“¡FELIZ es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” (Sal. 144:15.) Los testigos de Jehová sienten esa felicidad por todo el mundo. Dondequiera que se construye una nueva sucursal hay razón especial para regocijarse. Jehová los ha bendecido con aumento porque no se han dejado engañar por la cambiante escena del mundo.

Finlandia

El 13 de junio de 1992 hizo un día veraniego más cálido que de costumbre en Vantaa (Finlandia). La obra de ampliación de la sucursal había concluido después de 15 meses. ¡Había llegado el tiempo de la dedicación! Se invitó a los 99 miembros de la familia Betel, a los más de 100 trabajadores temporales de la construcción y a todos los superintendentes de circuito del país. Un total de 559 personas se reunieron en el Salón del Reino, el comedor y otros lugares de las nuevas instalaciones para oír el programa de dedicación.

Desde su inauguración el hogar Betel se ha ampliado en siete ocasiones. Robert Tracy, que visitó Escandinavia como superintendente de zona, dijo en su discurso de dedicación: “En Suecia, su país vecino, los hermanos dijeron que en Finlandia ustedes siempre están construyendo”. El complejo anterior incluía una imprenta moderna, un departamento de encuadernación, un departamento de envíos, oficinas y viviendas. El nuevo anexo de cinco pisos tiene 7.200 metros cuadrados útiles y consiste en 39 habitaciones además de instalaciones para el cuidado de la salud, saunas y espacio para almacenamiento. Este nuevo anexo es el mayor que se ha hecho a la sucursal. El complejo entero tiene ahora 21.600 metros cuadrados de superficie útil.

Finlandia es un país vecino de Rusia y por décadas fue un nexo de unión entre el mundo occidental y la anterior Unión Soviética. Por consiguiente, además de producir literatura en finlandés, la sucursal de Finlandia también imprime La Atalaya en estonio y otras publicaciones en letón y lituano. Los 18.316 publicadores de Finlandia están muy contentos de que Jehová les haya recompensado hoy con estos privilegios en favor de Su obra en Europa oriental. El nuevo anexo del hogar Betel es una gran bendición que beneficiará a todos los testigos de Jehová de aquella parte del mundo.

Tailandia

El 8 de febrero de 1992 los hermanos de Tailandia tuvieron una buena razón para regocijarse, pues en esa fecha se dedicó el nuevo hogar Betel. Fue la culminación de más de dos años de duro trabajo. ¿Por qué eran necesarias estas nuevas instalaciones?

El primer hogar Betel en Tailandia se inauguró en 1947, cuando el país contaba con 31 publicadores de las buenas nuevas. Aquel edificio alquilado también albergaba a los misioneros. En 1962, tras aumentar el número de publicadores a más de 300, el personal formado por tres trabajadores de Betel y algunos misioneros se mudó al edificio de la Sociedad recién construido. Durante los 25 años siguientes se triplicó el número de publicadores, y la familia de Betel aumentó a 16 miembros. Puesto que no era posible ampliar las instalaciones en aquella zona residencial, el Cuerpo Gobernante aconsejó al comité de sucursal que buscara una nueva propiedad. En 1987, después de una búsqueda prolongada, los hermanos finalmente localizaron una parcela conveniente en una zona recién urbanizada de la ciudad.

Antes de que pudiera empezar la construcción era necesario elevar más de un metro el nivel del terreno de 6.070 metros cuadrados para prevenir inundaciones durante la temporada de lluvias. Después se empezaría la construcción de un edificio de dos pisos que tendría una superficie de 3.000 metros cuadrados e incluiría un Salón del Reino grande. También se necesitaba construir una valla que circundara los 370 metros del perímetro de la propiedad; constaría de 1.200 paneles prefabricados de hormigón que descansarían sobre 145 pilotes de 6 metros de largo cada uno. ¿Quién podría hacer todo ese trabajo? ¿Se ofrecerían suficientes voluntarios de entre los 900 publicadores como para formar una “familia de construcción” que apoyara la obra hasta completarla sin recibir mucha ayuda de trabajadores mundanos? El Betel anterior había sido construido en su totalidad por una empresa comercial.

En 1987 se enviaron invitaciones a las 33 congregaciones del país, y la respuesta fue muy satisfactoria. Había pocos voluntarios especializados, pero ‘se ofreció de buena gana’ una gran cantidad de hermanos y hermanas que contribuyeron su tiempo y energías, dispuestos a aprender nuevos oficios en el mismo lugar de trabajo. (Sal. 110:⁠3.) Se calcula que durante los dos años de construcción, los publicadores de las ocho congregaciones del área metropolitana de Bangkok dedicaron individualmente un promedio de siete horas cada mes al trabajo de construcción. Aun así, su colaboración casi no afectó el tiempo que dedicaron al servicio del campo. La ayuda que brindaron 37 trabajadores internacionales procedentes de cuatro países fue fundamental y muy apreciada.

El día de la dedicación fue una fecha memorable y gozosa para los 427 invitados. Entre estos hubo representantes de seis sucursales de la región asiática del Pacífico. En su discurso de dedicación, el hermano H. V. Mouritz, superintendente de zona, señaló que a través de la historia Jehová siempre ha suministrado lo que su pueblo ha necesitado para efectuar su obra y adorarle. Cuando concluyó el programa, todos los concurrentes se sintieron muy fortalecidos para efectuar la obra con vigor renovado.

Otro indicador del aumento fue la dedicación de dos sucursales en las Indias Occidentales en 1992 por miembros del Cuerpo Gobernante: La de las Islas de Sotavento, el 2 de febrero de 1992, a cargo del hermano Milton G. Henschel, y la de las Bahamas, el 8 de febrero, a cargo de John E. Barr.

[Nota a pie de página]

a En La Atalaya del 15 de marzo de 1992 se incluye un informe procedente de Dinamarca.

[Fotografía en la página 5]

Se dedicaron más de mil millones de horas a predicar las buenas nuevas en 229 países, incluso en Irkutsk (Siberia)

[Fotografías en la página 12]

Testigos de Suiza preparando paquetes de provisiones y ropa para Europa oriental. También ayudaron en las ministraciones Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia, los Países Bajos y Suecia

[Fotografías en las páginas 14, 15]

El huracán Andrés devastó el sur de Florida el 24 de agosto de 1992 y dejó a 3.500 Testigos sin hogar

[Fotografías en la página 19]

A las 6.00 de la mañana, un camión de la lavandería de la Sociedad inicia su recorrido por varios de los 21 edificios de viviendas de Brooklyn

Cuando llega el camión a la calle Furman 360, se eleva en un montacargas al octavo piso, donde se descarga

[Fotografías en las páginas 20, 21]

1. Se examinan cuidadosamente los números de identificación de las prendas

2. En una sala retumban 14 lavadoras informatizadas que tienen una capacidad de entre 15 y 200 kilos. Una colada en la máquina grande es comparable a lavar más de mil camisas en su lavadora doméstica

3. La ropa lavada y seca se envía a la sección de planchado. Todos los días se planchan más de 4.500 prendas

El departamento de tintorería manipula entre 3.000 y 4.000 prendas por semana. En 1991 se limpiaron 70.000 kilos de ropa

[Fotografías en la página 22]

El edificio de viviendas de 30 pisos situado en la calle Sands 90 sobresale por su altura entre los edificios de Brooklyn. Se planea acabar los primeros diez pisos a finales de 1993

90 de la calle Sands

[Fotografías en las páginas 26, 27]

Texcoco (México), enero de 1992

Sydney (Australia), agosto de 1992

Igieduma (Nigeria), marzo de 1992

[Fotografías en las páginas 28, 29]

Finlandia

El 13 de junio de 1992 se dedicó el gran anexo de la sucursal finlandesa

[Fotografías en la página 30]

Bahamas

La sucursal y el Salón de Asambleas de las Bahamas se dedicaron el 8 de febrero de 1992

Tailandia

La fecha de la dedicación del nuevo hogar Betel de Tailandia fue el 8 de febrero de 1992

Islas de Sotavento

El 2 de febrero de 1992 se dedicó la sucursal de las Islas de Sotavento (Antigua)

Örebro (Suecia), mayo de 1992

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