Cómo se puede combatir la depresión
ARMAND DiMele del Centro DiMele de Sicoterapia dijo: “Si solo se pudiera lograr que las personas que padecen de depresión hicieran ejercicios, tres cuartas partes de ellas hallarían que su estado de ánimo mejoraría.” Otros expertos concuerdan en que esto es cierto en el caso de personas que se sienten “melancólicas” pero que no aplica a casos de depresión grave.a Otros factores vitales son el descansar y dormir lo suficiente.
Algunas personas que padecen de depresión leve hallan que les proporciona alivio dedicar algún tiempo a actividades de que disfrutan. Una señora a quien le encanta la costura dijo: “Es difícil sentirse deprimida cuando una está empleando sus facultades creadoras.” A veces, es simplemente cuestión de salir de la rutina diaria... quizás se pueda cenar en un restaurante una noche o ir de vacaciones por unos días.
El desahogarse con un amigo íntimo ayuda mucho. Pero, se tiene que ejercer cuidado con quién uno se asocia... ya sea en persona o por medio de la televisión y el cine. Evite como la peste a personas quejumbrosas de espíritu pesimista y evite programas que corrompen las normas morales o contaminan la conciencia.—Proverbios 17:17; 1 Corintios 15:33.
No obstante, ¿qué hay si persiste el estado deprimido?
¿Podría deberse a su alimento?
Examine cuidadosamente su alimentación. Barbara Reed, empleada en Cuyahoga Falls, Ohio, como agente principal de la libertad vigilada, explicó a un escritor del personal de ¡Despertad! que muchos de los delincuentes asignados a su oficina se quejan de depresión. Ella se puso a examinar los hábitos de alimentación que ellos tenían. Muchos vivían de golosinas y cosas de poco valor nutritivo, no desayunaban, y algunos pasaban semanas sin comer verduras. Un mejor régimen de alimentación —comidas equilibradas a sus horas debidas— y un programa de ejercicio ayudó a muchos delincuentes a mejorar de disposición. La señora Reed relató: “Un delincuente deprimido de 20 años de edad que sufría de profunda falta de aprecio personal, que fue arrestado por un acto criminal que envolvía daños y perjuicios, se mantenía comiendo cosas de poco valor nutritivo.” Pero, cuando mejoró su alimentación y se le proveyó consejo apropiado, su depresión se le disipó y su comportamiento mejoró.
Las autoridades no concuerdan en cuanto a si la alimentación causa depresión. A pesar de tener una alimentación excelente, algunas personas todavía padecen de depresión. Otras personas no muestran ninguna mejora al suministrarles mejor régimen de alimentación. Cada persona es diferente, y algunas son más sensibles que otras a sustancias como el azúcar y la cafeína. Pero el comer comidas equilibradas, junto con el ejercer moderación al ingerir tales cosas como pasteles, tortas, bizcochos, chocolate, dulces y bebidas gaseosas frecuentemente beneficia a las personas que padecen de depresión.
Debido a que un estado de depresión grave pudiera ser indicio de algún mal físico, también es importante someterse a un reconocimiento médico.
¿Piensa usted correctamente?
Aunque no todo caso de depresión se debe a que la persona tenga un punto de vista incorrecto, un estudio reciente que se efectuó por espacio de 10 años indica que a menudo las personas que padecen de depresión interpretan mal las situaciones. El investigador y siquiatra A. T. Beck explica lo siguiente: “La persona deprimida se siente triste y sola porque erradamente cree que está inadecuadamente capacitada y que se le ha abandonado.” La Biblia también muestra que los sentimientos del corazón pueden afectar el pensar de uno tocante a asuntos externos. Ella declara: “Todos los días del afligido son malos; pero el que está bueno en el corazón [en un estado de mente alegre] tiene un banquete constantemente.” El que ‘todos los días sean malos’ para una persona o el que ‘cada día sea un banquete’ depende en gran medida de su estado mental.—Proverbios 15:15.
Así, las personas deprimidas tienen que esforzarse diligentemente por corregir su modo de pensar y vigilar las cosas sobre las cuales meditan. ¡Puede que sea más fácil decir esto que hacerlo! En el recuadro que acompaña este artículo hay una lista de algunas ideas perjudiciales que muchas personas deprimidas tienen en común. Cada una de estas ideas es errónea. Cuando tales ideas se le ocurran, debería despedirlas inmediatamente. El que se detenga en tales pensamientos lo conducirá a tenerse en baja estima y a un estado más profundo de depresión.
A menudo un sentimiento de culpabilidad exagerado acompaña el estado deprimido. Pero reconozca que todos cometemos faltas. El salmista dijo: “Si errores fuese lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie?” ¡Nadie! No obstante, Jehová Dios nos proporciona verdadero perdón de nuestros errores y pecados.—Salmo 130:3, 4.
El beneficio del logro
Una viuda, apenada por la muerte de su esposo y decepcionada porque otras personas faltaron a su palabra de repararle la casa, entró en un estado de profunda depresión. Pero luego reflexionó: ‘No puede ser tan difícil hacer las reparaciones.’ Se puso a trabajar y dentro de poco había embaldosado el piso de la cocina. Aunque no estaba hecho a la perfección, ella quedó contenta. Cobró estimación de sí misma; desvaneció su depresión.
No todos podrían hacer eso, pero en un estudio se demostró que, a pesar de que algunos pacientes en estado de profunda depresión creían que no podían desempeñar con éxito ciertas tareas, de hecho las ejecutaron tan bien como los participantes que no padecían de depresión.
La persona deprimida pudiera interesarse en otros logros que no tengan que ver meramente con los quehaceres domésticos. Por ejemplo, pudiera incluir el visitar o telefonear a alguien para animarlo, o el hacer algo especial para la familia de uno.
Una cristiana deprimida visitó a una joven que no hacía mucho había sido golpeada atrozmente, violada y apuñalada. Aunque la cristiana misma se sentía deprimida, se esforzó por visitarla cada semana y consolarla. ¿Cuál fue el resultado? La cristiana informó: “Poco a poco se me alivió la depresión. En el transcurso del tiempo el esforzarme por alentarla a ella hizo que me olvidara de mis propios problemas.” Halló que lo que Jesús dijo era cierto, a saber: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.”—Hechos 20:35.
“Enójense sin hacer el mal”
El sicólogo DiMele dice que otro factor que se tiene que tomar en cuenta con respecto a la depresión es el hacerle frente a la ira. “Por lo general, lo que sucede es que la persona se siente enojada con alguien, tal vez por alguna razón aparentemente irracional. Sin embargo, a la persona le parece que no es correcto enojarse porque se le ha enseñado que ‘el enojo es malo.’ De modo que la persona comienza a culparse a sí misma por sentirse enojada y se enoja consigo misma. Esto, junto con el sentirse inútil, acarrea la depresión.”
Pero, el dar rienda suelta a su enojo contra otra persona no solo es peligroso sino que tampoco alivia la depresión, como lo prueban las investigaciones. La Biblia advierte: “Enójense sin hacer el mal; que no se ponga el Sol sobre su ira [o, “estando ustedes en estado provocado”].” (Efesios 4:26, The Bible in Basic English; compare con Traducción del Nuevo Mundo.) Al no estar temerosas de expresar sus sentimientos, sino dispuestas a hacerlo de manera franca pero bondadosa, las personas deprimidas pueden dar a conocer sus sentimientos de tal modo que promueva la paz. Esta comunicación franca es vital especialmente entre los cónyuges.
Sin embargo, hay algo que supera a todas estas sugerencias. Debido a que el índice de suicidio es 25 veces mayor entre las personas que padecen de depresión que entre la demás población, esto puede ser un factor determinante entre la vida y la muerte. ¿A qué nos referimos?
La oración y una relación con Dios
Una madre que padecía de depresión grave confesó: “Lo único que me detuvo de apretar el gatillo y así poner fin a todo fue la relación que tenía con Dios. Tenía la pistola en la mano, y en ese momento Jehová Dios realmente me ayudó a guardarla.” Ciertamente esta mujer halló poder “más allá de lo normal” para poder aguantar hasta que su mal respondiera al tratamiento médico. Ella había desarrollado fe verdadera por medio de estudiar la Biblia y asistir a las reuniones cristianas donde halló amigos verdaderos. Esta fe le salvó la vida.—2 Corintios 4:7, 8; Filipenses 4:13.
Uno de los medios que Dios utiliza para suministrar ayuda es su Palabra, la Biblia, que muestra cómo mejorar la vida de familia; cómo llevarse bien con otros; cómo evitar un proceder que haga surgir la ansiedad y un sentido de culpabilidad; y cómo escoger ocupaciones y metas que valgan la pena. El seguir estos consejos e información puede ayudar a aliviar muchas situaciones difíciles que promueven la depresión.—Colosenses 3:5-14, 18-21; 1 Timoteo 6:9, 10, 17-19.
A pesar de poseer una fe fuerte puede que la persona que padece de depresión tenga dudas, quizás le parezca que Dios la ha abandonado. Pero, ¡nunca debería dejar de orar! Una madre, que estaba tan deprimida que por meses apenas podía salir de la cama, dijo: “Oraba intensamente... cinco o seis veces al día. Rogué repetidas veces por auxilio. Suplicaba a Jehová Dios que me dirigiera a un médico que pudiera diagnosticar mi mal y ayudarme. En oración pedía las fuerzas para seguir adelante y para poder mantener suficiente orden en el hogar a fin de no causar más daño a mi familia.” Dicha perseverancia valió la pena. Pudo aguantar hasta que el medicamento apropiado le alivió el estado de depresión grave.
“Evítela”
Una víctima de depresión dijo: “El consejo más importante que yo puedo dar es el siguiente: ‘Evítela.’” Pero, ¿cómo? No hay respuestas fáciles ni seguras. Algunas autoridades sugieren:
1. No base su estima de usted mismo en el amor, el dinero, su posición social, el poder ni las drogas. Si usted confía en estas cosas y le fallan o le hacen faltan, el resultado puede ser abrumador.
2. Fíjese expectativas prácticas. Tenga como meta el hacer lo mejor que pueda, pero no exija de sí mismo la perfección.
3. Reconozca los síntomas iniciales (la ansiedad, el pánico, el no poder concentrarse). Revise su horario cotidiano para ver si es razonable. Si no lo es, haga ajustes en su horario. Aprenda a decir “No” cuando sea necesario.
Sin embargo, a pesar de muchas presiones personales, millones de personas han hallado que una de las ayudas principales para evitar la depresión es el adquirir conocimiento exacto acerca de la voluntad y los propósitos del “Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo.”—2 Corintios 1:3.
[Nota a pie de página]
a Un número subsiguiente de ¡Despertad! expondrá varios métodos de tratamiento que han ayudado a personas que padecían de depresión grave.
[Recuadro en la página 9]
Ideas que pueden conducirle a la depresión
◻ Para ser feliz, tengo que tener éxito en todo lo que emprenda. Si no ocupo el primer lugar, soy un fracaso.
◻ Para ser feliz, tengo que ser aceptado por todos en toda ocasión.
◻ Lo que yo valga como persona depende de lo que otros piensen de mí.
◻ No puedo vivir sin el amor. Si no me ama mi cónyuge (mi amor, mi padre, mi hijo), no valgo nada.
◻ Si alguien no concuerda conmigo, significa que no le agrado.
◻ Yo debería ser perfecto como amigo, padre, profesor, alumno, cónyuge.
◻ Debería poder sobrellevar cualquier sufrimiento con espíritu tranquilo.
◻ Debería poder resolver todo problema con prontitud.
◻ Nunca debería sentirme herido; siempre debería estar alegre y sereno.
◻ Nunca debería cansarme ni enfermarme, más bien siempre debería estar al máximo de mis capacidades.
Basado, en parte, en “Cognitive Therapy and the Emotional Disorders,” por A. T. Beck, Doctor en medicina.